Analizamos el controvertido MMO de Rare Sea of Thieves, que ofrece una experiencia única en su clase, centrándose en la experiencia social y la diversión.
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No voy a engañar a nadie, cuando Sea of Thieves fue lanzado oficialmente el pasado lunes (vía Nueva Zelanda) yo ya estaba enamorado del juego. Con más de 100 horas invertidas entre alphas y betas a lo largo de 2017, a poco que la versión final me consuma la misma cantidad de tiempo, será el juego en el que más tiempo haya invertido, superando al ya lejano Fallout 3. Yo ya hubiera pagado por el juego de buscar y entregar cofres del tesoro que teníamos en las sesiones Alpha. Sea of Thieves es un título con unos principios jugables muy sencillos, que confía en la impredictibilidad de la aventura como gancho para mantener a sus fieles.
Sin embargo como simulador de marinerillo el juego es bastante «hardcore», deberemos tener en cuenta todos los aspectos de la navegación, en soledad o ayudados por nuestra tripulación. Izar las velas, orientarlas en el sentido del viento, evitar las rocas repartidas por el mapa, guiarnos con la ayuda de un gran mapa y una brújula al lado del timón, y sobre todo estar ojo avizor por si algún canalla apareciera en el horizonte con la intención de robarnos nuestra carga.
Pero Sea of Thieves tiene mucho más, eso sí no esperes que el juego te escupa en la cara todas sus posibilidades, te coja de la mano y te diga «haz esto, haz lo otro». Sea of Thieves es un mundo a descubrir, lleno de peligros, cuevas submarinas, islas que no aparecen en el mapa, y tipos de enemigo que no aparecen mágicamente en un bestiario de la interfaz indicándote como vencerlos. El juego de Rare te pide, te exige, que uses la lógica, y lo poco que puedas saber de mitología pirata, para hacerte una idea de como debes jugar. Y por supuesto debes decidir como hacerlo. Si quieres ir cumpliendo tus misiones intentando evitar enfrentamientos con otros jugadores, es tu elección. Si prefieres ir a la caza de otros barcos para acecharlos, hundirlos y robar su cargamento, es tu elección. Por supuesto que el resultado de tus acciones sea el éxito o el fracaso, no dependerá solo de ti. Y ahí es donde Sea of Thieves se convierte en un juego realmente especial.
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Apartado Técnico
Cualquiera que haya visto un vídeo con gameplay, haya probado, o visto un trailer de Sea of Thieves, habrá notado l increiblemente hermoso que es. El colorido mundo recreado por Rare, que guarda un gran parecido con el inmortal Monkey Island, sobre todo en su tercera entrega, es acogedor, bonito, y tiene una gran personalidad, pero el mar, el mar es aún mejor. El agua de Sea of Thieves es un logro técnico y artístico del que Rare debe estar orgullosa. No es solo el aspecto externo, a veces sobrecogedor, sino también lo que experimentamos al sumergirnos, donde un trabajo de sonido a la altura, da consistencia a la experiencia. El mundo de Sea of Thieves se siente vivo y luminoso. Lleno de densa vegetación, opulentas nubes, noches iluminadas por la aurora boreal, o la luna de sangre, y unos amaneceres y atardeceres que no podrás dejar de inmortalizar en capturas una y otra vez. Sea of Thieves es en muchos momentos un juego contemplativo, y eso no es necesariamente malo. El propio minimalimo del hud e indicaciones en pantalla, favorece una inmersión en su mundo tropical, que se siente siempre orgánica y natural.
A nivel técnico el trabajo de rare es magistral, acercándose a un nivel de virtuosismo que podría plantarle cara a maestros como ID Software. El juego luce, y rinde espectacularmente bien en Xbox One S, y el modelo FAT, y esto es así desde las primeras Alpha. Es una pena que en Xbox One X el juego, que es aún más impactante, tenga que lidiar con problemas de tearing cuando estamos en espacios cerrados, que nos hacen pensar que en los últimos meses de desarrollo Rare ha estado centrada en ajustes jugables, más que en optimizar la versión para la Xbox más poderosa. Volviendo sobre el campo sonoro, el juego no solo cuenta con una banda sonora encantadora, sino que hace un uso del sonido muy inteligente. Los cambios melódicos según nos aproximamos a un fuerte, o los pequeños acordes que acompañan a cada uno de nuestros impactos de cañón sobre un navío enemigo, son pequeños detalles que enriquecen la aventura de forma muy especial. Artística, y técnicamente Sea of Thieves es prácticamente intachable.
Jugabilidad
Sea of Thieves es un juego, por decirlo suavemente, inusual. Es único en su género, aunque no sabría exactamente decir a qué género pertenece. Para mi el juego de Rare tiene mucho de party game, o incluso de esos juegos de mesa en los que en cada casa se inventan algunas reglas para adaptarlos al carácter de cada familia. En cada partida vas yendo de un minijuego, que podría tener entidad propia, a otro con el hilo conductor de la fantasía piratesca. Como simulador de navegación, exploración marítima, y juego de guerra de barcos pirata Sea of Thieves es magistral, e increíblemente profundo, dando lugar a momentos muy tensos, y a veces increíblemente épicos en los enfrentamientos entre jugadores, y también a momentos hilarantes por su ridiculez cuando acabas chocando tu barco contra cada isla al principio del juego. El juego no te proveerá de las herramientas usuales. No tienes más guía que una brújula al lado del timón, y un mapa que un aliado deberá interpretar en tiempo real para guiarte hacia tu destino.
Para más inri, en tus búsquedas de cofres del tesoro deberás encontrar la isla de destino comparando su forma en tu pequeño mapa, con las que aparecen en el de navegación. No es tarea fácil hasta que acabas habituándote al escenario de juego, que cuenta con innumerables islas de todos los tamaños, y que según Rare, puede ser modificado dinámicamente añadiendo y sustrayendo esas mismas islas, y otros elementos sin necesidad siquiera de parchear el juego. Una vez en tierra el juego se muestra igual de desafiante, no hay más marcador de donde debes buscar el tesoro que tu pequeño mapa, y deberás recorrer las islas brújula en mano hasta que encuentres el lugar exacto. Si tu misión es la de dar caza a algún capitán esqueleto, tu única guía será una melodía, que se irá volviendo cada vez más amenazante, según te acerques al lugar donde una pandilla de no muertos te espera para liquidarte. En el caso de las misiones de la Alianza Mercante, en el papiro de tu encargo no se te indicará donde atrapar a tus presas, o donde encontrar la mercancía solicitada, algo que deberás figurarte tú mismo. El juego además exige paciencia, es de desarrollo lento, y en mi caso algunos tipos de enemigos no aparecieron hasta bastantes horas de juego, y la alianza de mercaderes tardó en mostrar que podía ser bastante gratificante, cuando pasas de las misiones más básicas.
A estas alturas todos sabréis que Sea of Thieves se puede jugar en cualquier combinación de hasta cuatro jugadores, y mientras la diversión de participar con tus amigos en una travesía en galeón está fuera de toda duda, el juego en solitario, o en pareja en el pequeño balandro, genera más dudas. Mi experiencia con el juego ha sido eminentemente solo, aunque por supuesto he tenido mis travesías en compañía y en pareja. Ambas son experiencias muy diferentes, el poderío del galeón, y la sensación de camaradería que crea repartir las múltiples tareas propias de un gran navío es enfrentarse, casi, a un juego diferente, si lo comparas con el desarrollo más lento, relajado y solitario del balandro.
Para mi, sin duda el mejor modo de jugar es en pareja, pero incluso el modo de un solo jugador es altamente gratificante. El balandro está diseñado de forma muy inteligente, y la satisfacción de dominar su conducción, y disfrutar la versatilidad que proporciona ha sido uno de los grandes descubrimientos para mi, en Sea of Thieves. Por supuesto trabajar en solitario, o a cuatro manos te obliga a aproximarte a los peligros de forma mucho más cauta, pero también te convertirá en un jugador más inteligente y astuto.
Todo lo que he descrito arriba debe hacerse teniendo en cuenta que otro jugador, u otros elementos aleatorios pueden cruzarse en tu camino. Pueden abordarte de camino a una isla, o desvalijar tu barco cuando estás amarrado en puerto, o puede que una tormenta te sorprenda cuando intentas entregar tu mercancía, y un rayo mate haga explotar el barril de pólvora que imprudentemente dejaste en cubierta. Todo puede suceder, y esto te exige mantenerte siempre alerta, con un ojo en el horizonte, y otro en tu tarea actual.
Toda la base fundacional de Sea of Thieves se basa en la impredictibilidad. Ni siquiera puedes estar seguro de si ese barco que ves en el horizonte será agresivo, o sus ocupantes se limitarán a saludarte desde lejos, lo que hace los encuentros casuales algo bastante tenso. ¿Debes disparar tú primero? ¿Puedes fiarte de ese barco que parece abandonar el Outpost al que vas a entregar tu botín? Nunca podrás saberlo. Por supuesto nadie puede saber como afrontas tú el juego, y puedes hacerlo de muchas maneras. Concentrarte en tus misiones y evitar el contacto con otros jugadores es una opción, e ir a la caza de otras tripulaciones es igualmente válido. Rare no quiere que una prime sobre las demás, y el objetivo de convertirse en leyenda pirata puede ser conseguido de cualquier forma que acabe con un botín en tu bodega.
El juego no cuenta con un sistema de progresión vertical, y la recompensa por tus logros será acceder a misiones más largas y difíciles, y dinero con el que comprar objetos puramente cosméticos. Esto alejará a mucha gente del título, y si tu idea de logro en un videojuego es incrementar tus stats, y adquirir armas más poderosas Sea of Thieves no es tu juego. Sin embargo puedo asegurarte que tu progreso en el sistema de reputación de las compañías y finalmente tu acceso al status de leyenda pirata, significará que te has convertido en un mejor pirata, que dominas todos los elementos del juego, que eres más astuto, más vigilante, y en definitiva un mejor jugador. Hay un montón de extrañas decisiones de diseño en este juego, Rare transgrede muchas normas de lo que un juego «bien diseñado» debe cumplir, pero de alguna extraña manera, al menos para algunos entre los que me encuentro, la cosa funciona. Y no solo funciona, sino que Sea of Thieves es capaz de ofrecerte una serie de vivencias, y experiencias jugables, que ningún otro título de la actualidad puede ofrecer.
Duración
Sea of Thieves es un juego masivo online, y como tal su duración depende del atractivo que tenga para ti su propuesta, y del contenido que sus creadores sean capaces de añadir de tanto en tanto para mantener el interés. Puedes acabar agotado de Sea of Thieves en media hora, o no cansarte nunca. El juego, tal y como se encuentra ahora mismo puede traerte innumerables horas de juego, pero si te enfocas en las misiones, tardarás unas treinta o cuarenta horas en experimentar cada una de las compañías en su mayor grado de complejidad. Obviamente, volvemos a los eventos emergentes, propios del juego o no, que pueden modificar el transcurso de tu parte. En su duración Sea of Thieves es también imprevisible, y por tanto os encontrareis con diferencias radicales entre la experiencia de unos jugadores y otros con el juego.
Sin embargo, debo dar mi visión personal, y al que aquí escribe, incluso en su forma actual, Sea of Thieves le parece un juego casi eterno. Digo más, la falta de progresión vertical, que alejará a muchos del juego, favorece también que puedas dejar, y regresar a Sea of Thieves cuando quieras. El título te pide un compromiso mental, pero no que hipoteques tus horas de ocio so pena de no poder retormar el ritmo después de días o semanas sin jugar. Evidentemente, con el nivel de atención y habilidad que el juego requiere, puedes acabar sintiéndote desentrenado al volver, pero Rare ha decidido no penalizarte con una falta de progresión respecto a tus amigos. Incluso si acabas de empezar a jugar, nada te impide ser tan útil en medio de una tripulación como el más experimentado de los marineros. Si eres capaz de ayudar levantando el ancla, o girar las velas al compás del viento, o estás ahí para salvar el pellejo de un compañero en una refriega, te sentirás siempre útil y recompensado.
Conclusión
Sea of Thieves es, tal y como dicen los americanos, un hit or miss. O entras en su propuesta, y te dejas llevar por la vaguedad de sus rutinas, abandonándote al azaroso discurrir de una aventura que nunca será exactamente igual que la anterior, hasta el punto de que mientras algunas partidas son épicas, gloriosas, e inolvidables, otras pueden ser rutinarias y meramente funcionales en tu objetivo de llegar a ser leyenda pirata. Sea of Thieves es el mejor de su clase, porque probablemente esté creando un nuevo tipo de juego que puede nacer y morir con él, trayendo usos y elementos ajenos al videojuego, y centrándose enormemente en el elemento social, a la vez que intenta conseguir que nos divirtamos con todas las armas a su alcance.
Desde la epicidad, al más histérico de los ridículos será lo que encuentres en tus aventuras en este mar de piratas, y esto es un plato que será difícil de tragar para muchos. Rare ha declarado varias veces que el lanzamiento es solo el comienzo de la aventura, y su habilidad para ajustar la jugabilidad, y añadir contenido a partir de ahora será crucial para la supervivencia de la propuesta. Pero si hay un ejemplo de juego que es mucho más que la suma de sus partes, sin duda es este.
Hay algunos elementos, puede que muchos, que adolecen de falta de profundidad, pero la sinergía del conjunto se eleva muy por encima, mucho, de la suma de esos pequeños minijuegos consistentes en alimentar a un cerdo con bananas, o usar barriles de pólvora como improvisado misil acuático contra un navío enemigo. Son tantas las posibilidades, tan abiertas, y tan poca la guía que el juego ofrece, que es posible perder el hilo y no volver a encontrarlo nunca más. Probablemente Sea of Thieves no está diseñado correctamente, pero si conectas con él, puedes llegar a crear momentos que quedarán fijados en tu memoria de jugador, como la primera vez que viste las verdes colinas de Green Hill Zone, o diste el primer paso hacia la crueldad del yermo.
* Agradecemos a Xbox España el habernos facilitado el material para realizar esta review.