Llega a consolas un RPG muy aclamado en PC. Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition se presenta en Xbox por primera vez y con todos los DLCs incluidos.
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Pathfinder Kingmaker es una historia de éxito por donde se lo mire. Lo que empezó siendo un juego de mesa que supo cautivar a la mayoría de los jugadores más demandantes de esta línea de entretenimiento evolucionó mediante una campaña de Kickstarter hasta convertirse en un videojuego que frecuentemente vemos entre las listas de los mejores del género en PC, plataforma que tenía el monopolio del título hasta ahora que el RPG desembarcó también en consolas y con todos los DLCs disponibles al momento. Es esta edición llamada Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition que vamos a analizar en esta oportunidad.
Nuestro viaje comenzará en un gran salón donde nuestro personaje se reunirá con otros guerreros y recibiremos la misión de derrocar al maligno Stag Lord, un forajido que se hizo con el control del peligroso territorio conocido como Stolen Lands. Como recompensa nos haremos con el control de la tierra para usarla a nuestra voluntad. Así empieza nuestra aventura, pero el juego tiene muchísimas historias más en las que nos veremos involucrados mientras gobernamos nuestro reino.
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Apartado técnico
El juego presenta una perspectiva isométrica muy clásica del género (que muchos asociarán con grandes nombres de la talla de Diablo o Pillars of Eternity) con gráficos logrados desde las imágenes de los perfiles de los personajes hasta los escenarios. Cada una de las fases del juego cumple gráficamente con la ambientación necesaria pero no sobresale en ningún nivel, lo mismo sucede con el apartado musical que acompaña las diversas etapas del juego sin molestar pero tampoco generando un fanatismo por los acordes que emana el parlante de tu TV y que te impulsen a buscar las tablaturas en Internet e intentar sacar las canciones en tu guitarra favorita. Las voces de los personajes, tanto las femeninas como las masculinas, suenan bien pero son extremadamente genéricas y pueden resultar cansinas en cierto punto.
Si eres un tanto impaciente, te recomiendo jugar con un vaso de whisky al lado ya que los tiempos de carga son bastante prolongados y se suceden con gran frecuencia entre escenarios e incluso en momentos previos a algunos combates. Bajo ningún punto de vista esto resulta un incordio imposible de sortear al momento de jugar al título, pero sí puede hacer que te desencantes un poco al comienzo si esperas más velocidad.
En lo que hace a errores en el juego, no fui víctima de ninguno en las más de 50 horas que pasé con él pero sí observé una caída muy abrupta en los frames principalmente durante los ataques a enemigos grandes, quizás esto no ocurra en una Xbox One X pero en mi Xbox One regular lo viví varias veces y mentiría si os digo que me dejó muy feliz.
Jugabilidad
Para los que recién se acercan al título, aprender a jugarlo y disfrutarlo al máximo puede ser bastante complicado. La primera misión que hace las veces de tutorial intenta condensar una gran cantidad de opciones de juego en un espacio muy corto, lo que puede confundir mucho incluso a jugadores avezados del género. No obstante, una vez pasado un tiempo con el título y aprendiendo lo básico, incorporar nuevas técnicas y saber de qué forma atacar o defender, configurar el inventario, los puntos de habilidad del personaje y establecer qué tipo de formación es más conveniente dependiendo de los personajes que tengamos en el grupo se vuelve bastante intuitivo e interesante.
Las opciones de personalización que tendremos a nuestro alcance son cuantiosas ya desde el comienzo. Podremos elegir a uno de los personajes preestablecidos o bien crear nuestro propio héroe entre nueve razas diferentes con quince clases cada una y tres o cuatro opciones de subclases. Cada personaje además tendrá su conjunto de habilidades y hasta seremos capaces de decidir que tan bueno, neutral o malo seremos.
Cuando llegue la hora de sacar nuestras armas y combatir por la gloria podremos elegir de hacerlo en un combate por turnos o en tiempo real, cambio que conseguiremos ejecutar incluso en el medio del combate con solo presionar un botón. Cada personaje puede recorrer una distancia específica por turno y realizar un cierto número de acciones. Cabe destacar que trabajaremos hasta con 12 personajes por lo que la estrategia va a ser de gran importancia dependiendo de los enemigos a los que queramos vencer.
Un elemento muy interesante, principalmente para aquellos que gustan de gestionar recursos, es que al avanzar la historia del juego podremos hacernos con el control de nuestra propia tierra y construir diferentes estructuras para hacer evolucionar a nuestro reino, una suerte de Sim City medieval, si se quiere, por demás divertida. Los que quieran pasar de esto y centrarse más en el resto de la historia pueden dejar el modo en automático encendido y no preocuparse por la ciudad, para gustos, los colores.
Por último en lo que respecta al control en sí de nuestros personajes, desde Owlcat Games hicieron un trabajo magistral en la adaptación del ratón al control de la Xbox, en ningún momento extrañé el ratón y eso es algo clave desde mi punto de vista para estos títulos y algo que temía me fuese a incomodar cuando comencé este análisis, por suerte me llevé una grata sorpresa y estimo que ustedes se sentirán muy a gusto también.
Duración
Pathfinder Kingmaker Definitive Edition no es un juego corto. La historia principal puede llevaros unas 90 horas con facilidad, y si a eso le sumamos los DLCs (The Wildcards, Varnhold’s Lot, Beneath The Stolen Lands, Bloody Mess, Arcane Unleashed y Royal Ascension) el juego alcanza la friolera aproximada de 200 horas, ideal para pasar la cuarentena.
Conclusión
Una incorporación a consolas que muestra la importancia que el género tiene en estas plataformas y un título que muestra el cariño que desde Owlcat Games pusieron en la conversión, sobretodo en la interfaz de control que no debe haber sido fácil de adaptar. El juego es muy rico en historia lo que hará las delicias de los fanáticos del género pero a su vez puede apabullar a quienes no hayan jugado ni al juego de mesa ni a la versión de PC por el gran número de opciones que presenta.
Un punto muy negativo, a mi modo de ver, es que el título al día de hoy no está en español, algo que realmente lo puede volver injugable en varias latitudes y que no tiene lógica alguna, ya que el juego sí fue localizado al chino, al francés y al alemán pero no al español en ninguna de sus variantes. La versión de PC cuenta con un parche hecho por fans, aunque se desconoce al momento si desde el estudio desarrollador incluirán nuestro idioma en un futuro parche.
Si eres un jugador asiduo de este tipo de títulos Pathfinder: Kingmaker Definitive Edition te cautivará desde el primer momento y sin duda vas a disfrutar mucho del juego, si en cambio no eres muy del género y quieres comenzar con esta entrega te recomiendo que tengas paciencia y le dediques un rato a aprender los muchos aspectos del título para poder apreciar todo lo que ofrece.
*Agradecemos a Koch Media el material ofrecido para realizar este análisis.