El Modo Descubrimiento de Assassin's Creed Origins ha abierto al veda del videojuego como unidad didáctica en títulos Triple A y con comercialización por entretenimiento. ¿Quién dijo que con los videojuegos no se aprendía?
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Videojuego: “Dícese de un dispositivo electrónico que permite, mediante mandos apropiados, simular juegos en las pantallas de un televisor o de una computadora” Esta es la definición de un videojuego según la Real Academia Española. Un dispositivo, de carácter electrónico, que mediante sus diferentes periféricos nos permite “jugar” en monitores. Un videojuego para la Real Academia Española no incluye los clichés ínfimos que la prensa o –desgraciadamente- el propio Gobierno da por hecho sobre ellos. Vicios por doquier, ludopatía, descontrol emocional, no apto para cualquier público, desmejora de atención, generador de violencia y una multitud de un sinfín de calificativos que dan al videojuego una imagen absolutamente sesgada de lo que puede llegar a ser.
Con un riguroso control de edades a distintos niveles, los videojuegos toman las medidas más sensatas para clasificarlos en tramos de consumición. Al igual que con las películas cuando son clasificadas por edades. A nadie se le ocurre llevar a un niño o niña al cine a ver una película gore, ¿no es así? O quizás tampoco es apropiado darles un libro de miedo a los más pequeños. El nuevo arte que los videojuegos crean aún está en proceso de ser soportado por la mayoría de la población como bien cultural normalizado, y así dejar de lado los prejuicios que ello conlleva. ¿Quién no ha aprendido sobre la Guerra Fría y las consecuencias nucleares que podría haber tenido la misma con la saga Fallout? ¿Quién no ha mejorado sus conocimientos sobre los diferentes parajes arqueológicos del planeta con Lara Croft? ¿Es que acaso no mejoramos nuestras habilidades de atención o psicomotricidad fina en títulos que requieren de mucha destreza como Hyper Void? ¿Es que un niño o un adulto no mejoran su inteligencia espacial creando ciudades, pueblos y estructuras de todo tipo en Minecraft? ¿Nadie ha aprendido a identificar sus sentimientos con juegos como Life is Strange o en los momentos más emocionantes de la saga Final Fantasy? ¿No hemos aprendido a diferenciar entre la realidad y la ficción en distopías como BioShock?
Una nueva luz y un rayo de esperanza para despejar las dudas de los más escépticos han llegado ayer mismo. Assassin’s Creed Origins aterrizó en consolas a finales del pasado año. La aventura más completa de la saga hasta la fecha, nos llevó a explorar el Antiguo Egipto de la manera más rigurosa que podríamos pedir en esta época. Quienes han jugado al título, han podido conocer las grandes metrópolis del Mediterráneo Oriental, como Alejandría, Memphis o Cirene, han podido compartir momentos con nobles personalidades –que no os queremos desvelar todas- y disfrutar de la aventura inmersiva a más no poder dentro del centro económico de la Antigüedad. Pero, ¿qué es lo nuevo que ha llegado? El Modo Descubrimiento, una reliquia a guardar en nuestras retinas.
El Modo Descubrimiento es un sistema sin batallas, donde las principales misiones transcurren en el mapa de Assassin’s Creed Origins. Pero no tendremos que perseguir a un rufián, no tendremos que ejercer la venganza para poder seguir avanzando. No. El objetivo principal del Modo Descubrimiento es “aprender”. Origins tiene todo lo necesario para ser una enciclopedia interactiva, y que a partir de sus dosis de jugabilidad, vamos aprendiendo en pequeñas dosis sobre lo que recorre en las vidas de los egipcios, griegos y romanos de la época Ptolemaica tardía. En el Modo Descubrimiento, este sistema didáctico es más puro si cabe.
Las misiones serán recorridos hechos a medida que nos ponen en la piel de un espectador con ganas de aprender. En esos recorridos podremos aprender sobre la Biblioteca de Alejandría, la disposición de sus calles, la creación de las pirámides, las decodificaciones de los jeroglíficos, la vida cotidiana de los habitantes y un muy largo etcétera.
Horas y horas de un modo de juego que es perfecto para aquellos que quieran aprender sobre todo lo que rodeaba esa época, y, a su vez, muy amigable para los más pequeños de la casa, que aún no se han iniciado al videojuego y que puede servirles como el primer contacto con la historia egipcia en una interactividad única, preciosa, indescriptible y necesaria.
Gracias a esta experiencia interactiva, hoy muchos podrán aprender de una forma única, metiéndonos en la piel de un egipcio. Estando de lleno en la historia, viviéndola y siendo explicada para todos los públicos. Gracias a un videojuego podría despertar la sensibilidad de un futuro historiador, de un futuro médico o investigador.
¡Gracias videojuegos! Lo de hoy es solo un paso más.