Vuelven los psicópatas, los muertos vivientes en cantidades industriales, las armas más locas y divertidas, las hordas de enemigos infinitas, la infame cuenta atrás, la impresionante Fortune City, el gracejo seco de Chuck Greene, la sensualidad voluptuosa de las "mujeres Capcom" y todo lo que hizo grande a Dead Rising...
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Si hay una palabra que defina esta generación de consolas, esa es reencuentro. Sí que entran novedades al catálogo con cierta frecuencia, pero una de las vías de negocio que más están explotando las compañías son los relanzamientos de títulos pasados. En mayor medida vía remasterización e incluso de remasterización de remasterizaciones previas (de esto Capcom podría dar clases). Lo que viene siendo rizar el rizo de la explotación comercial de un mismo producto a base de continuos lavados de cara del código original. De este modo, nos podemos reencontrar con esos juegos que nos desencajaron la mandíbula cuando la anterior generación daba sus primeros pasitos, con los que poblaron la era de esplendor de 360 o incluso con aquellos juegos que precedieron el lanzamiento de nuestra querida Xbox One.
No vamos a entrar en acalorados debates sobre la moralidad de estas acciones comerciales, así que esto podéis dejarlo para los comentarios o para los foros. La cuestión es que están aquí, los remasters han venido para quedarse y nos asedian en cualquier rincón del bazar o de tu tienda de videojuegos habitual. Y todo esto con el fin de que nos reencontremos con aquellos personajes o historias con las que tanto disfrutamos en un pasado lejano… o cercano.
Este es el caso de Dead Rising 2. La saga mata-zombies por excelencia de Capcom (con permiso de los tres primeros Resident Evil), renace con la primera y segunda entrega junto con el curioso Off The Record. En este análisis vamos a centrarnos en Dead Rising 2 y, como no podía ser de otra manera, nos tocará reencontrarnos con el hombre del ceño eternamente fruncido conocido como Chuck Greene, con la pequeña Katey, con el histriónico Tyrone King y, como no, con la deslumbrante y excesiva Fortune City. Y es que ciudades inspiradas en Las Vegas hay muchas, pero ninguna tan psicótica y tan plagada de muertos vivientes como esta.
Si no lo hiciste en su momento, quizás sea el momento oportuno para montarte en tu motocicleta equipada con sierras eléctricas por primera vez y ponerte a masacrar podridos como si no hubiese un mañana. Todo esto bajo la atenta mirada de la omnipotente empresa fabricante de Zombrex, el único medicamento que puede detener la infección, aunque de manera temporal. Asimismo el virus no solo incrementa el número de caminantes que pulula por la ciudad, sino que genera toda una serie de conflictos apocalípticos por la posesión de la medicina y por la propia supervivencia, pasando incluso por programas de televisión en los que los concursantes se enfrentan contra hordas enormes de zombies para ganar pasta gansa. Amigos de la locura, amigos del desfase, amigos de la destrucción y de las corrientes de flujo sanguíneo salpicando aquí y allá, prepárense porque Chuck ha vuelto para protagonizar su particular déjà vu remasterizado.
Apartado Técnico
Este relanzamiento, que coincide con el décimo aniversario de la saga, tiene como reclamo que corre a 1080p y a 60 frames por segundo. Obviamente es algo que los más puristas del rendimiento técnico agradecerán bastante y que seguro que llama su atención, aunque para el resto no hay mayor aliciente que el hecho de poderlo jugar en Xbox One si en su día no lo hiciste en 360, ya que a nivel de contenido no vas a encontrar nada nuevo que no trajese la versión original que vio la luz en 2010.
No obstante, hay que recalcar que Capcom ha cumplido su objetivo, ya que el juego mantiene el tipo durante todo el gameplay, sin bajadas de frame rate en ningún momento e independientemente de lo que suceda en pantalla o del número de zombis que nos rodeen. Salta a la vista que Dead Rising 2 tiene un rendimiento de lo más solvente nada más comenzar a deambular por el centro comercial de Fortune City, en el que estamos hacinados junto con el resto de supervivientes que se salvó del ataque terrorista del que Chuck aparece como principal culpable.
Sin embargo, las cinemáticas no han sido tan cuidadas como el gameplay, y es en ellas cuando nos damos cuentas de que estamos ante un juego reciclado. Estas cinemáticas no son precisamente escasas ni cortas, y sirven para ponerte en situación en todo momento sobre las misiones principales que debes abordar; así que resulta bastante molesto que no se haya puesto el mismo mimo en ellas que en las partes ingame. Son escandalosos los dientes de sierra que se muestran sobre todo en el sombreado y en las líneas definitorias de algunos elementos, así como nos encontraremos con texturas pobres y que podrían haberse trabajado un poco más para que el resultado final no resultase tan anacrónico. Además, en estas secuencias, las escenas muestran una especie de filtro de disolución que emborrona la imagen y que, aunque es bastante discreto, desentona con el tono más vivo que se muestra cuando volvemos a controlar a Chuck.
Por otro lado, un aspecto que ha envejecido muy bien en el título, teniendo en cuenta que han pasado seis años desde que viera la luz, es el motor de generación de zombies que incluye el programa, tan exigente y complejo que resulta complicado encontrar zombies clónicos entre la marabunta que asola la ciudad. Al igual que sigue asombrando la ingente cantidad de elementos, personajes y enemigos que puede mover el juego en tiempo real sin que se resienta a nivel técnico. Es al salir al exterior cuando nos encontraremos con mayor número de podridos, hasta el punto de que la horda llega a perderse en el horizonte. Por último, comentar que los tiempos de carga se han reducido de un modo notable. Tanto es así que no te da tiempo ni de leer los consejos que aparecen en la pantalla de carga.
Jugabilidad
Dead Rising 2 (y en general toda la saga), es uno de esos juegos que no tiene términos medios. O te encanta o lo detestas. Esto se debe a una jugabilidad en la que la contrarreloj que pende sobre tu cabeza cual espada de Damocles, es el elemento principal del que gira todo lo demás. El tiempo cobra una importancia vital en el juego y será precisamente lo que menos te sobre. Así pues cobra mucho peso el perfil de jugador. Si eres de los que disfruta sacando todos los logros, de los que desean completar todas las misiones principales y secundarias, o si eres de los que gustan de explorar con tranquilidad el entorno y desbloquear todas las zonas del mapeado, Dead Rising 2 te va a generar frustración a espuertas y por toneladas.
Esto se debe a que las misiones las irás desbloqueando atendiendo a las llamadas de tu intercomunicador y todas ellas tienen un tiempo definido para acudir al lugar en el que sucede el evento y resolverlo. Si no llegas a tiempo, habrás perdido la posibilidad de cumplir esa misión. Podrás retomarla en una segunda partida, pero en la actual ya te puedes ir olvidando. Y resulta que la tónica habitual es que tengas entre tres o seis misiones en el hud a la vez, pero es que encima las misiones suelen estar muy apartadas las unas de las otras, y tampoco tienes demasiado tiempo para organizarte, ya que mientras miras el hud o abres el mapa, el juego no se detiene y se te puede echar encima algún zombie descarriado.
Son la sensación de desespero, de estrés continúo, la obligación de estar en constante movimiento, lo que tanto gusta paladear a los fans de la saga, que también alaban la posibilidad que ofrece el juego de pasar de todo y ponerte a hacer el gamberro cual componente de Jackass. Solo que esta vía de juego entra en conflicto con la de pasarte la historia, ya que si te dedicas a procrastinar por Fortune City, si te pierdes de tienda en tienda para cambiarte de atuendo o si te entretienes demasiado en crear nuevas armas, la cuenta atrás de la misión principal en curso puede llegar a cero. Y teniendo en cuenta la cantidad de objetos y armas disponibles, así como la enorme lista de combinaciones entre ellas que puedes montar, sin olvidarnos del enorme catálogo de ropa que te puedes poner y la cantidad de bebidas combinadas que funcionan como powerups que puedes preparar, acaba siendo casi imposible no perderse por Fortune City y olvidarte de las misiones.
Respecto al sistema de mejora del personaje mediante puntos PP, decir que resulta muy adictivo, ya que realmente las posibilidades de sobrevivir de Chuck están estrechamente ligadas al desbloqueo de nuevos ataques y acciones, así como el aumento del inventario y de los cuadros de vida, que solo pueden obtenerse subiendo de nivel. Los puntos se consiguen matando zombies a diestro y siniestro, cumpliendo misiones y rescatando civiles; siendo esta última opción la más odiosa y molesta de todas y, curiosamente, la que más experiencia nos otorgará. Y es que la inteligencia artificial de los personajes que rescatas es bastante limitada. Ya se mejoró respecto a la primera parte, pero es que resultan unos auténticos incompetentes para defenderse a sí mismos. Incluso aunque les hayas dado la más potente de tus armas, constantemente tendrás que volver sobre tus pasos porque al superviviente de turno que estás escoltando le ha cogido un zombie y es incapaz de quitárselo de encima. Pero lo peor es que como hay fuego amigo, al atacar al zombie que le agrede, acabarás haciéndole daño casi con toda probabilidad.
En última instancia, hay que decir que el juego se supera a sí mismo en el modo cooperativo, convirtiéndose en un verdadero vicio si lo juegas con un amigo con el que estés bien sincronizado, porque si cooperas con desconocidos corres el riesgo de toparte con el típico player-cojonero cuyo único objetivo es echarte a perder la partida a toda costa. Del multiplayer competitivo, llamado Terror Is Reality, que ya se incluía en el juego original, no podemos comentar gran cosa, ya que nos ha sido imposible conseguir el número suficiente de jugadores para iniciar partida.
Duración
Dead Rising 2 es largo. Mucho. Y no nos referimos al modo historia en concreto, el cuál puede completarse relativamente pronto si te centras en las misiones principales, sino mas bien porque es un juego altamente rejugable. De hecho es imposible desbloquear todos los logros en la misma partida. Además, el modo cooperativo acaba siendo un modo ideal para matar horas en compañía aniquilando zombies por el mero placer de hacerlo y sin pretensiones de avanzar en el argumento. Solo por lo divertido que resulta desmembrarlos, mutilarlos, reventarlos y aplastarlos con los diferentes tipos de armas que podemos construir, ya te salva una de esas tardes tontas en las que no te apetece entretenerte con propuestas rebuscadas.
El multijugador también nos mantendrá pegados al mando con los diferentes tipos de pruebas, siempre y cuando la gente se anime a adquirirlo y haya más jugadores copando los servidores de los que hay actualmente. Hay que tener en cuenta que el juego ha salido a la vez que Dead Rising y Dead Rising 2 Off The Record, y es lógico que no todos los usuarios estén centrados en Dead Rising 2, y esto seguro que dispersa mucho las posibilidades de encontrar gente entre para competir.
Conclusión
Vuelven los psicópatas, los muertos vivientes en cantidades industriales, las armas más locas y divertidas, las hordas de enemigos infinitas, la infame cuenta atrás, la impresionante Fortune City, el gracejo seco de Chuck Greene, la sensualidad voluptuosa de las “mujeres Capcom” y todo lo que hizo grande a Dead Rising 2 en una versión técnicamente mejorada, ideal para todas aquellas personas que no jugaron al original en su día.
Por desgracia, la excusa de jugarlo a 1080p y 60 fps nos resulta demasiado pobre como para justificar los 19,90 € que hay que regalarle a Capcom por disfrutarlo de nuevo, salvo que seas un fan acérrimo. En ese caso no te harán falta demasiadas excusas para sacar la tarjeta de crédito y pasar por caja. El resto quizás hubiésemos esperado una versión con contenido exclusivo o inédito y lamentablemente no es el caso. Pese a todo, Dead Rising 2 demuestra que el paso del tiempo no le ha sentado nada mal y que a día de hoy sigue siendo un título muy recomendable.
Pros | Contras |
* El juego se mantiene estable y se notan los 1080p a 60 fps… | * … salvo en las cinemáticas. |
* Muy rejugable y muy ameno en cooperativo. | * A día del análisis, el Multijugador competitivo es un desierto. |
* La jugabilidad y el motor de generación de enemigos resultan tan frescos y sorprendentes como hace seis años. | * Carencia de contenido exclusivo o inédito. |
* Los psicópatas siguen teniendo la misma fuerza, carisma y carga dramática de siempre. | * Coger un objeto que esté justo al lado del otro puede resultar una odisea. |
* Frenético, intenso, apremiante, loco, agobiante… | * … si te gusta tomarte tu tiempo y completar los juegos exprimiendo cada misión, puedes llegar a odiar la dichosa cuenta atrás. |
*Gracias a Koch Media por proporcionarnos el material para la review.