Dejamos llevar nuestra imaginación y os contamos como sería una conferencia soñada, no pasarán muchas cosas, pero ¿No os gustaría?
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Quedan horas, minutos, segundos contabilizables para que Phil Spencer se abra paso por el escenario de Microsoft en el E3 2017. Llevamos todo el año esperando este momento, el de Scorpio, el retorno de la grandeza, de más juegos, de menos TV, de enmendar errores y empezar de cero. Gloriosos tiempos de cambio se avecinan. Muchos incluso nos hemos puesto a divagar en cómo podría ser la conferencia soñada de Microsoft y nos ha salido este delirio que navega entre el fervor religioso y el éxtasis. Creednos, no somos así, pero nos encanta exagerar.
Ni que decir tiene que este texto solo es un un delirio, una divagación profunda que sabemos que no ocurrirá. Pero ¿que mejor manera de agitar las ganas del E3 2017 que especular con cosas que nos gustaría que ocurrieran? Esta es mi conferencia soñada, ¿Cual es la vuestra?
Que el reloj se pare, abrid paso a Xbox
Se encienden las luces. Sale Phil Spencer con su «campechanía» habitual. Saluda al público. Sonrisas. Phil ha entrado para petarlo y lo sabe. De repente, todo se apaga, un solo foco le ilumina. Vuelve a sonreír y un número sale de su boca: 399 dólares. Un silencio cubre la sala e Internet mientras el público lo procesa, pero no da tiempo, porque las pantallas se incendian con un nuevo video de Project Scorpio. Vítores, aplausos, las páginas de videojuegos caen, Twitter arde, tus vecinos pican en la pared con una escoba para que dejes de gritar, que ya no son horas. Phil pide calma sin perder la sonrisa, ay, pobres, no saben lo que les espera. Otra palabra sale de su boca: “Juegos”. Se vuelven a apagar las luces.
Vemos a un señor japonés avanzando por el escenario. Nos frotamos los ojos, nos palmeamos en la cara. Sí, es él, ¡Hironobu! Lleva sus gafas, la chupa de cuero, ha nacido para estar bajo los focos, es una jodida estrella del rock, bolas de fuego salen a su paso. El responsable de resucitar y hundir la saga Final Fantasy. Maestro y destructor de mundos. Se confiesa: todo lo bueno que dijo sobre Final Fantasy XV era porque le había pagado Square Enix. Pero nunca más. Se acabó. Final Fantasy XV es basura, chicos. Ponzoña de la buena, el juego que deberían haber enterrado en los desiertos de Arizona en vez del ET de Atari.
Yo, Hironobu Sakaguchi, voy a sacar al JRPG del fango en el que se encuentra. Y lo voy a hacer con Lost Odyssey 2. Vuelven las batallas por turnos, los combates aleatorios y las magias, pero las de verdad. Algo estalla en el escenario y aparece una cortina de humo, Sakaguchi ha desaparecido y en las pantallas se ve un tráiler. Cooke y Mack aparecen en sus versiones adultas, a su lado, Sarah y Kaim, inmutables al paso del tiempo. Títulos de crédito, una fecha, 2018. Lloros, fluidos, orgasmos. El viaje de Phil a Japón ha dado sus frutos, ese maldito lo ha conseguido. Las luces permanecen apagadas. Y es que esto no ha acabado, está lejos de hacerlo, y aquí aún nos quedan muchos minutos por quemar.
Otro video. Las imágenes pasan tan rápido, el hype es tan fuerte, que nuestros cerebros se encuentran al borde del colapso mental. Fechas, títulos, exclusivos. Cuphead, Crackdown 3, Sea of Thieves, Forza Motorsport 7, Halo, State of Decay 2, y esto que no para.
Pero hay un as en la manga, un invitado que nadie esperaba. Aparece Milo (no finjáis que os habéis olvidado de él) más definido, con más color en las mejillas, ya no parece que se le haya muerto su madre, de repente, la cámara se acerca, nos metemos dentro de la pantalla, las ropas de Milo han cambiado, ahora porta un atuendo medieval acogedoramente familiar. Coge una luz entre las manos. Pam, double combo break, el nuevo Fable, protagonizado por Milo, primer juego de VR de Microsoft que combinará virtualidad con realidad aumentada. Más lloros, fluidos a litro y orgasmos múltiples de nuestro Jose, que nos ha dejado colgados en el directo de Youtube y se ha ido a hacerle un hijo a Peter Molyneux.
Vuelve a salir Phil Spencer. Se resbala un poco mientras pide que alguien limpie el suelo. La audiencia está en éxtasis. ¿Pero cómo van a poder remontar esto, por Dios? ¿Cómo? “Cuando empezamos nuestras andadas con Xbox…” Phil se pone serio, nostálgico “… No sabíamos que nuestros pasos nos iban a llevar hasta aquí. Hemos conseguido grandes cosas, pero siempre hemos tenido un objetivo: no dejar a nadie atrás. Es por eso, que desde ahora, Xbox One y Project Scorpio serán retrocompatibles con la Xbox Original, y lo que es mejor, todo el catálogo estará disponible en Xbox Game Pass.
Nos vemos el año que viene.” La mirada de Phil está tranquila, sabedor del trabajo bien hecho. Los asistentes se levantan poco a poco del asiento, muchos se han quedado allí tendidos, demasiadas emociones para un solo día. Entonces, las luces se encienden y nosotros nos despertamos. Este es «mi sueño» ¿Cual es el vuestro?