El precio de los juegos vuelve a encender el debate: ¿son los AAA demasiado caros para la mayoría?
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Los jugadores lo comentamos desde hace meses, pero ahora también lo reflejan los analistas: el precio de los videojuegos está generando una división muy clara dentro del mercado. En un momento en el que la economía aprieta más que nunca, la brecha entre quienes pueden permitirse cada lanzamiento de 70/80 € y quienes dependen de los juegos gratuitos no deja de crecer.
Detrás de esta situación hay un factor que no siempre se tiene en cuenta. Mientras el coste de la vivienda, la cesta de la compra o los servicios básicos sigue subiendo, una parte de los jugadores continúa adquiriendo superproducciones sin detenerse demasiado en la subida de precios. Según el analista Mat Piscatella, muchos de estos consumidores viven una especie de “inflación silenciosa”, donde hardware más caro o estrenos pasan desapercibidos en su presupuesto mensual.
La división del mercado por el precio de los videojuegos
Por el lado opuesto están quienes sienten cada subida. Para ellos, un juego de 70 € es directamente inasumible, y el día a día les lleva a buscar alternativas que no supongan un gasto adicional. Fortnite, Roblox o cualquier experiencia free-to-play se convierten así en sus principales opciones, acompañadas de las propuestas móviles que ya dominan el mercado global.
El contraste no es casual. Con unos costes de producción que no dejan de aumentar, editoras como Nintendo han fijado ya precios de lanzamiento de 79,99 €, y el propio hardware también se ha encarecido. En este escenario, los grandes estrenos se han convertido en productos premium y los free-to-play en la vía de acceso para millones de jugadores.
El sector afronta así un reto de futuro: dos públicos diferentes, unidos por la misma afición pero separados por el poder adquisitivo. Una grieta que seguirá creciendo si los precios siguen subiendo y que obligará a las compañías a encontrar estrategias capaces de convivir con estas realidades tan distintas.

