Analizamos dos clásicos atemporales de los RPG: Planescape: Torment y Icewind Dale Enhanced Edition, que llegan por primera vez a consolas.
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Beamdog se propuso hace unos años revivir algunos de los clásicos más aclamados de la historia de los videojuegos en materia de RPG. En especial aquellas basados en el universo de D&D. De este modo, pudimos ver las versiones Enhanced Edition de Baldur’s Gate o de Planescape: Torment, considerado el mejor RPG de 1999. Ahora, y de la mano de Meridiem Games, nos llegan a Xbox One estos clásicos atemporales. Con Planescape: Torment & Icewind Dale Enhanced Edition, Beamdog nos da la oportunidad de descubrir dos títulos referentes en su género.
En primer lugar tenemos Planescape: Torment, un título que sentó un precedente. En especial, lo atractivo de su argumento y su mecánica de “no morir nunca”. No en vano, nosotros somos The Nameless One, el que no tiene nombre, un ser que resucita constantemente y que no puede alcanzar el descanso eterno. Nuestro viaje comenzará en la morgue, donde pronto conoceremos a Morte, una calavera flotante que, sin duda, es de lo mejor del juego.
En segundo lugar contamos con la versión completa de Icewind Dale, es decir, no sólo podremos disfrutar de la aventura principal y su más de medio centenar de horas, si no también de sus alabadas expansiones. En esta ocasión, manejaremos al grupo de héroes desde el principio e incluso podremos modificarlos al comienzo de la aventura. Una aventura que tiene lugar en los Reinos Olvidados, donde el mal amenaza con extenderse sobre la faz de la Tierra sin que nadie pueda hacer nada por evitarlo.
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Apartado técnico
Para entrar a valorar Planescape: Torment & Icewind Dale Enhanced Edition tenemos que tener claro dos puntos. El primero, y quizás más importante, es que no se trata ni de un Remaster ni de un Remake, si no una edición completa. Es decir, los juegos son tal y como eran hace casi dos década, pero incluyen todo el contenido que se lanzó a posteriori, expansiones de pago incluidas. Con esto queremos decir que las cinemáticas y los propios juegos en sí mantienen su estado visual con un gran sabor añejo.
El segundo punto es que, a pesar de esa condición de ser los mismos juegos, Beamdog sí que ha realizado pequeñas mejoras. Obviamente la desarrolladora no ha hecho sólo un «copiar y pegar» con todo el contenido de ambos juegos y listo. No, pero tampoco ha realizado un trabajo en profundidad. Sí que se notan mucho más pulidos, con unas texturas algo más lisas y definidas e incluso más rápidos en tiempos de carga. Un trabajo suficiente para que si se vean diferencias con los originales.
Y claro, al final todo esto se nota. No en vano, el Infinite Engine, el motor original de estos juegos y de los Baldur’s Gate, tiene la friolera de veinte años. Un auténtico portento para la época, pero que ahora, acostumbrados a otros estándares, se queda algo corto. Pero, como ya hemos dicho, esto no es un remastered ni remake, si no que es una edición definitiva. Y como tal, cumple a la perfección.
Por otro lado podemos decir que ambos títulos llegan bien pulidos y prácticamente sin problemas. Nosotros los hemos jugado en una Xbox One X y no nos hemos encontrado ningún bug ni error grave en nuestras partidas.
Por último, tenemos que mencionar que ambos juegos llegan en inglés en su totalidad. Voces, subtítulos y textos están disponibles sólo en el idioma inglés. Y, a diferencia de otros títulos, esto sí que podría ser un handicap para algunos jugadores. Sobre todo por que no es un inglés sencillo. Tenemos dos historias muy densas con una gran carga narrativa. Además, se hace uso en cantidad de slangs, frases hechas y chistes propios de Inglaterra que en ocasiones cuesta bastante seguir.
Jugabilidad
Al igual que con el apartado técnico, Beamdog no ha tocado nada de la jugabilidad. Ambos juegos siguen la estela marcada por Baldur’s Gate. De este modo, nos encontramos con un RPG táctico con acción en tiempo real. Aunque eso sí, podremos pausar los combates con la denominada Pausa Táctica. Algo esencial si queremos sobrevivir a ambas aventuras al completo. Para nuestra suerte, contamos con todo un conjunto único de habilidades y magias que nos permitirán enfocar los combates a nuestro gusto y adaptándonos a nuestros personajes.
En especial en Icewind, donde nos encontramos con una dificultad extra que hará que los más veteranos encuentren un nuevo aliciente. Además, Beamdog ha conseguido implementar bien el sistema de control de Icewind Dale en Xbox One. El paso de PC a consolas nunca es sencillo, pero la desarrolladora ha conseguido un buen trabajo. Es cierto que quizás no es todo lo preciso que pudiera ser, pero no es algo engorroso o muy complicado de manejar. Por ponerle un pero, a la hora de seleccionar a que enemigo queremos atacar, a veces se nos va el cursor y terminamos moviendo a nuestro personaje en lugar de lanzar la ofensiva.
Por otro lado, tenemos que mencionar que en Planescape: Torment siempre tendremos la opción del dialogo disponible. Es raro las veces que tendremos que luchar por que sí, siendo posible avanzar en gran medida sin repartir un sólo golpe. Para ello nos bastará con hablar con todos los NPC, enterarnos de los problemas de cada, observar situaciones… todo en pos de no combatir contra muertos a los que realmente les importa poco si realmente lo están o no.
Eso sí, en caso de tener que combatir, nos encontramos con el mismo sistema de combate antes mencionado. Un Point and Click de la antigua escuela bastante efectivo y bien adaptado a consolas. Y, a diferencia de Icewind, en Planescape sólo tendremos a nuestro Nameless One, a quién se le irán uniendo diferentes personajes. Y por supuesto, iniciaremos nuestra aventura mejorando aquellas stats que queramos.
Duración
Con Planescape: Torment & Icewind Dale Enhanced Edition tenemos juegos para rato. Entre ambos títulos podemos estar más de 100 horas perfectamente sólo para sus historias principales. A eso tenemos que sumarle expansiones, misiones secundarias, etc.
Pero lo mejor, es que son títulos bastante rejugables. Sobre todo por que con nuestras decisiones cada aventura será diferente. Y más en el caso de Icewind, donde Beamdog ha incluido más de una treinta de clases totalmente diferentes para elegir. Con ello la compañía ha conseguido que cada partida sea totalmente diferente, ya que podremos componer nuestro grupo totalmente a nuestro gusto. Soldados, hechiceros, pícaros, ladrones, magos, y un largo etc. de clases, muchas de ellas basadas en arquetipos de Baldur’s Gate 2. Sin ninguna duda, uno de los grandes aciertos de la desarrolladora.
Conclusión
Planescape: Torment & Icewind Dale Enhanced Edition es una oportunidad de lujo para conocer dos auténticas joyas de los RPG. Ambos juegos tuvieron una gran acogida en su momento, siguiendo una fórmula exitosa que comenzó con los Baldur’s Gate de Bioware.
Pero hay que reconocer que como nuevas versiones aportan poco. Más allá del aumento de clases en Icewind Dale, ambos juegos se mantienen prácticamente igual que hace dos décadas. Sí, tenemos una pequeña mejora visual enfocada sobre todo en labores de pulido y modelado. Además, se han corregido errores y bugs de los originales, dejándonos el placer de poder jugar a clásicos de esta magnitud en tus consolas de 2019.
En definitiva, Planescape: Torment & Icewind Dale Enhanced Edition es un título que todo amante de los RPG clásicos disfrutarán como el primer día. Y aquellos que se acerquen a él por primera vez encontrarán dos títulos muy bien adaptados a los controles de consolas con dos historias de las que atrapan y te tienen enganchados horas y horas.
*Gracias a Meridiem Games por proporcionarnos el material para realizar la review.