Analizamos Monster Boy y el Reino Maldito (and the Cursed Kingdom). Sucesor espiritual de los clásicos Wonder Boy de SEGA y Westone Bit Entertainment.
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Los grandes clásicos están muy de moda dentro de la generación actual, y se debe tanto a que hay demanda, como a que muchos estudios están dispuestos a rescatarlos. La legendaria saga Wonder Boy de SEGA y Westone Bit Entertainment no es más que otro ejemplo de ello, y ahora está más viva que nunca gracias al título que analizamos hoy. Pero a diferencia del remake llevado a cabo por Lizardcube y DotEmu con Wonder Boy: The Dragon’s Trap, estamos ante una nueva aventura de la serie que lleva por nombre un mix entre Wonder Boy y Monster World (como se la conoce en Japón): Monster Boy y el Reino Maldito o Monster Boy and the Cursed Kingdom en inglés.
El título desarrollado por Game Atelier comenzó su andadura en 2014 con financiación Kickstarter, con otro nombre y otro concepto, pero cuando FDG Entertainment se fijó en él y lo apadrinó, se convirtió en el «sucesor espiritual de Wonder Boy», aunque en realidad se trata de una entrega oficial. El estudio ha contado además con la colaboración del creador de la saga, Ryuichi Nishizawa, y entre todos nos llevan en un viaje al pasado con una aventura de fantasía que sabe mezclar plataformas con puzles, y con todos los elementos que hacen grande a un buen «metroidvania» (por aquello de mitad Metroid, mitad Castlevania).
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Apartado técnico
Ya lo habéis visto en el trailer sobre estas líneas. Monster Boy y el Reino Maldito es un título absolutamente encantador y brillante en su apartado visual. Su intensa paleta de colores en tonos a veces neón, a veces pastel, hace que el mundo del juego te enamore desde el primer minuto con su aroma de nostalgia. El diseño tanto de los escenarios como de los jefes y los personajes que iremos conociendo, con sprites completamente dibujados y animados a mano, enfatizan el cariño y el respeto con el que se ha estado trabajando durante los 4 años de gestación que ha necesitado el proyecto para ser finalizado. Las localizaciones que visitaremos son todas muy variadas y plagadas de detalles, agradables a la vista y rebosantes de simpatía.
Para acompañar tanta belleza, la banda sonora del juego debía estar a la altura, y no nos ha dejado ninguna duda de que es sencillamente magistral. Creativos japoneses de la talla de Yuzo Koshiro, Motoi Sakuraba o Michiru Yamane han puesto sus notas llenas de alegría y calidad, en composiciones reorquestadas de las entregas clásicas de Wonder Boy, que junto a los acertados efectos sonoros del juego, redondean este apartado sin objeción alguna.
En cuanto al rendimiento, el título llega a Xbox One y Xbox One X con una resolución de 1080p y a 60 fotogramas por segundo sin bajada alguna, además de con textos localizados en varios idiomas, entre los que se encuentra un perfecto castellano.
Jugabilidad
El juego arranca con una intro popera de corte Anime y tras ella, un argumento muy simple pero efectivo que sirve para ponernos en situación. Tomaremos el control de un jóven de pelo azul llamado Jin. Su tío Nabu se ha vuelto loco transformando con una varita mágica a todos los habitantes de la isla en animales antropomórficos, incluyendo a su propio sobrino, quien inicialmente en forma de cerdo será el encargado de encontrar los orbes que anulen la maldición. Estos orbes otorgan el poder de la tranformación en varios animales, cada uno con sus propias habilidades, y de uso constante para ir superando las fases, o para revisitar zonas previamente inaccesibles.
Hay un total de seis formas diferentes: Jin, personaje humano que puede gestionar equipo y moverse ágilmente; Cerdo, más lento pero con la capacidad de descubrir objetos ocultos; Serpiente, cuyos movimientos escurridizos le permiten entrar en sitios estrechos; Rana, que tiene una larga lengua con la que ataca o se balancea mediante argollas a otras zonas; León, el mas veloz y fuerte capaz de atravesar obstáculos; y Dragón, con la habilidad de volar y escupir fuego.
Sobre las mecánicas, Monster Boy y el Reino Maldito es una aventura de acción, puzles y plataformas que se desarrolla en scroll lateral, y en la que todos los elementos confluyen con bastante harmonía gracias a su control preciso, a la interacción con sus personajes y a sus ingeniosos rompecabezas. La jugabilidad es excelente, y tiene una curva de dificultad aparentemente bien ajustada, aunque sí hemos notado momentos en los que hay picos repentinos demasiado altos.
Como todo buen «metroidvania» que se precie, a medida que avancemos en la historia iremos encontrando y comprando mejoras para nuestro equipo (formado por un arma, un escudo, una armadura, un brazalete, un par de botas y varios accesorios) que ya no solo nos ayudará a acceder a todas las zonas del juego, sino que también potenciará nuestro ataque y defensa. No obstante, también reconoceremos algunos de los males endémicos del género, como el tener que repetir algunas zonas varias veces, debido a la mala gestión de la dificultad antes mencionada, y a un mal reparto de los puntos de control. Esto no sucede siempre, de hecho se hace más notable hacia el final de la aventura, pero sí que da la sensación de que han querido endurecer el camino de una manera un tanto abrupta.
Duración
Monster Boy y el Reino Maldito solo tiene un modo de juego, y es la historia principal para un jugador. No necesita más, su duración es más que correcta para este tipo de títulos, pasando sobradamente de las 10 horas, y pudiéndose alargar hasta las 20 o 30 si queremos descubrir todos sus secretos, que son muchos. Por ejemplo, tiene coleccionables, como las partituras que nos pedirá encontrar un personaje concreto, o un preciado equipo con partes doradas. Otro reto es encontrar todos los cofres y corazones, así como las super trufas de cada elemento de ataque (fuego, rayo, bomba, tornado y bumerán). Cuantas más de estas mejoras consigamos, mejores y más completos serán nuestros personajes, y más mapa podremos ir abriendo.
Descubrirlo todo en el juego no será tarea fácil, hay muchas zonas ocultas a las que podremos acceder una vez dispongamos de todos los personajes con sus formas y habilidades. Solo así podremos completar el 100% del juego, y por supuesto, todos sus logros. En este sentido podemos decir que el juego ofrece mucho entretenimiento y suficiente contenido, aunque dicho sea de paso y por completo que sea, su precio de lanzamiento es descaradamente elevado: 40€ para un título de este presupuesto y que solo nos ha llegado a Europa en formato digital, se antojan demasiados.
Conclusión
Monster Boy y el Reino Maldito es una magnífica obra que hace malabares entre los clásicos y los títulos actuales de exploración y plataformas, llegando tanto a los corazones de los fans de la saga clásica Wonder Boy, como a los que no, pero que gustan del género comúnmente llamado «metroidvania».
Su preciosista apartado técnico junto a una jugabilidad original, sesuda y repleta de contenido, hacen de él una apuesta segura, solo empañada por una dificultad a veces mal balanceada y un precio de lanzamiento demasiado alto. Si aceptas el reto y la inversión, seguro que no te defraudará y te hará disfrutar… como un animal.
*Gracias a FDG Entertainment por proporcionarnos el material para realizar esta review.