Analizamos Sekiro: Shadows Die Twice, el nuevo juego de FromSoftware dirigido por Miyazaki que nos lleva al Japón de la era Sengoku.
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Sin riesgo a equivocarme, puedo asegurar que el día 22 de marzo es una fecha señalada en rojo en el calendario de muchos jugadores. Hoy, sale a la venta Sekiro: Shadows Die Twice, el nuevo título de la prestigiosa FromSoftware liderada por Hidetaka Miyazaki.
Decir FromSoftware ineludiblemente pondrá en nuestras mentes un nombre: Dark Souls. Sin duda, la llegada de esta saga la cual dio sus primeros pasos en Demons Souls, ha marcado un antes y un después en el concepto de los videojuegos. Lo que empezó siendo un boca a boca entre jugadores, que hablaban de un título diferente, desafiante y con una historia profunda y rica, se ha convertido en todo un referente en el mundo de los videojuegos y, más concretamente en lo que se refiere a los RPG de acción. Tanto es así que hay una tendencia generalizada que presenta a nuevos juegos bajo la coletilla de “el Dark Souls de…”, la cual ha llegado incluso a convertirse en meme por parte de la comunidad.
Llegados a este punto, Miyazaki y FromSoftware han decidido dar una vuelta de tuerca a su exitosa fórmula para presentar en Sekiro un gameplay renovado pero que mantiene la esencia de From de forma inconfundible. El estudio pretende huir de aquello que otros muchos intentan emular, mostrando el enorme carácter y ambición de FromSoftware.
Así pues, Sekiro: Shadows Die Twice nos introduce en una historia que transcurre durante el periodo Sengoku en Japón. Nuestro protagonista, conocido únicamente como el Lobo, es un shinobi que sufre la vergüenza de haber perdido a su señor, un importante personaje que se dice viene de la estirpe del dragón. A lo largo de esta trama, la propia historia nos contará de dónde viene el apodo “Sekiro” y más detalles que para no incurrir en spoilers evitaremos. A diferencia de otras propuestas del estudio, este juego que llega bajo el paraguas de Activision, si que narra la historia de una manera más amigable para el jugador que no tiene que perderse constantemente en detalles ocultos del lore del juego.
Con esta premisa, comenzamos nuestro sendero en búsqueda de nuestro señor, en un viaje que muy seguro no volverás a olvidar jamás, porque Sekiro es de esos juegos que se te quedan en la retina y los retienes para siempre.
Apartado Técnico
Como no podía ser de otro modo y siguiendo la línea a la que nos tiene acostumbrados, FromSoftware nos presenta unos escenarios llenos de detalles, cuidados y sumamente satisfactorios. Huyendo de la fantasía épica, Sekiro nos muestra un Japón medieval en el que tendremos muchos contrastes en el mapeado. Podemos jugar en preciosos paisajes coloridos y llenos de luz, o escenarios en donde predominan los escenarios oscuros y lúgubres en los que podremos ver los estragos de la guerra, ahí veremos cuerpos sin vida, casas quemadas y la miseria que trae consigo una matanza.
Con respecto al tratamiento del mapeado, mencionar que tiene un trabajo fantástico, estando sus zonas interconectadas con sentido y coherencia. A esto, hay que añadir la enorme verticalidad de los escenarios, aplicada para que podamos utilizar nuestro gancho de forma eficiente. Gracias a ello los escenarios se amplían y tendrán una profundidad nunca vista antes en un juego de FromSoftware. Sin embargo si con algo puedo quedarme en este apartado es en la parte artística, que supondrá toda una delicia para cualquiera.
El apartado sonoro, por su parte, es sencillamente sublime en lo que al gameplay se refiere. A esto, hay que añadir una banda sonora deliciosa en su conjunto, con picos que nos pondrán los pelos de punta que contrastarán con segmentos donde la tensión y el suspense serán protagonistas.
Cabe destacar en cuanto al idioma que Sekiro: Shadows Die Twice viene totalmente traducido al castellano, tanto en voces como textos. Eso sí, no puedo por menos que aconsejaros mantener las voces en japonés con textos en castellano. Sin desmerecer la traducción a nuestro idioma, la cual es sobresaliente, Sekiro pide a voces ser jugado en su idioma natal. No os lo perdáis.
Técnicamente encontraremos un juego que tiene una configuración de 30 fps bloqueados y 900p en Xbox One S , la resolución en Xbox One X mejora hasta los 1800p. Es esta parte en donde encontramos algunas sombras de cara al producto final, ya que notaremos pequeñas caídas de frames que sin ser en especialmente molestas, sí empañan un poco el magnífico trabajo que tiene el juego a sus espaldas.
Jugabilidad
El punto estrella de Sekiro: Shadows Die Twice es sin ningún tipo de matiz, la jugabilidad del juego. Este aspecto es santo y seña de FromSoftware y para esta ocasión han dado una vuelta de tuerca a su fórmula, dejando en Sekiro lo que sin duda es el combate más fluido y frenético que ha ofrecido el estudio dirigido por Hidetaka Miyazaki.
Lo primero que llama la atención en Sekiro es el abandono de la barra de stamina. Podremos atacar cuanto queramos sin miedo a que nos quedemos sin energía. Eso sí, sería una elección pésima si queremos mantenernos con vida. El juego propone en sus combates la alternancia entre atacante y defensor, gracias a un sistema de parrys y paradas que ejecutándolas en el momento adecuado, harán mella en la denominada “postura” de nuestro enemigo y le hará vulnerable a un ataque crítico por nuestra parte. Pero esto es un camino de doble sentido: errar en nuestros parry o ver frenados nuestros ataques harán que nuestra propia barra de postura se llene y nos haga vulnerables a nosotros… lo que nos hará morder el polvo. Una suerte de equilibrio para que busques la manera de combatir más apropiada.
Y dejo claro que no encontraremos en Sekiro un RPG al uso. No habrá subida de niveles con diferentes estadísticas, sino que se abrirán ante nosotros diferentes ramas de habilidades que nos harán tener nuevas técnicas para el combate. Un punto de vital importancia para esto será nuestro brazo mecánico, el cual podremos ir ‘tuneando’ con diferentes artilugios que nos darán respuestas para cada tipo de enemigo. Al final del día, Sekiro: Shadows Die Twice nos ofrece una mezcla de estrategia y habilidad perfectamente equilibrada.
Por si esto fuera poco, el juego introduce una nueva mecánica sobre la fórmula convencional, el sigilo. Este elemento muestra la importancia que tendrá durante el juego desde el tutorial, el cual comenzaremos desarmados por completo. Como buen shinobi que eres, tendrás que moverte en las sombras para elegir el mejor momento para atacar, dar esquinazo a nuestros enemigos y ganar ventaja a la hora de iniciar nuestros combates. Olvidad eso de ir espadón en mano acabando con todo lo que se mueve, en Sekiro tendremos que entender nuestro entorno y enemigos para salir airosos del combate.
De nuevo, nuestro gancho será fundamental para este propósito antes mencionado, permitiéndonos ir por tejados, salientes o ramas de árboles para caer con furia sobre nuestros enemigos. En cualquier caso, el resumen para la jugabilidad sería que es enormemente satisfactoria.
Sekiro: Shadows Die Twice… ¡Eso sí es optimismo!
Pero la mecánica protagonista es sin duda la que pone nombre al juego: la capacidad que tenemos de resucitar tras morir. Cuando nos maten, tendremos la opción de revivir en ese mismo momento para seguir luchando. No os confundáis, esto no hace a Sekiro más fácil, sino todo lo contrario. El juego está balanceado a la perfección ante esta mecánica, por lo que tendremos que utilizar esta segunda vida como un recurso más aparte de la barra de salud. Y, para los que aún tengais dudas: sí, el juego es muy difícil y exigente, en la línea de los títulos de FromSoftware, no es apto para todo el mundo en este sentido.
Asimismo, cuando morimos perdemos una cantidad de experiencia y dinero que no podremos recuperar en ningún caso. Además, si morimos y resucitamos muchas veces, una enfermedad se extenderá en el mundo y nos llevará a perder ciertas ayudas.
Mención especial como no podía ser de otra manera a los jefes finales de zona, muy característicos ya por parte del estudio. La gran novedad en este juego es que tras derrotar a algunos de ellos, estos soltarán lo que el juego llama «recuerdos de combate» que sirven para mejorar el ataque. Hay dos ramas de mejora en Sekiro, el brazo protésico y el arte shinobi. Podemos mejorar mediante la experiencia obtenida o con los recuerdos de combate, y gracias al dinero obtenido, podremos comprar mejoras para el brazo mecánico.
Por último, hay que comentar que la exploración será de nuevo algo clave en Sekiro: Shadows Die Twice, por lo que dejará satisfechos a todos aquellos que disfruten de ella.
Duración
Dada la dificultad de Sekiro: Shadows Die Twice, hablar de una duración es algo aventurado porque dependerá de nuestra habilidad y adaptación a las mecánicas. En cualquier caso, es fácil que nuestra primera partida nos lleve a las 40 horas fácilmente, si no más. En resumidas cuentas, Sekiro tiene una duración similar a anteriores juegos de FromSoftware y, sin duda, nos dejará con ganas de más para una segunda o tercera vuelta.
Las diferentes habilidades que podemos probar, la exploración y misiones secundarias nos mantendrán muchas horas pegados a la pantalla. Pero a todo ello suma el característico lore que recolectar y por supuesto los jefes de zona tan característicos que podemos encontrar. Todos estos añadidos harán de este juego una propuesta muy rejugable.
Y es que como todo buen «Souls» que se precie, las estadísticas son importantes para que podamos avanzar, lo cual hace obligatoriamente que tengamos que recoger cuentas de oración para subir de nivel el collar místico y buscar una mejor resistencia ante los ataques. Mejorar el brazo mecánico es también una tarea obligada.
Conclusión
Sekiro: Shadows Die Twice se traduce en una frase: FromSoftware lo ha vuelto a hacer. Sin duda, un serio candidato a juego del año que hace honor a todos y cada uno de los premios que se ha ido llevando hasta la fecha. Difícil, desafiante y con una esencia familiar pero a su vez, completamente renovado en sus mecánicas. Y es que con este juego Miyazaki vuelve a poner a prueba al jugador con eso que solo él sabe hacer, aumentar al máximo esa sensación de recompensa al terminar una zona que te ha puesto contra las cuerdas.
La frustración será parte del camino, el ensayo y error son tareas obligadas. Sekiro te tira al suelo y se revuelca contigo, es un baile con una viuda negra que sabes que en cualquier momento te va a traicionar. Y esto es lo que más gustará a cualquier jugador que busque un desafío porque de eso en FromSoftware saben mucho. De alguna manera el ‘Mago Miyazaki’ sabe como darle a nuestro cerebro la endorfina que necesita mientras no paran de matarnos.
Sin embargo no todo es perfecto, algunas caídas de frame o la cámara que fija a los enemigos son oportunidades perdidas para haber hecho un juego más redondo aún. Además su dificultad es algo que puede alejar a muchos jugadores poco experimentados.
*Gracias a Activision por habernos proporcionado el material para el análisis.
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Apartado técnico90/100
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Jugabilidad95/100
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Duración100/100
Lo bueno
- Completa renovación del sistema de combate manteniendo la esencia FromSoftware.
- Gameplay muy satisfactorio.
- Exploración y lore a la altura.
- Fantástica banda sonora.
Lo malo
- Ligeras caídas de fps.
- Su dificultad es muy elevada, puede alejar a ciertos jugadores.
- La cámara no nos lo pondrá fácil en ocasiones.