Analizamos la nueva propuesta de The Bearded Ladies, Mutant Year Zero: Road to Eden, un título mezcla combate por turnos de XCOM con sigilo y exploración.
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Los juegos de mundos post-apocalípticos están viviendo una segunda juventud gracias a la juegos de supervivencia. Pero no son los únicos que hacen uso de esta temática. Otro estilo de juegos aprovechan esta ambientación para dotar a sus historias de aquellos elementos necesarios para crear su ecosistema de juego. Y Mutant Year Zero: Road to Eden (de ahora en adelante, Mutant Year Zero) hace lo propio.
Este nuevo juego de corte futurista post-apocalíptico nos lo trae Funcom y Bearded Ladies, un estudio con antiguos miembros de juegos como Hitman o Payday. Esta nueva propuesta, que puedes disfrutar en Xbox Game Pass, es realmente entretenida y sabe combinar a la perfección el sigilo y la exploración con un sistema de combate por turnos al más puro estilo XCOM.
De hecho, XCOM es la gran influencia del juego. No sólo por la estrategia por turnos, si no por el uso de algunos elementos y de la cámara cenital con cámara fija. Pero Mutant Year Zero sabe buscarse su propia identidad, con una historia que nos irá enganchando cada vez y unos personajes carismáticos.
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Apartado técnico
En cuanto al apartado técnico, el juego es impecable. Si, no será la séptima maravilla, pero no necesita serlo. El juego de luces con las linternas de los personajes funcionan a la perfección en los diferentes entornos cerrados del juego. Además, tiene esos pequeños detalles que lo hacen un gran juego. Un ejemplo, el trabajo de físicas es impecable y cuando pasamos por encima de un charco de agua podemos ver como saltan pequeñas gotas y como se crean ondulaciones en el medio líquido.
Gráficamente el juego luce muy bien. Es cierto que el ambiente oscuro le da una buena ventaja, pero aún así cuenta con un buen nivel de detalle. Uno de sus mejores puntos es que todo elemento cosmético o parte de armaduras que le pongamos a cualquiera de nuestros personajes se verá reflejado.
Hablando de personajes, este es el gran punto del juego. El diseño de todos ellos, protagonista, secundarios y enemigos, es perfecto. Cada uno goza de detalles diferenciales que, en conjunto con los escenarios, hacen que te entre por los ojos.
En cuanto al sonido, todos los elementos sonoros de Mutant Year Zero están perfectamente logrados. Disparos, aullidos, voces, explosiones…. todo tiene un buen nivel. El juego nos llega con voces en inglés y subtítulos en castellano. El único problema de rendimiento o fallo del juego lo hemos encontrado aquí, ya que en algunos diálogos, los subtítulos no aparecen en castellano, si no que ponen, de manera puntual, en inglés. Seguramente en un parche futuro lo arreglen, pero de todas formas no es algo que moleste mucho ya que sólo nos ocurrió una vez y el nivel de inglés que tiene es fácil de entender.
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Jugabilidad
Como ya hemos comentado, el mayor logro de Mutant Year Zero es la combinación cuasi perfecta de sigilo, exploración en tiempo real y combates por turnos al estilo XCOM. Con esto, nos encontramos con unos escenarios abiertos, aunque delimitados. Es decir, no tenemos un mundo abierto per se, si no que en cada zona jugable gozaremos de libertad absoluta para movernos y explorar a nuestro antojo.
En cuanto a la exploración, está no tiene mayor misterio. Nos moveremos con el joystick izquierdo a nuestro gusto, recogiendo los diferentes objetos y elementos de los escenarios. Tendremos para recoger 25 artefactos y 25 notas que nos darán más información sobre el contexto del mundo que nos rodea. Además de incluir graciosos guiños y referencia a la sociedad actual y la cultura Pop.
Pero en nuestra exploración de la Zona no nos encontraremos sólo con chatarra y artefactos, si no que diversos tipos de enemigos, generalmente perros y varios tipos de ghules, acecharán cada mapa. Y es aquí donde entra en juego el sigilo. Este se desarrolla también en tiempo real, como la exploración, y es tan fundamental, o más, como el propio momento del combate. Con esta opción, podremos elegir sortear el enfrentamiento pasando desapercibidos o disponer a nuestro equipo en una posición privilegiado y obtener así una gran ventaja en combate.
Por supuesto, para hacerlo más interesante y difícil, los enemigos tienen un circulo de visión. Este lo podemos reducir si pasamos al modo sigilo, apagando nuestras linternas y agachándonos. Todo esto lo haremos con el mismo botón, siendo una acción sencilla de realizar. Una vez estemos en este modo, podremos elegir que hacer. Hay que tener en cuenta que sólo podemos evitar algunos combates y que los enemigos que no matemos seguirán en su sitio cuando regresemos.
Si elegimos pasar al combate, si no nos descubren, tendremos la opción de usar armas sigilosas para acabar con enemigos aislado y diezmar las tropas del enemigo. Pero si fallamos o usamos un arma ruidosa, como una escopeta, los enemigos se percatarán de nuestra presencia y empezara el combate puro y duro. Este esta basado en un sistema de turnos donde cada personaje puede realizar hasta 2 acciones. Algunos, como Bormir, pueden hacer 3 acciones si desbloqueamos una habilidad especial.
Las acciones que podemos hacer son las típica de este tipo de juegos, movernos un numero determinado de casillas, disparar, recargar, usar una habilidad especial, ponernos en guardia, lanzar una granada o guarecerse para recibir menos daño. En líneas generales, cada acción están muy bien resuelta. Además, resulta fundamental que hagamos uso de las habilidades especiales para conseguir ventaja en los combates. Y, junto a ello, será esencial que coloquemos sabiamente a nuestros personajes, además de que usemos y aprovechemos al máximo las coberturas. Coberturas que, por cierto, se pueden destruir. Algo muy útil a nuestro favor o totalmente desastroso para nuestros intereses.
Esta opción de poder destruir parte de los escenarios es especialmente ventajosa a la hora de derribar suelos y pisos superiores donde se apuesten enemigos. De esta manera, no sólo infligiremos daño por el impacto, sino también por la caída, además de anular su ventaja.
Dejando atrás el sistema de exploración y combate, vamos a adentrarnos en los toques más “RPG” que tiene Mutant Year Zero. Estos toques más de rol viene directamente del juego en el que está basado, uno clásico de papel y lápiz. Y se nota por que cada vez que subamos de nivel, obtendremos puntos de habilidad para gastar en nuevas y poderosas mutaciones. Estas se dividen en dos grupos. El primero de ellos nos ofrece una línea evolutiva en la que mejoraremos aspectos como la vida o la cantidad de pasos que podemos dar. El segundo grupo nos otorgará habilidades especiales, como poder aumentar la posibilidad de daño crítico o atrapar a los enemigos con raíces para que no se muevan durante un turno.
El coste de las habilidades es bastante elevado, lo que hará que tengamos que luchar bastante, ya que es él único medio para conseguir experiencia. Eso sí, los árboles de habilidades son algo cortos y nos quedamos con la sensación de que podía haber dado mucho más.
Sensación que comparte el armamento y equipamiento. Hay bastante que desbloquear y encontrar que mejoran nuestras aptitudes en combate. Sin embargo, la variedad se queda algo corta y nos queda la sensación de que la desarrolladora podría haber puesto más elementos para hacerlo
Duración
Completar la historia de Mutant Year Zero nos llevará entre las 15 y las 20 horas. Conseguir todas las notas y artefactos repartidos por los diferentes escenarios aumenta el tiempo en un par de horas, pero depende cuánto dediquemos a la exploración mientras avanzamos en la historia.
Eso sí, esta duración puede aumentar considerablemente según el nivel que elijamos. Para empezar, no hay nivel fácil, y el nivel normal nos pondrá en más de un aprieto. Los niveles difíciles y experto solo son recomendados para los experimentados en este tipo de juegos. Además, podemos elegir la opción Mutante de Hierro, una personalización de nuestras partidas que nos pondrán las cosas aún más difíciles. Esta opción la podremos elegir en cualquier modo de dificultad.
Hay que señalar que la dificultad la podremos cambiar en cualquier momento desde el menú de opciones. De este modo, podremos ajustarla a nuestro gusto según avancemos en la historia de Mutant Year Zero. Un historia que nos presenta un mundo apocalíptico destrozado por cambios climáticos, crisis económicas, guerras nucleares y una enfermedad que parece haber eliminado a la humanidad de la faz de la Tierra.
Con todo este conglomerado de cosas, como siempre, la naturaleza se ha abierto camino. Ya no quedan ciudades, salvo el Arca, el último refugio de la civilización. Aquí conviven los pocos humanos que quedan y los mutantes, criaturas de la naturaleza que han evolucionado y ahora forman parte de la sociedad. Estos mutantes forman el cuerpo de Merodeadores, encargados de adentrarse en la Zona, conseguir recursos, comida y todo lo que necesite el Arca para sobrevivir.
Este es el panorama en el que arranca Mutant Year Zero. Nos encontramos con Bormin, protagonista y narrador de la historia, y Dux en una misión de saqueo de chatarra. Tras su regreso, el Anciano, figura eminente del Arca, les manda una nueva misión. Encontrar a Harmond, figura indispensable de la ciudad, ya que es el único que sabe arreglar las diversas máquinas. Y aquí es donde arranca de verdad la historia.
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Un argumento bastante bueno de ciencia ficción, que irá in crescendo en sus horas finales, con un end game de lujo. Según nos vayamos acercando al clímax, seremos incapaces de dejar el mando, sólo querremos completar y finalizar nuestro viaje.
Conclusión
Mutant Year Zero: Road to Eden es un juego redondo. Es un título que es valiente en su propuesta al mezclar la exploración y el sigilo en tiempo real con un sistema de combate por turnos. Un tipo de jugabilidades que se ve muy influenciada por XCOM. Las referencias son claras, e incluso los propios desarrolladores lo confirman, pero el juego de Funcom y Bearded Ladies sabe buscarse su propia identidad.
Además, una gran diferencia con su maestro es que en Mutant Year Zero siempre tenemos el mismo grupo de personajes. No vamos reclutando a nuevos merodeadores según los vayamos perdiendo. Si mueren, o morimos, se acabó toca reiniciar. Esto es un gran acierto, ya que permite empatizar con Bormir y, sobre todo, con Dux, un bocazas en toda regla.
Por otro lado, el juego presente un aspecto gráfico acorde a su modelo de juego. Con una cámara aleja y cenital, además de fija, el arte es impecable. Esta todo cuidado al detalle y cada personaje se siente vivo y único.
En definitiva, Mutant Year Zero: Road To Eden es un imprescindible. Por su propuesta, por ser valiente, por sus personajes, por su historia, es un juego que gustará a todos por igual. Pero en especial a los amantes de los juegos de estrategia, ya que es el paso natural, la evolución lógico de este tipo de juegos. Y seguramente termine marcando un antes y un después en el género.
*Gracias a The Bearded Ladies por habernos proporcionado el material para la review.