Los FPS se han vuelto la autoridad para juzgar a los videojuegos del presente, en esta editorial te muestro la injusticia de esta tendencia.
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Hubo un momento en la historia de los videojuegos en el que un título para ser considerado bueno debía cumplir un solo requisito: ser divertido. Porque de eso se trataba todo, ¿no? de diversión. Así pasábamos horas sorteando cocodrilos colgados de pixeladas lianas en el Pitfall del Atari 2600, disparando bolas de fuego en cualquier Mario Bros de NES para liberar a una elusiva princesa, o derrotando a Robotnik a toda velocidad con Sonic.
Hubo un tiempo en que un juego era más que un grupo de circuitos integrados que se conectaban a una consola para reproducir una imagen, eran momentos inolvidables con amigos, charlas eternas en los patios de las escuelas, era la felicidad de ver una nueva revista que te compraba tu abuela o tus padres. Era diversión pura en una caja diminuta. ¿Y sabes qué es lo más genial de todo esto? Que no importa desde dónde nos estés leyendo, seguro que si tienes más de 30 años esto mismo pasó en tu país, en tu ciudad, en tu barrio. Magia pura e inolvidable que desconoce de fronteras.
Pero llegaron otros tiempos, una era en la que se comercializan “sillas gamer” porque parece que ahora hay que utilizar un tipo de asiento particular para jugar, si tiene luces led, mejor aún. Quizás todo este combo brinde habilidades especiales al jugador, quién sabe. Lo cierto es que en los tiempos de las sillas, la diversión de los juegos quedó en segundo plano, ahora lo que interesa son los FPS o a cuántos cuadros por segundo puede correr un juego y (¡oh que el Padre celestial no lo permita!) se ejecuta a menos de 60.
El reciente anuncio de que Redfall saldría capado a 30 FPS firmó un acta de defunción prematura para el juego, algo idéntico a lo que había sucedido meses atrás con Gotham Knights, juzgado por personas que ni siquiera probaron un juego que ni había salido, solo por la tasa de cuadros por segundo. Una injusticia absurda por donde se lo vea. Pero, claro, muchos pueden opinar que el juego de WB Games no es lo que esperaban o quizás Redfall sea muy pobre (personalmente no le tengo muchas expectativas) pero ¿achacarle todo a la ejecución de cuadros por segundo? ¿De verdad?
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Empecemos por saber qué son los famosos FPS
La tasa de cuadros por segundo hace referencia a la cifra de imágenes secuenciales individuales que se muestran en pantalla. Estas imágenes las procesa el dispositivo y las envía a la pantalla como tal. Cuanto más cuadros o frames haya, más suave será el movimiento en pantalla. Para darle un poco de contexto a esto, las animaciones se realizan a 12 FPS (un poco más en escenas de acción) mientras que las filmaciones se hacen a 24 FPS y algunas adaptaciones televisivas a 30, solo para tener en un marco a la preponderancia excesiva que se le da a estas cosas.
Las consolas pueden producir cuadros por segundo de acuerdo a sus limitaciones técnicas, los 30 y 60 FPS tienen que ver con la frecuencia de actualización de las pantallas. Históricamente, en las regiones NTSC la actualización se hacía a 60Hz, un máximo de 60 FPS, mientras que en los territorios PAL disminuía a 50 FPS por los 50 Hz de la actualización.
La dicotomía de los 30 o 60 FPS
Todos los juegos tienen que sopesar diferentes aspectos para brindar una experiencia de juego aceptable. Los 30 FPS brindan el “tiempo de cuadro” más amplio a la menor tasa de cuadro admisible para los jugadores. Cuanto más tiempo de renderización tenga cada cuadro, más detalles y efectos se le pueden agregar. Esto, a su vez, le brinda a la CPU más tiempo para calcular distintas cosas que pueden no estar para nada relacionadas con los gráficos. Por ejemplo, la IA de algunos juegos o hasta las físicas pueden ser de muchísima más calidad porque la CPU tiene más tiempo entre cuadros para trabajar.
Por supuesto, como todo evoluciona, tener el doble de cuadros suena muy bien pero no siempre es determinante de absoluta calidad para un juego.
Pero…¿ese juego no iba a 60 FPS?
Invito a todos a reflexionar la calidad de estos títulos que citaré debajo, cuyos nombres seguro conocerán:
- Microsoft Flight Simulator 2020
- Forza Horizon 2
- Red Dead Redemption 2
- GTA IV
- Final Fantasy 7
- Zelda: Breath of The Wild
- Zelda: Ocarina of Time
Algunos de estos juegos están entre los mejores clasificados de la historia. Su común denominador es que ninguno corre a 60 FPS. ¿Esto le impidió a alguien disfrutarlos? ¿Son malos los juegos por ejecutarse a 30 FPS? ¿Alguien dijo alguna vez a modo de queja que Final Fantasy VII corre a 15 FPS o que Zelda: Ocarina of Time lo hacía a 20? Te llamo a pensar en el futuro y a recapacitar en la idea de que juegos malos puede haber muchos, muchísimos, pero esto nada tiene que ver con la tasa de cuadros por segundo. Al menos, claro, así lo veo yo.