En su último podcast, un miembro de Digital Foundry asegura que Ghostwire: Tokyo es un desastre en Xbox Series S.
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Quizá el fuerte de Tango Gameworks no sea la optimización de sus títulos, pues en nuestro análisis no tuvimos problemas con el rendimiento de Ghostwire: Tokyo en Xbox Series X, pero parece que no va tan bien en comparación con la versión de PS5, mucho más estable tras llevar todo un año recibiendo actualizaciones, todo sea dicho. Así lo ha señalado el equipo de Digital Foundry en su último podcast, al que llaman DF Direct, en el que uno de sus miembros, Oliver Mackenzie, ha hablado sobre el análisis técnico de Ghostwire en Xbox.
En concreto, afirma que en sus comparaciones iniciales, ya que las conclusiones aparecerán próximamente en un vídeo completo comparativo, en general, la versión de Xbox Series X funciona peor que la de PlayStation 5 y que la de Xbox Series S, directamente es una especie de desastre.
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Ghostwire: Tokyo rinde bastante peor en consolas Xbox
Mientras esperamos a ver ese análisis técnico que publicarán muy pronto, nos quedamos con los comentarios de Mackenzie, que aclara esta afirmación diciendo que quizá la resolución de Xbox Series X es muy similar a la de PS5, excepto en el modo calidad que tiene menor resolución que en PS5, al mismo tiempo que su rendimiento es entre un 5 y un 10 por ciento menor que el de la consola de Sony. Pero Xbox Series S se lleva la peor parte, pues aunque cuenta con dos modos gráficos, de rendimiento y calidad, el primero no alcanza los 60 fps y para el segundo, tampoco tiene Ray Tracing.
Precisamente sus compañeros John Linneman y Alex Battaglia afirman que la versión de PS5 también salió con algunos problemas de rendimiento en marzo del año pasado, cuando salió originalmente, y que finalmente terminaron arreglados. No obstante, llama la atención el poco cuidado con un lanzamiento de un estudio First Party en sus propias consolas, habrá que estar atentos a esa comparativa técnica y observar con nuestros propios ojos si es tan grave. Como os comentamos al principio, nuestra experiencia no ha sido tan mala como afirman.