Evita el desgaste prematuro de tus sticks analógicos y recupera la precisión de tu mando sin necesidad de reemplazarlo.
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El llamado “drift” en los mandos de Xbox es uno de los problemas más frustrantes que pueden afectar a la experiencia de juego. Ocurre cuando los sticks analógicos se mueven solos, sin que el jugador los toque, provocando movimientos erráticos en pantalla. Aunque es más habitual en modelos con mucho uso, también puede aparecer en mandos relativamente nuevos por factores como el polvo, el sudor o incluso pequeños defectos de fabricación.
Por suerte, existen formas de prevenir el desgaste y soluciones que pueden aplicarse antes de pensar en comprar un mando nuevo. Ya sea que juegues en Xbox Series, Xbox One o PC con un mando oficial, esta guía te será útil para mantenerlo en buen estado y solucionar los problemas más comunes de drift.
Cómo evitar y corregir el drift en mandos de Xbox
1. Limpieza regular sin desmontar el mando
Uno de los motivos más frecuentes del drift es la acumulación de suciedad o grasa en la base de los sticks. Para prevenirlo, es recomendable limpiar los bordes de los sticks con un bastoncillo ligeramente humedecido en alcohol isopropílico. Gira suavemente el stick en todas las direcciones mientras limpias la base. Esto puede eliminar residuos que interfieren en el contacto con los sensores.
2. Calibración del mando desde la consola o el PC
En algunos casos, el drift puede deberse a una descalibración del stick. En Xbox, puedes ir a Configuración > Dispositivos y conexiones > Accesorios y seleccionar “Configurar” para recalibrar. En PC, con la app de Xbox Accesorios o el Panel de control, accede a la opción de calibración manual. Esto puede ayudar si el mando registra valores incorrectos de forma constante.
3. Evitar golpes, presión excesiva y ambientes húmedos
Prevenir el drift también pasa por un uso adecuado. No presionar con fuerza los sticks, guardarlos en fundas cuando se transportan y mantenerlos alejados del polvo o la humedad son buenas prácticas. También se recomienda no dejar el mando boca abajo o apoyado sobre los sticks.
4. Uso de aire comprimido y herramientas específicas
Si el drift persiste, puedes aplicar aire comprimido en la zona base del stick para expulsar partículas internas. Existen también kits de reparación con contactos adhesivos o lubricantes específicos para mejorar el tacto y la respuesta de los sticks. Son soluciones intermedias antes de abrir el mando.
5. Reparación oficial o sustitución de piezas
Si todo lo anterior falla, y el mando está en garantía, puedes solicitar una reparación o reemplazo desde la web de soporte de Xbox. En el caso de mandos fuera de garantía, algunos modelos permiten reemplazar únicamente los módulos de sticks analógicos si se dispone de las herramientas adecuadas o si se trata del modelo Elite Series 2, que admite recambios modulares.
Experiencias
Lo comento porque me ha pasado. No hay nada más molesto que estar apuntando con precisión en un shooter y que el stick se mueva solo. En mi caso lo resolví con una limpieza a fondo y un poco de aire comprimido, sin necesidad de abrir nada. Desde entonces intento mantenerlo limpio y no dejarlo apoyado boca abajo. Espero que si te ha ocurrido, esta pequeña guía también te sirva para alargar la vida de tu mando sin gastar más de la cuenta ni volverte loco.
