ClusterPuck 99 es un curioso juego de habilidad cuya simpleza es una de sus mejores bazas.
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Siempre es una buena noticia que el catálogo de la store de nuestras consolas se nutra con muchos de los títulos que han visto la luz en la plataforma Steam. La verdad es que aquel famoso dicho que dice: “¡Cuantos más seamos más reiremos!” suele ser bastante cierto y pocos detractores tiene, pero no estaría de más que los juegos que vayan llegando sean productos que presuman de la mayor calidad posible. Esto lo decimos porque ClusterPuck 99 es una propuesta digna y de interés para un determinado sector de jugadores que demandan este tipo de juegos, sin embargo, y como desgranaremos más adelante, parece que el concepto se ha desarrollado satisfactoriamente con la pega de que, una vez ejecutado, no se le ha sabido dotar de un contenido acorde que retroalimente la experiencia y amortice el precio abonado por él.
PHL Collective, el estudio desarrollador y editor de ClusterPuck 99, irrumpe en Xbox One con un proyecto que nos recuerda bastante a #IDARB. Al parecer, este peculiar subgénero deportivo está haciendo furor y empieza a tener bastantes seguidores. Según comentan sus propios creadores, la idea de su desarrollo surgió casi de manera accidental. Uno de los programadores trajo a la oficina una primera y primitiva versión que acabaron utilizando para jugar entre ellos a la hora del almuerzo y, tras casi un año entreteniéndose con él fuera de la jornada laboral, se llegaron a la conclusión de que si era divertido para ellos, quizás lo fuese para el resto de jugadores, así que decidieron ponerse manos a la obra para pulirlo y convertirlo en un producto distribuirle.
Sí, amigos, este es un juego que tiene un origen muy parecido a los que se lanzaban cuando esto del ocio digital comenzaba a despuntar como uno de los entretenimientos más rentables, allá por el último tercio del siglo pasado, cuando unos cuantos amigos tenían una genial idea y se encerraban en un garaje, una oficina o donde fuese, y trabajaban como chinos hasta que parían el juego con el que tanto se habían ilusionado. Se cuentan cientos de anécdotas sobre cómo acabaron desarrollándose un montón de las joyas de recreativas y compatibles cuando esto de las consolas no había empezado a extenderse aún. La historia que cuenta PHL Collective sobre esta producción, tiene ese encanto y regusto añejo que nos hace acercarnos hacia él con bastante curiosidad.
La iniciativa ID@Xbox sigue creciendo con títulos como este y todo parece apuntar a que la maquinaria funciona a todo tren. Ahora solo queda saber cómo encaja ClusterPuck 99 en todo esto, y si estás interesado en conocer más detalles, no te quedará más remedio que seguir leyendo el análisis.
Apartado Técnico
La primera decepción que nos llevamos con ClusterPuck 99 es que a nivel visual la sobriedad ahoga al jugador desde la primera toma de contacto. Desde un inicio te das de bruces con una pantalla de apertura y unos menús monocromáticos acompañados, eso sí, de una música muy marchosa que nos recuerda a algunos de los títulos más reconocidos de SEGA, como Jet Set Radio, por ejemplo. Y menos mal que la banda sonora brilla de ese modo, de lo contrario comenzaríamos a jugar con el ceño fruncido.
Y es que independientemente de que un juego sea un indie, un arcade o un retail, hay que pensar que los jugadores, ante todo, somos personas y, aunque parezca inapropiado decirlo, el ser humano siempre se crea una idea mental de lo que ve a primer vista, y la que nos hemos hecho nosotros cuando hemos iniciado el juego no fue como para tirar cohetes.
Luego, cuando empiezas la primera partida, la cosa no mejora demasiado. La misma sobriedad lo anega todo a tu alrededor y el apartado sonoro es sobre el que aporta la sal al asunto. Lo peor es que el el título incluye hasta treinta y dos campos de juego en los que disputar tus enfrentamientos con tus amigos o contra la IA, sin embargo todos están diseñados con los mismos colores tristones, sin ningún tipo de efecto lumínico, o de cualquier otra índole que insufle espectacularidad a cada partido. Para colmo, los fondos son monocromos y adolecen de ser completamente planos y de no disponer de ni un solo detalle con el que alegrarnos la vista.
Desde la redacción estamos convencidos de que esto se ha hecho adrede para que la atención de los jugadores se centre en lo que está pasando en el terreno de juego pero, en realidad, lo que han conseguido es desarrollar un producto que parece estar incompleto y que carece de cualquier tipo de carisma. Es una verdadera lástima, sobre todo si tenemos en cuenta que con la gran cantidad de títulos descargables que acumula Xbox One, y la avalancha que se nos viene encima a lo largo de los próximos meses, muy crudo lo va tener este ClusterPuck 99 para hacerse un hueco y asomar la cabeza entre el resto de la oferta del catálogo.
Por lo demás, el juego rinde a buen nivel, algo lógico y normal, ya que con la poca carga gráfica que tiene, cualquier problema técnico que apareciese habría conseguido lastrarlo y convertirlo en un producto muy mediocre. En cuanto a un fallo que hemos detectado, y que nos parece realmente curioso, es que en algunos campos de juego tu puck puede caer al vacío desde cualquiera de los borde de la pista pero, curiosamente, si disparas el disco contra esos mismos bordes, este rebota como si hubiese una pared invisible o un campo de fuerza (también invisible) que impide que caiga tal como tú lo harías. No es un error grave ni un fallo mayor, pero resulta curioso que ninguno de los desarrolladores cayese en la cuenta.
Jugabilidad
Aquí creemos que no debemos andarnos con rodeos: ClusterPuck 99 es un juego divertido, y mucho, pero hay que remarcar un matiz, y es que te divertirás con él si lo juegas con amigos. Esto se debe a que el título no dispone de modo campaña o liga, con lo que su baza reside en el multiplayer. Este es otro de los handicpas del juego y que se viene repitiendo con demasiada frecuencia en otro títulos, y es que seguimos sin explicarnos cómo se les ocurre a los estudios desarrolladores lanzar un arcade deportivo orientado al multijugador, sin opción de juego online. No es una postura hipócrita exigirlo, porque muchas veces se recrimina que se sobreponga el online al multiplayer en la misma consola, pero ¿por qué diablos no pueden coexistir los dos y que luego cada uno elija la opción que prefiera?
Está muy bien que se puedan jugar partidos con hasta ocho jugadores, pero seamos sinceros y reconozcamos que pocos somos los que tenemos ocho mandos en casa o que podamos traernos a siete amigos, cada uno con su mando, para echar una partida. No, la verdad es que hoy en día no solo jugamos con gente de nuestro país, sino de todo el globo, así que es harto improbable que tus amigos de Estados Unidos o de la Vielorusia Occidental cojan un vuelo charter movidos por las ansias de organizar una party en tu casa en torno a este juego.
Respecto a los controles, se hace un poco difícil apuntar a la hora de disparar el disco para marcar tanto, pero si utilizas el stick izquierdo para dirigir el disparo, podrás hacerlo incluso sin moverte. En cuanto a las acciones disponibles solo podrás embestir y disparar, además de moverte claro, y la mecánica de juego se reduce a esquivar obstáculos, a tus rivales y a marchacarlos a base de goles, con lo que estamos ante un juego asequible para todos los públicos.
Si analizamos los modos de juego, son muy escasos y se juegan del mismo modo y con las mismas reglas, así que la simpleza es la bandera con la que se envuelve ClusterPuck 99. Solo el modo desafío se sale un poco de la norma. Se trata de nueve pruebas de un jugador, en las que en cada una de ellas deberás afrontar un reto determinado, tales como superar una tanda de penaltis sin que te marquen más de siete goles, derrotar a un equipo rival controlado por la IA, superar un área de tiro al blanco en contrarreloj o llegar a la salida de un laberinto plagado de trampas. Puede parecer muy divertido y variado, pero no es así. Recordemos que son tan solo nueve desafíos en los que además solo es necesario conseguir la medalla de bronce para desbloquear el siguiente, cosa que no supone ninguna dificultad.
Duración
De nuevo la claridad, al igual que la sencillez es la marca del juego, será nuestra manera de valorar a ClusterPuck 99, así que lamentamos informaros de que el juego es extremadamente corto. En poco más de una hora te habrás pulido los desafíos y a partir de aquí solo te quedará el multijugador o echar partidos contra la IA hasta que te canses. De nuevo se echa en falta un modo carrera o liga que le de un mínimo aliciente para jugar solo.
Destacar que dispone de un editor que te permite construir tus propios terrenos de juego. Es bastante intuitivo y te permitirá crear nuevas canchas con las que podrás sorprender, disfrutar y retar a los colegas y alargar así su vida útil (la del juego, no la de tus amigos, claro). En cuanto al multiplayer, dispondremos de un total de treinta y dos campos en los que batirnos en duelo, que no es moco de pavo. Cada uno tendrá sus trampas y sus peculiaridades propias, lo que os invitará a ir variando entre ellos constantemente.
En cuanto a los logros, ClusterPuck 99 es un juego bastante sencillo de completar, salvo en un par de logros en los que tendrás que conseguir la medalla de oro en el desafío relacionado. El resto es coser y cantar y no deberían demasiados quebraderos de cabeza.
Conclusión
Es una lástima que títulos como este no lleguen al nivel de calidad que se esperaría de ellos por no haberle dedicado mucho más tiempo de desarrollo. No está mal lo que han conseguido en un año, pero el juego pide a gritos mucho más contenido del que trae por los 14,99 € que cuesta, lo que puede considerarse un precio muy elevado y que a muchos llevará a pensarse detenidamente su compra.
Por otro lado, si tienes siete amigos esperando un juego directo, sencillo y divertido en el que poder competir juntos, ese mismo dinero lo estirarás cual chicle y tendréis un centenar de horas de diversión asegurada, sobre todo si echáis manos del editor de niveles.
Por desgracia, no podemos pasar por alto en nuestra valoración, el hecho de que forzosamente tengas que disponer de varios colegas cercanos para poder disfrutarlo plenamente, ya que esto lo que hace es dejar de manifiesto, de manera aún más palpable, que en realidad le falta bastante contenido.
*Gracias a PHL Collective por habernos proporcionado el código para la review.
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Gráficos48/100
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Jugabilidad65/100
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Duración70/100