Os traemos nuestro análisis de Outward, la nueva propuesta RPG con toques de supervivencia de Nine Dots Studios.
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¿Quién no ha soñado con lanzarse a la aventura, sin saber el destino, nada más que con una mochila, un petate y lo desconocido por compañero? Seguramente, muchos de nosotros y más aún con los videojuegos de por medio. Pero por mucho que lo hiciésemos, al final, siempre éramos alguien especial: el elegido, el hijo del dragón, un portador de llave espada, etc. Sin embargo, en Outward no somos nada de eso. Somos un simple hombre que vive su vida, castigado por una deuda de sangre contraída por sus antepasados y sin saber cómo saldarla.
Motivado por ello, toma parte de una expedición para conseguir botín y, sobre todo, monedas de plata con la que pagar la deuda. Pero amigos, el destino es caprichoso, y tras cuatro meses de expedición y cuando ya se vislumbraba Cierzo, la ciudad de origen de nuestro protagonista, naufragaron. Pocos sobrevivieron – tu incluido– aunque no sabes cómo. Pero todo se perdió. Todo el botín, todas las monedas. Tras desmayarte, te despiertas en tu casa, en tu dulce y cálido hogar en Cierzo. Sin embargo, no tienes nada (literalmente, vas en calzoncillos). Y, al salir por la puerta, te espera una (des)agradable sorpresa: un comité de bienvenida. Una turba de gente del pueblo enfurecida por el naufragio y por que debes 150 monedas de platas por los cuatro meses de retraso.
¿Cómo vas a saldar la deuda? Sólo tienes dos opciones: pagar tu deuda reuniendo el dinero en menos de cinco días o haciendo un gran favor a alguien del pueblo, o te vas al exilio de Cierzo y pierdes lo poco que tienes: tu casa. Y este, amigos, es el punto de partida de nuestra aventura en Aurai, el mundo de Outward. Una aventura de alguien corriente, alguien que no es el heredero del trono perdido, ni por sus venas corre sangre de dragón. Esta es la historia de alguien que no tiene nada y busca salir adelante, abriéndose camino en el vasto y enorme mundo de Aurai.
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Apartado técnico
Lo primero que hay que tener en cuenta es que Outward es un juego de mundo abierto creado por un estudio indie bastante pequeño: Nine Dots. El trabajo que han hecho los chicos de Nine Dots es encomiable y han conseguido recrear un mundo enorme, con cuatro zonas de exploración, varias ciudades y mazmorras. Sin embargo, el juego tiene un aspecto bastante pobre. Un buen término para definirlo sería feo.
Las texturas se notan bastante pobres y los enemigos no abundan en número, más allá de diferentes variaciones de colores. Aunque eso sí, no quiere decir que todo sea malo. En Outward nos vamos a encontrar con un clima variable y bien delimitado a cada zona. De este modo, es fácil que en Quersoneso empiece a nevar y todo se tiña de blanco o pasemos a una época de lluvia. Además, es de señalar también que todo aquello que equipemos en nuestro protagonista (espadas, escudos, mochilas, cascos, etc) se verá representado in-game.
Como ya hemos comentado, Outward nos presenta un vasto mundo para explorar. Tenemos cuatro grandes zonas, donde en cada una de ellas habrá una ciudad principal y diversas localizaciones. Sin embargo, en el campo abierto el mundo se siente algo vacío. Más allá de los enemigos con los que nos encontremos, hay poco más que ver o hacer. Esto cambia mínimamente en las ciudades, donde si vemos varios NPC, pero sólo podemos interactuar con algunos pocos además de los dueños de los comercios locales.
En lo referido al aspecto visual, nosotros lo hemos jugado en una Xbox One X y no nos hemos encontrado con grandes problemas. El juego aguanta muy bien el tirón y mantiene los fps estables en casi todo momento. Por reseñar algo, en momento muy puntuales hemos sufrido pequeños tirones en el juego, algo que en combate nos deja vendidos pero que, fuera de ese contexto, solo entorpece la vista.
Por último, señalar que la BSO es increíble. Cada uno de los temas esta perfectamente creado y pensado en cada uno de los escenarios, mazmorras, tumbas y ciudades. Además, algunos de los temas son de aquellos que se te quedan en la mente, con lo cual podemos decir que tiene una gran BSO. Por poner un pero, en algunas ocasiones deja de sonar sin ningún motivo. Andando por el mundo de Outward de repente, al llegar al final del track, no se vuelve a reproducir la sintonía de fondo.
Jugabilidad
Outward es una experiencia de RPG de mundo abierto de la vieja escuela. Los más veteranos reconocerán enseguida en él ciertos toques de los juegos más clásicos del género: un inventario limitado donde es esencial almacenar lo esencial y no acumular por acumular ya que nos ralentizaría, exploración, mazmorras.
La suerte que tenemos con Outward es que cuenta con un muy buen tutorial que nos permite descubrir todo su potencial a nuestro ritmo. Una vez que despertemos en Cierzo tras el naufragio, podremos hablar con los aldeanos mediante un sistema de preguntas y respuesta que, en ocasiones, nos propondrá un sistema de elección. De este modo, iremos labrando nuestro propio destino.
Pero no todo en Outward es gestionar el inventario y hablar con la gente. Como buen juego RPG que se precie hay que combatir. Y, mal que nos pese, el sistema de combate no es el punto fuerte de la Ip de Nine Dots. Este es lento y bastante tosco y en más de una ocasión no reacciona bien a nuestras pulsaciones. Esto hará que en más de una ocasión prefieras evitar el enfrentamiento directo o al menos tengas cuidado de no enfrentarte a más de un enemigo a la vez.
Por supuesto, podremos equiparnos con un amplío abanico de armas, desde espadas a una mano que podemos compaginar con un escudo a enormes hachas y lanzas a dos manos para golpear desde lejos. Además, aunque la mochila y el inventario no es una invención de Outward, si que incorpora la particularidad de que podremos desequiparla cuando queramos, perdiendo de esta manera la restricción al movimiento que supone llevarla.
Se un chef en Outward.
Una de las grandes novedades que introduce Outward es el elemento de supervivencia. Nuestro personaje no es inmune al tiempo y caerá enfermo, se le infectarán heridas, tendrá hambre y sed y querrá dormir en algún momento. Y no siempre hay una posada al lado para ello, por lo que tendremos que estar atentos a sus necesidades y comer cuando sienta hambre o beber cuando tenga sed. Para ello, podremos comprar comida y odres a los diferentes comerciantes de las ciudad, por el contrario, podemos cocinar nosotros mismos. Con una simple fogata podremos asar carne cruda o diferentes setas. Además, si llevamos una olla con nosotros podremos crear recetas más elaboradas que nos otorguen diferentes atributos: una mayor recuperación de salud, maná o estamina o incluso que nos recuperemos de un resfriado.
Incluso, con la fogata encendida, podemos poner encima un equipo de alquimista con el que crear diferentes y poderosas pociones. Así tendremos beneficios efectos, como uno que nos permita dañar a los fantasmas u otro que nos elimine una maldición de encima.
¿Cómo he llegado aquí?
Pero el gran logro de Outward está en que todos tus decisiones son permanente. No hablamos sólo de aquellas que elijamos en cada conversación que nos de opción, si no de todo lo que hagamos. Esto se debe a que el juego cuenta con un autoguardado constante, aunque también cuenta con la opción de guardada manual. De este modo, si morimos, tomamos un mal camino o no vamos bien preparados, tendremos que apechugar con ello. No hay vuelta atrás ni opción a cargar una partida anterior.
Por último, hablemos de la «muerte». Sí, entre comillas, porque en Outward vamos a «morir» mucho, pero esta muerte es especial. Aquí no reaparecemos en el último punto de control, si no que el juego se adapta a la situación. De este modo, antes de volver a retomar el control de nuestro personaje, nos saldrá una serie de imágenes estática con un texto que cuenta lo que ha ocurrido. Unas veces seremos arrastrados por nuestros adversarios a una celda y gracias a la intervención de alguien podemos escapar. Otras, seremos capaces de arrastrarnos fuera del peligro. De este modo, cada vez que muramos o caigamos en combate pasará algo diferente, aunque al final las opciones son limitadas y terminan repitiéndose los casos.
Duración
En Outward nos espera una gran aventura. Una historia que nos llevará por tres líneas argumentales diferentes, con varias misiones cada una de ellas. Completarlas al 100%, así como las diferentes secundarias que podemos hacer o no nos llevará más de 80 horas. Además, tenemos a nuestra disposición varios logros que conseguir, por lo que las horas aumentan en gran medida.
Además, podremos explorar el mundo de Aurai a nuestro antojo para descubrir nuevo equipo o simplemente por el placer de explorar. Un gran incentivo es hacerlo en el modo multijugador, bien online bien a pantalla partida en una consola. E incluso, puede que queramos volver a jugar otra aventura nueva, ya que en varios momentos tendremos varias opciones a elegir.
En definitiva, en Outward tenemos una gran aventura por delante. Una aventura que nos tendrá atrapados una gran cantidad de horas. Y lo mejor, lo podemos hacer en compañía.
Conclusión
Outward es un RPG de la vieja escuela que sabe implementar algunas mecánicas propias que le sientan como anillo al dedo. Es una gran propuesta que encantará a los amantes del género y a aquellos que se acerquen a él. Sin embargo, el juego cuenta con algunos peros importantes.
El primero de ellos es, sin duda, el aspecto gráfico. Quizás es algo entendible si tenemos en cuenta que Nine Dots es un estudio pequeño que se ha embarcado en el desarrollo de un juego gigantesco. El resultado final no será el deseado y tiene ese aspecto pobre, aunque tiene mucho mérito crear un mundo como el de Aurai.
El otro pero que tiene Outward es su sistema de combate. Este se siente muy tosco y torpe y no es para nada satisfactorio, además no es muy preciso y más de una vez nos dejará vendidos en un combate. Todo ello nos llevará por los caminos de la amargura, ya que perder todo lo que habíamos avanzado por este motivo no es plato de buen gusto.
Sin embargo, Outward tiene grandes aciertos. Aparte de la mezcla de los RPG más puros con sistemas de crafteo, exploración y gestión del inventario le suma un componente de superviviencia. Beber, dormir y comer se convierten en acciones esenciales, pero no es algo que se haga pesado. Con comer y beber un par de veces al día y dormir cada día y poco será suficiente. Además, la opción de cocinar los alimentos, cocer el agua no potable para que lo sea o tirar aquellas carnes que se hayan podrida le añaden un punto estratégico muy interesante.
En definitiva, Outward es un título que implementa a la perfección nuevas mecánicas al RPG. Un RPG del que hace gala de su base jugable, algo que los más veteranos del sector reconocerán a la perfección y que mantiene prácticamente intactas. Sin ninguna duda, Outward será uno de esos juegos que, a pesar de los fallos que presenta, enamorará a más de uno y permanecerá en la memoria colectiva durante mucho tiempo. ¿Tendremos entre manos al nuevo juego de culto de los RPG?
**Gracias a Koch Media por proporcionarnos el material para realizar la review.