Nos enfundamos el mono de piloto para analizar TT Isle of Man: Ride on the Edge, el título oficial basado en la histórica y mítica carrera contrarreloj.
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El Tourist Trophy de la Isla de Man (TT Isle of Man) es el evento de motor más duro, peligroso y excitante del mundo, en el que correr a 300 km/h entre muros, salientes y guardarraíles, aporta a sus carreras un encanto especial y temerario que atrae a miles de aficionados anualmente. Desde 1907, en esta dependencia de la Corona británica se celebra un campeonato contrarreloj, donde los pilotos más atrevidos tratan de realizar el mejor tiempo en un circuito por el monte Snaefell que consta de 60,7 kilómetros, y que está formado por carreteras y tramos que quedan cerrados al tráfico.
Tal vez el motivo por el que esta competición no ha gozado de gran popularidad en los videojuegos, sea debido a su propio formato nicho. SEGA se atrevió en 1995 a lanzar la recreativa Manx TT Superbike que fue porteada en su versión doméstica a Sega Saturn. Posteriormente llegaron algunos otros títulos menores que pasaron sin pena ni gloria, pero Kylotonn Racing Games ha puesto todo su esfuerzo en recrear fielmente esta mítica prueba en las consolas de nueva generación con TT Isle of Man: Ride on the Edge, el único juego que reúne a los pilotos y a los sponsors oficiales, y que gracias a BigBen Entertainment ya podemos darle gas a este análisis.
¿Merece la pena asumir el riesgo? vamos a verlo.
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Apartado Técnico
Vaya por delante que a pesar de que TT Isle of Man no es un portento gráfico propiamente dicho, sí nos llega a Xbox One X con una versión mejorada en 4K (utilizada para este análisis) que en conjunto raya a muy buen nivel. En este apartado cabe destacar que el Kt Engine 3D de Kylotonn y la tecnología laserscan, han permitido al título ofrecer una réplica exacta del recorrido, con una reproducción telemétrica a escala 1:1 que atraviesa los casi 61 kilómetros de una carretera en la que se ha conseguido tener en cuenta cada detalle, mostrando todos los elementos de la pista, de su entorno rural y de su ambientación.
Tanto es así que las condiciones climatológicas se limitan al avance del día, ya que en la actual competición del TT, ante la presencia de lluvia, granizo, u otra condición adversa (excepto destellos del sol o visibilidad de tarde-noche) se da lugar a la suspensión de la misma. La naturaleza de la carrera ya es lo bastante peligrosa, pues en sus 100 años de historia se ha cobrado la vida de más de 250 pilotos, por lo que no cabe la posibilidad de proporcionar más riesgos.
Al tratarse de un juego con licencia oficial, cuenta con todas las marcas y sponsors originales, así como con una ventena de los pilotos más representativos junto a sus propias motocicletas, incluido el 23 veces campeón John Warren McGuinness, que a sus 45 años de edad sigue compitiendo año tras año, y cuya colaboración ha sido crucial en el desarrollo del juego.
En cuanto al sonido, nos encontramos con unas melodías que no destacan y simplemente acompañan sin muchas pretensiones, un doblaje al castellano que aunque hace pocas intervenciones es de agradecer, y por supuesto, el fiel rugido del motor de cada motocicleta. Pero donde verdaderamente destaca e impresiona es con el sonido y el impacto del viento cuando alcanzamos velocidades de más de 300 km/h, que dicho sea de paso, logran transmitir una sensación vertiginosa y realista del movimiento.
Jugabilidad
Tras una presentación que da un poco a conocer la singularidad de este icónico campeonato, pasaréis por un corto tutorial en el que lo más probable es que desbloqueéis vuestro primer logro: «Por los suelos». Ya podéis haceros a la idea que TT Isle of Man: Ride on the Edge apuesta puramente por la simulación, y que como tal, se torna exigente en su curva de aprendizaje. Así que si la paciencia no se encuentra entre vuestras virtudes o esperáis un juego totalmente arcade, ya podéis olvidaros de él antes de dejaros los dientes en el asfalto. Quienes sí estéis hechos a este tipo de simuladores sin duda lo vais a disfrutar, ya que su jugabilidad es muy precisa y disfrutable cuando se logra asimilar.
Cada motocicleta tiene sus propias características, y como siempre en estos casos, de nada nos va a servir tener la más rápida si no sabemos manejarla, así que será importante empezar por los modelos con una mayor estabilidad en la conducción, sacrificando y dejando de lado la velocidad. En este punto será importante controlar los frenos y el gas en las curvas, inclinar al piloto hacia adelante en velocidad punta o hacia atrás en las reducciones, y sobretodo no salirnos de la carretera, ya que el más mínimo roce fuera de pista resultará en un accidente que nos hará perder varias posiciones, y que probablemente ya no recuperemos en lo que reste de carrera.
Esta es una penalización que nos ha parecido demasiado rigurosa, y que convierte al juego en «el Dark Souls de las motos» aun jugando en el nivel de juego más sencillo con todas las opciones en automático. Tampoco ayuda una IA que en algunas situaciones se comporta de un modo absurdamente agresivo, y que no dudará en chocar y hacer que nuestro piloto se vaya al asfalto, mientras que el agresor se va «de rositas» ocupando nuestra posición.
Las pruebas se dividen en dos formatos: «Salida en masa», donde competiremos en parrilla contra otros pilotos al mismo tiempo, y el modo original «TT» en el que correremos en solitario con el objetivo de registrar el mejor tiempo posible a modo de contrarreloj. Podremos recorrer estos tramos de carrera desde cuatro vistas; dos externas con mayor o menor zoom, una desde los propios ojos del piloto y otra desde la cúpula parabrisas, sin duda alguna la más realista.
Duración
En TT Isle of Man disponemos de varios modos de juego con los que acumular bastantes horas, aunque será en el modo carrera donde más de ellas invirtamos. Sin seguir un argumento o una historia al uso, nos presentaremos como un nuevo piloto, compraremos nuestra primera moto de la categoría Supersport o Superbike, y de la mano de nuestro mánager iremos aceptando eventos de carrera hasta conseguir una invitación para el campeonato Isla de Man. La correcta gestión de nuestras finanzas será vital para llevarnos al éxito, ya que de ella dependerá nuestra economía para adquirir nuevas motos en las tiendas, y la posibilidad de acceder a eventos cuya participación requiera de un pago previo. También habrán algunas pruebas especiales que si las ganamos desbloquearán más motos para aumentar nuestra colección en el garaje.
Además de estar pendientes de nuestros ingresos al ir disputando y ganando eventos, no podremos olvidarnos de nuestros fans, que irán en aumento cuanto más y mejor compitamos, y se verán reducidos si quedamos repetidamente en las últimas posiciones o abandonamos carreras. Mientras vayamos avanzando y ganando dinero el juego el juego nos tendrá con los guantes pegados al manillar, el problema llega cuando nos estancamos en su dificultad, o cuando por la propia naturaleza del circuito de 61 kilómetros, los tramos fraccionados acaban dando lugar a cierta monotonía visual.
Contamos con un modo carrera rápida, en el que podremos elegir un tramo y un piloto real con condiciones a elegir, el modo contrarreloj donde pondremos a prueba y trataremos de superar nuestros mejores tiempos, y un modo multijugador para 8 jugadores, que lamentablemente al cierre de este análisis aún no hemos podido probar, ya que no hemos encontrado partidas disponibles ni con desconocidos ni con compañeros de prensa de otros medios.
Hay un cuarto modo llamado modo sidecar que no está disponible en el lanzamiento del juego, pero que desde BigBen nos aseguran que llegará a principios de mayo, cuando se libere con una actualización totalmente gratuita.
Conclusión
TT Isle of Man: Ride on the Edge llega para revitalizar las carreras Supersport y Superbike a un género que parecía aletargado y que necesitaba urgentemente de nuevas propuestas. Lo hace con un simulador que reúne las características necesarias para que los aficionados al motociclismo puedan apreciar la adrenalina que siente un piloto en el circuito más temerario del mundo. La mítica carrera de motos que tiene lugar cada año en la Isla de Man ya tiene su videojuego, sin embargo, no resultará apto para todo tipo de jugadores, ya que su exigente control puede alejar a los que estén buscando una experiencia más directa y placentera.
A pesar de sus carencias y exigencias, TT Isle of Man es el mejor juego de motociclismo al que hemos jugado este último año, así que si lo tuyo son las motos, enfúndate el mono de piloto, dale al gas y al embrague, y arranca esta carrera única e histórica, como nunca antes la habías vivido.
* Agradecemos a BigBen Interactive el material recibido para realizar esta review.