Dungeon Punks es un entretenimiento con sabor añejo que hará las delicias de los amantes de los beat 'em up empotrados en las antiguas máquinas recreativas. Tanto los fans de este género, como los que no lo son tanto, se divertirán enfrentándose a las hordas de enemigos que saldrán a...
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La nostalgia es uno de los productos más cotizados en los tiempos que corren. Las décadas de los ochenta y de los noventa fueron épocas doradas en lo que se refiere a producción de leyendas jugables, literarias y cinematográficas; de ahí que veamos en el cine tantos remakes, reboots y secuelas de películas con más de veinte años de antigüedad.
En la industria del videojuego pasa tres cuartos de los mismo. Raro es el mes que no tenemos nuestra ración correspondiente de refritos, remakes, remasters y aplaudimos hasta con las orejas cuando se suman títulos a la retrocompatibilidad de nuestra consola.
Así que, ¿porque no disfrutar de una propuesta que juega precisamente con eso?, la nostalgia. ¿Nos acompañas?
“¿Quieres decir que cualquier tiempo pasado fue mejor?” Ni sí ni no. Simplemente es algo evidente que con las nuevas IP’s, nuevas mecánicas y nuevos modos de jugar que existen en la actualidad, siempre hay juegos o franquicias que asoman la cabeza desde tiempos pretéritos, los cuales suelen ser siempre bienvenidos y hasta llegan a irrumpir en las listas de los más vendidos. Y si no nos creéis solo hay que ver el revuelo que está causando cierto juego de cazar monstruitos de bolsillo, el cual está basado en el anime homónimo que se emitió por primera vez hace la friolera de casi veinte años.
“¿Y a qué viene todo esto?” os podéis preguntar también, pues a que el que esta review suscribe se ha vuelto a sentir como aquel niño regordete que iba cada tarde al salón recreativo de su pueblo a gastarse los diez o veinte duros del día en sus recreativas favoritas. “¿Y cuáles eran esas recreativas?” (sí, hoy me ha dado por los signos de interrogación, jejeje)… ¡Ay, amig@s! No os las voy a enumerar ahora, pero bien es cierto que mis favoritas eran las que entre mi pandilla denominábamos como “las maquinitas de peleas callejeras”, pero cuyo nombre técnico era beat ’em up, o yo contra el barrio si se comentaba en círculos menos eruditos.
Por suerte era un género muy de moda en aquellos tiempos y esto produjo que se lanzaran juegos de este cariz de todas las formas y colores. Desde juegos en los que te dabas de tortas con los pandilleros de una gran urbe, otros que aprovechaban el tirón de las series de animación de la época (como por ejemplo las tortugas ninja o Los Simpsons) o los cómics (Capitan America and the Avengers, X-Men) e incluso los que nos ponían a los mandos de guerreros, magos, arqueros y demás seres de leyenda de capa y espada. ¿Quién no recuerda megahits como Knights of the Round, The King of Dragons, Golden Axe o Dungeons & Dragons: Shadow Over Mystara? Precisamente es a este último al que más semejanza podríamos sacar al juego que nos ocupa. Ni más ni menos que Dungeon Punks lleva por título, y ha llegado al catálogo de nuestra consola para recordarnos que las hostias virtuales bien das y los mandobles digitales de espada en el pecho de los malos siguen siendo tan divertidos como antaño.
Gráficos
Dungeon Punks es una gozada a nivel visual. Entra por los ojos desde el primer contacto gracias a unos diseños con un toque anime que encajan a la perfección, junto con una paleta de colores viva y variada que se complementa con unos sprites enormes que hacen gala de unas animaciones suaves como la seda. Cierto es que le falta un poco más de vida a los fondos y que los enemigos se desplazan demasiado despacio, sin embargo resultan dos pequeños matices que no afean el conjunto. Los combates tampoco son todo lo dinámicos que podría esperarse, pero el juego lo compensa con la inclusión de un buen número de hechizos para nuestros personajes, con los que Hyper Awesome, el estudio desarrollador, ha dotado al juego de una espectacularidad más que notable.
Encima, no hemos percibido ningún lastre o bug que empañe el apartado técnico. El scroll no da tirones y todo funciona a la perfección, aunque bien es cierto que se trata de un juego con una marcada estética retro. Hay que ser realista y Hyper Awesome es un estudio independiente, con lo que el fotorrealismo no es su objetivo, pero bien es cierto que destaca muy por encima de muchos juegos indies de su misma generación.
Hyper Awesome también se ha marcado un tanto con la música. Las melodías van acordes con la temática, acompañadas de unos efectos sonoros que consiguen potenciar la acción en todo momento. Las pocas conversaciones que tendrán lugar serán mediante texto y no han sido traducidas a nuestro idioma. Esto no es especialmente grave, ya que solo hablaremos con los personajes que nos aguardan en el barco, los que nos ayudarán a mejorar a nuestros personajes y a equiparles con los objetos. También hablaremos con personajes que nos iremos encontrando a lo largo de cada nivel para encomendarnos diferentes misiones, y es aquí cuando más se echa en falta una traducción, ya que puedes llegar a perderte parte de la conversación entre tanta jerga mágica-épica.
Volviendo a lo visual, un detalle que no nos ha convencido es que en ocasiones se acumulan demasiado enemigos a la vez en pantalla. Entre los hechizos que lances tú o tus compañeros y el alto número de adversarios que pueden llegar a reunirse en pantalla, te encontrarás muchas veces dando palos de ciego (literalmente) e incluso te puede llegar a costar distinguir tu propio personaje entre el tumulto. Tampoco está muy depurada la inteligencia artificial de los aliados, ya que estos se suelen poner en medio con demasiada frecuencia cuando atacas y pueden llegar a herirte o a hacerles daño tú. Para evitar estas incómodas situaciones os recomendamos desactivar el fuego amigo en el menú de opciones.
Otra detalle mejorable es que los escenarios no son todo lo variados que nos hubiese gustado y que los niveles se componen de determinados sectores o estancias. Estos sectores son muy reducidos, y creemos que hubiese sido mucho más satisfactorio si fuesen más largos y pudieses caminar por ellos abatiendo enemigos hasta pasar al siguiente.
Jugabilidad
Dungeon Punks es diversión pura, sin concesiones y sin caer en la pretenciosidad. Se trata de un juego de espadazos en el que tu único fin es avanzar defenestrando las hordas de enemigos a tu paso. Es todo humildad e incluso se percibe el ánimo del estudio en componer una obra con el único objetivo de rendir un sincero homenaje a los beat ’em up de antaño. Aún así, hay que recalcar que el título tiene una personalidad propia merecedora de la atención de los seguidores de este género y de los jugadores que se hayan divertido alguna vez con alguno de estos juegos.
El manejo es muy sencillo e intuitivo, con unos combates directos en los que solo tienes que acercarte al enemigo y darle sopapos con el botón A. Lanzar los hechizos tampoco es complicado, ya que sobre la cabeza de tu personaje aparecerá un discreto recuadro en el que se te recuerda la combinación de botones con la que podrás ejecutar cada uno de los ataques especiales, que podrás entrenar y potenciar tras finalizar cada nivel, así como el equipo que portas.
El juego mantiene un buen ritmo en todo momento, con una variedad de enemigos espectacular, pero que no requieren de ninguna estrategia especial para hacerles frente. Lo que sí que se echa en falta es la inclusión de jefes finales más memorables. Tan sosos son, que los que hay se pueden llegar a confundir incluso con enemigos normales. Lo que sí que se ha currado el estudio es una dificultad de la vieja escuela, pero que nadie se preocupe, ya que no dispones de un número limitado de vidas ni de continúes, lo que provoca que morir tampoco sea un drama, algo que consideramos que es un error. Muchos recordaréis como atesorábamos cada vida, cómo racionábamos cada objeto restablecedor de salud y los berrinches que nos daba cuando hacían acto de presencia en las pantallas las temidas palabras Game Over. Pues en Dungeon Punks esto no va a pasar nunca, así que podéis moríos tranquilos (en el juego, claro).
La dificultad es tan alta que ya en el segundo nivel moriremos las primeras veces. Por suerte, la experiencia acumulada, así como los objetos recolectados, no se perderán, y al ir subiendo niveles y equipando armas y equipo más poderosos, conseguiremos al fin llegar a cada nivel si tenemos paciencia y no nos cansamos de repetir cada fase.
Duración
Los doce niveles que incluye el juego pueden llegar a durarte alrededor de las ocho horas, dependiendo de tu nivel de habilidad y de si juegas solo o con amigos, ya que resulta más sencillo avanzar con compañeros con los que coordinarse. Además, como sucede con los juegos clásicos de lucha con scroll horizontal, Dungeon Punks es totalmente rejugable y no es de extrañar que os apetezca echar una partida de vez en cuando, solo o con los colegas, aunque ya te lo hayas pasado varias veces.
Como ocurría con el clásico de las recreativas Dungeons & Dragons: Shadow Over Mystara, en Dungeon Punks podrás seleccionar entre un plantel de seis héroes, cada uno con sus hechizos y características especiales.
Conclusión
Dungeon Punks es un entretenimiento con sabor añejo que hará las delicias de los amantes de los beat ’em up empotrados en las antiguas máquinas recreativas. Tanto los fans de este género, como los que no lo son tanto, se divertirán enfrentándose a las hordas de enemigos que saldrán a vuestro paso y que combatiréis a base de magia y acero en este juego que mezcla acción y rol en su sencilla y justa medida. Por solo 14,99 €, se convierte en una de las opciones más interesantes y refrescantes del verano para llenar tus horas de ocio y la de dos de tus colegas con su modo cooperativo local para hasta tres jugadores.
Sinceramente, las sensaciones vividas con el juego han sido muy positivas y no solo se trata de un título que evoca descaradamente nuestra nostalgia por los juegos retro, sino que es divertidísimo. Con él puedes desfogarte dando cera a los centenares de criaturas del Averno que vienen dispuestas a ponerte las cosas muy difíciles mientras subes de nivel y recolectas nuevas armas y objetos.
*Gracias a Hyper Awesome Entertainment por habernos proporcionado el material para la review.