Dragon's Lair Trilogy llegó a Xbox One cargado de expectativas en relación a la recepción por parte de los usuarios. Sin embargo este título sólo satisfacerá a los más puristas y nostálgicos, dejando un sabor amargo al resto de la comunidad gamer. Sin lugar a dudas resulta ser un título...
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Dragon’s Lair Trilogy, parte integrante de la franquicia creada por el animador y director de cine Don Bluth y publicada por Cinematronics en 1983, llegó a Xbox One el 17 de mayo, lanzada por la compañía Digital Leisure.
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Contrariamente a lo que su nombre sugiere, el usuario no recibirá con esta entrega tres juegos de la misma serie sino que en realidad los títulos obtenidos serán los siguientes: Dragon’s Lair, Space Ace y Dragon’s Lair II: Time Warp.
Totalmente remasterizado pero sin perder la esencia del videojuego original, Dragon’s Lair Trilogy llegó a la nueva generación de consolas y su arribo trajo consigo opiniones encontradas. La tecnología laserdisc, utilizada en la génesis de este videojuego, venía a revolucionar el mundo de los salones recreativos pero los 36 años transcurridos desde su lanzamiento nos hacen reflexionar acerca de la necesidad de darle una segunda oportunidad a este exponente de los arcade de los ’80.
Apartado Técnico
Antes de comenzar le aclaramos a nuestros lectores que no encontrarán en las próximas líneas un análisis separado de los tres títulos que conforman Dragon’s Lair Trilogy. Justifica la decisión el hecho de que entre ellos no existe diferencia técnica alguna sino sólo una mínima variante entre las ambientaciones e historias.
Lo primero que podemos apreciar del videojuego es la paleta de colores, las formas y la tipografía utilizada por los diseñadores: un marcado predominio de tonos rojizos y anaranjados, formas ojivales y letras que rememoran al período medieval resultan ser el escenario que nos da la bienvenida.
Una vez adentrados en el juego, los usuarios se trasladarán mentalmente a los años 80’ gracias a la presencia de tres máquinas arcade en las que se presentan los tres títulos que Digital Leisure tiene para ofrecerles. El menú, sencillo, ágil y bien retro resulta entonces lo más “simpático” del apartado técnico. En relación a la banda de sonido (una tediosa música instrumental) que acompaña al menú y al videojuego en general, la misma es la original de la franquicia y tiene tal efecto en los gamers que casi de inmediato nos impulsa a querer silenciarla y borrarla para siempre de nuestras mentes.
En cuanto a la parte gráfica, se trata de secuencias animadas de alta calidad (gracias a la remasterización) que conservan los colores originales para que los más puristas se sientan nuevamente en los ochenta pero en alta definición.
Sin perjuicio de los notables esfuerzos técnicos realizados por la compañía desarrolladora para remozar el título queda en evidencia que se trata de un videojuego de salones de recreación forzosamente incorporado en una consola de última generación.
Jugabilidad
Sin perjuicio de que la empresa Digital Leisure ha hecho un excelente traspaso de las máquinas arcade a Xbox One, importantes controversias surgirán en relación al punto en análisis. Por una lado, los más conservadores estarán más que fascinados con esta presentación ya que, para su utilización, sólo serán necesarios 1 botón y la palanca o la cruceta de dirección.
El ADN del Dragon’s Lair está intacto y ello se ve reflejado en los controles, siendo nuestra única misión la de realizar el movimiento adecuado en el momento justo. La velocidad de nuestras manos (y la memoria, ya que las escenas se repiten constantemente) será una herramienta esencial (si no la única) ya que tardar demasiado nos dará el tan temido “game over”. La posibilidad de guardar el puntaje más alto obtenido con nuestro nombre dejará en los fanáticos un gustito a nostalgia.
Todas estas características que le entregan la dosis exacta de éxtasis a los más puristas son los puntos reprochables por parte de los amantes de las nuevas tecnologías, para quienes este título podría resultar lento, reiterativo, carente de trama, inexplicablemente complejo, en síntesis: FRUSTRANTE.
Duración
Este, junto a la temática son, sin lugar a dudas, los peores puntos del título en análisis. En relación a la duración, para un jugador experimentado el videojuego no durará más de 3 horas (una vez que haya comprendido la mecánica), mientras que un usuario al que no le resulte interesante la temática no durará más de 15 minutos y abandonará el desafío inmediatamente. Los 36 años no le sentaron bien a este videojuego, convirtiendo a un buen vino en un amargo vinagre.
En cuanto a la temática, debemos recordar que ya estamos bien adentrados en el Siglo XXI y las damiselas en apuros ya no existen o al menos ya no necesitan ningún valiente caballero que las rescate. Hay cosas que necesariamente deberían quedar en el pasado y Dragon’s Lair Trilogy es una de ellas.
Conclusión
Sin dudas Digital Leisure ha logrado que esta trilogía corra perfectamente en las consolas de última generación, prácticamente sin errores, lo que hace del traspaso un verdadero éxito.
Salvado esto, todos las demás aristas de este juego resultan negativas: una jugabilidad frustrante, una banda sonora obsoleta, una temática sumamente reprochable, ajena a los tiempos que corren e inexplicablemente machista, pocos agregados respecto del título original (sólo unos pocos videos acerca de la creación de la versión original del videojuego) y una ínfima duración hacen del Dragon’s Lair Trilogy un videojuego PRESCINDIBLE.