Vikings: Wolves of Midgard tiene todos los elementos de un buen action RPG, y encantará tanto a los fans del género como a los jugadores que se sientan atraídos por la mitología vikinga.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Scholar’s Mate – Cuando el psiquiátrico se convierte en una escape room
- Análisis de Shadows of the Damned: Hella Remastered – De regreso al inframundo a cazar demonios
- Análisis de Starship Troopers: Extermination – No caen del cielo pero también pueden con los bichos
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
¡Ay, los Vikingos! Ese grupo de pueblos cuyos navegantes y guerreros escandinavos realizaron numerosas expediciones por las costas de la Europa occidental en los siglos VIII y XI. Bueno, expediciones sería una forma fina de decirlo, claro, pues todo el mundo sabe que los Hombres del Norte fueron despiadados saqueadores, tan curiosos como sanguinarios, y deseosos de salir de sus frias tierras para conquistar y descubrir otras (América incluida, Colón llegó tarde digan lo que digan).
El mundo actual no sería el mismo sin los Vikingos, sin sus políticas libertarias en los que la mujer tiene un papel importante más allá de procrear y cuidar de unos hijos y una casa, sin la avanzada tecnología de sus Drakkar, o sin sus inteligentes estrategias de guerra. En los últimos años, la figura de esta civilización se ha popularizado gracias a la serie del canal Historia, Vikings, en la que se cuentan las vivencias de Ragnar Lodbrok, quien guiado por el signo de sus dioses, y junto a su esposa y no menos guerrera Ladgerda, inició todas estas incursiones y pillajes.
Casi todo en el universo será destruido. ¿Y quien va a evitar esto? Tú. - ¡Comparte!
Parece que algo de esta historia inspiró a Games Farm y Kalypso Media, para lanzar un videojuego basado en la mitología nórdica y en un punto concreto de ella, el Ragnarök, la batalla del fin del mundo emprendida entre los dioses liderados por Odín y los gigantes de fuego liderados por Surt, a los que también se les unen los jotuns liderados por Loki. No sólo los dioses, gigantes, y monstruos perecerán en esta conflagración apocalíptica, sino que casi todo en el universo será destruido. ¿Y quien va a evitar esto? Tú.
Con este recurrente argumento empieza Vikings: Wolves of Midgard, un juego de acción y rol con farmeo de recursos y objetos, en el que machacaremos hordas de enemigos, mientras subimos de nivel y poder a nuestro guerrero, el cacique del Ulfung, el clan de los lobos.
Apartado Técnico
Estamos ante un ARPG de perspectiva cenital, y el primer contacto visual y sonoro es positivo. Desde el primer instante se siente y se palpa la ambientación de la Escandinavia medieval. Sus escenarios son muy variados y recorrer cada mapa en su totalidad nos va a llevar no solo tiempo, sino una gran satisfacción, ya que muy pocos elementos se repiten. Si algo tiene este título es una gran variedad y originalidad de escenarios y enemigos de todos los tamaños y niveles. Visitaremos tanto las propias tierras heladas como costas, pantanos, bosques, cuevas, grutas, aldeas, castillos, puertos navales, y un sinfín de localizaciones en los que su agresiva climatología entrará en juego afectando a nuestro héroe. Gráficamente cumple, aunque en las texturas y la iluminación ha podido ser algo mejor, más nítido, más vistoso. Se agradecen las animaciones esporádicas de las muertes tiñiendo el suelo de sangre, aunque da un poco la sensación de borrosidad si nos fijamos mucho en el personaje cuando está parado, pero creerme, casi nunca vamos a estar parados.
Las melodías acompañan perfectamente a todo este envoltorio ambiental, y los temas entonados por las valkírias hacen lo propio en los momentos más intensos y épicos de la aventura. Este apartado en general luce bien, y tan orgullosos están de ello en el estudio, que se ha incluido la BSO digital al comprar el juego en formato físico. En cuanto a las voces, éstas vienen en inglés, pero son puramente presenciales, limitando a nuestro personaje a clamar a sus dioses o a expresar que tiene frio (nos ha jodío el vikingo). Igual de presencial es el narrador que entre misión y misión nos cuenta una historia de la que perderemos el hilo rápidamente, aún leyendo los textos de introducción, pues no solo están implementados de un modo un poco parco, sino que además no se han esmerado mucho en traducirlos, ya que tienen errores de bulto que nos harán esbozar más de una sonrisa pensando en que más que Vikingos, parecen Indios Sioux.
Con respecto al rendimiento, en ocasiones aparecen tirones, especialmente al atravesar puentes, portales y puertas. No es que sea un efecto muy tedioso o molesto, pero queda ese sabor amargo de que podría estar mejor optimizado. De todos modos no afecta a la jugabilidad, de la que paso a hablar a continuación.
Jugabilidad
Sin duda este es el punto más interesante del juego y el motivo para comprarlo o no tras todo lo mencionado. Quiero destacar que Vikings: Wolves of Midgard es un más que digno clon de Diablo, bebe de muchas de sus mecánicas, su sistema de crecimiento del personaje guarda muchas similitudes, pero tiene muchos matices para valorarse como un juego diferente. La comparativa con la legendaria saga de Blizzard es lógica, y es fácil mirarla de reojo, pero no puedo basar este análisis en ello, pues sería injusto para todos.
Una vez instalado el juego que ocupa unos 6 GB, lo primero que haremos será crear un héroe. Para ello disponemos de un editor decente, teniendo en cuenta que a nuestro personaje lo veremos desde la perspectiva cenital. Esto quiere decirse: un sexo, un peinado, tatuajes si o no, y al turrón. Pero antes de pasar a la presentación, deberemos elegir a qué deidad querremos seguir de inicio, cada una de la cual, irá ligada a un estilo de lucha y tendrá un árbol de dones propio. Por ejemplo, si queremos seguir a Thor, lo haremos blandiendo martillos, hachas o espadas a dos manos, en el caso de Loki, armas de una mano, y en el caso de Odín, bastones y báculos. La sangre que recojamos de nuestros enemigos será ofrecida en sacrificio a nuestro Dios, quien nos otorgará aumentos de nivel y puntos de don que utilizaremos en dicho árbol, y que irán desbloqueando las habilidades y poderes que se sumarán después a los botones del mando. Todo esto junto al medidor de la furia berserker que podremos ejecutar cuando éste se llene.
En nuestro pueblo encontraremos varios personajes que nos ayudarán a crecer, como el herrero de armas, el herrero rúnico, el sastre, la sacerdotisa y el constructor de barcos; quienes a su vez requerirán de los materiales que vayamos recogiendo para aumentar su nivel y poder de creación. Gracias a ellos podremos forjar mejor equipamiento y armas para nuestro personaje.
Las misiones y su historia, son mera excusa para machacar a todo bicho y Dios viviente que se nos ponga por delante. Se trata de ir por un mapa muy intuitivo, seguir las indicaciones que se nos muestran en pantalla, hasta llegar al jefe, derrotarlo, y volver a la aldea a dejar todo lo hayamos saqueado. En algunos escenarios deberemos tener cuidado con el entorno. Nuestro héroe pasará frio en paisajes congelados, se envenenará en pantanos infectados y se electrocutará con los rayos. Tarea nuestra será parar a descansar por las zonas determinadas para anular esos efectos. En algunas ocasiones se nos presentarán desafíos a modo de puzzle. Ya sea buscando unas palancas que hay que activar para poder tirar un puente, o mover unos engranajes bajo un patrón rúnico para abrir una puerta. No es que sean muy sesudos, pero aportan algo diferente a este tipo de juegos, en los que tanto matar y farmear puede llegar a ser cansino.
Duración
Completar la historia principal de Vikings: Wolves of Midgard lleva algo más de 15 horas. Cuenta con modo cooperativo para dos jugadores (ojo, solo online), modo PVP 1 vs 1, y 4 niveles de dificultad, por lo que su rejugabilidad está fuera de toda duda. Durante la misma, tenemos a libre disposición unas misiones con objetivos de cacería que nos reportarán recursos en caso de faltarnos algo para hacer crecer a nuestro pueblo, o para conseguir mejor equipamiento y hacernos más duchos en el sistema de combate elegido.
Para los completistas, sus logros son laboriosos, algunos requieren hacer todos los desafíos de cada mapa, como matar a un número de enemigos concretos, destruir tótems o romper estandartes. Lograr todo esto, más subir los suficientes niveles como para dominar todos los dones de las cinco deidades (Thor, Loki, Odin, Skathi y Tyr), recoger todos los artefactos del juego, y completar todas las misiones de caza, garantizan horas para rato.
Conclusiones
Vikings: Wolves of Midgard tiene los toques de un buen action RPG, y encantará tanto a los fans del género como a los jugadores que se sientan atraídos por la mitología vikinga y que disfruten machacando hordas de enemigos, farmeando materiales, armas, y objetos, para ser cada vez más fuertes. Sin embargo, para quienes solo busquen un juego de acción, puede volverse repetitivo, algo confuso e insulso, teniendo en cuenta que no goza de un gran argumento, que sus textos en español son erráticos, y que su precio de salida es elevado. Si os llama la atención, mi recomendación es que bajéis la versión de prueba de la Xbox Store antes de haceros con él.
*Agradecemos a Meridiem Games el habernos facilitado el código para review de este juego.