Lost Grimoires: Stolen Kingdom es una aventura gráfica digna, en la línea de lo anteriormente visto en las anteriores entregas de Artifex Mundi, en los rompecabezas son muy entretenidos y satisfactorios de resolver, solo que en un contexto tećnico algo desfasado.
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Aún tenemos fresco el reciente lanzamiento de Dark Arcana: The Carnival, y Artifex Mundi vuelve al ataque con otra de sus recurrentes aventuras gráficas. Justo un mes después de dicha entrega, nos llega Lost Grimoires: Stolen Kingdom, en esta ocasión para introducirnos en un mundo de fantasía con tintes steampunk, en el que las realidades, pasado y futuro se entremezclan como excusa para poner a prueba nuestra materia gris con enrevesados rompecabezas y enigmas.
Los habituales de los juegos de este estudio ya conocen las claves de las aventuras point&click a las que nos tienen bien acostumbrados. Ellos saben que no van a encontrar nada nuevo, y ya os confirmamos que es así; pero los neófitos del género tienen en este (y en el resto de obras de Artifex) una estupenda vía de entrada con la que dar sus primeros pasos en este tipo de juegos. Esto se debe al estupendo equilibrio con el que el estudio balancea los enigmas, los puzzles y la exploración. Sus aventuras son siempre notables, como hemos ido dejando constancia en todos los análisis que os hemos traído de las entregas anteriores, solo que, en las dos últimas ocasiones, ya indicábamos que la fórmula comenzaba a mostrar cierto desgaste. Esto solo lo percibirán los seguidores de la serie, pero bien es cierto que hay apartados en los que se acusa un marcado desfase en diversos aspectos técnicos.
En todo esto profundizaremos enseguida, porque no vamos a entrara a deshilachar demasiado su trama, más bien por lo abstracta y difusa que resulta que por el miedo a que se nos escape algún spoiler. El caso es que este no es el primero ni el último juego de Artifex Mundi que recibe nuestra consola y, con el amplio historial que lleva a sus espaldas, este parece ser el punto de inflexión en el que debe demostrar si a partir de ahora refrescará sus mecánicas jugables o de si mantendrá el rumbo continuista que le caracteriza.
Apartado Técnico
Empezamos arqueando la ceja porque no encontramos nada nuevo bajo el sol. El motor gráfico no muestra ninguna mejora relevante, las animaciones parecen haber dado un paso atrás y lo único bueno que podemos destacar es que pervive ese espíritu colorista y detallado en cada escenario que visitaremos. Los tonos pastel siguen recordando a esos cuentos con recortables desplegables, con el que el estudio consigue que te olvides de las bajas resoluciones de las cinemáticas. El barroquismo que impera en cada fotograma con el que interactuaremos sigue estando tan cuidado como siempre, y esto obliga al jugador a agudizar la vista al máximo para no dejar escapar ninguna pista u objeto.
A nivel sonoro, las melodías siguen conservando ese soniquete que recuerda a las fábulas televisadas ochenteras de sobremesa que tan bien se adapta al estilo narrativo y visual que el estudio emplea. Mas los sonidos son escuetos y poco contundentes, debido a que el ritmo de juego es bastante sosegado. Las voces están en inglés, como de costumbre, y el gran patinazo de este juego es que nos ha llegado sin traducir. Rompiendo la norma autoestablecida por el estudio, en esta ocasión han decidido lanzarlo sin localizar. Craso error, porque el lenguaje culto empleado consigue que pierdas el hilo de la historia salvo que tengas un dominio de inglés elevado, y encima afecta a la jugabilidad, tal y como comentaremos en el siguiente apartado.
Lost Grimoires: Stolen Kingdom representa un paso atrás en la trayectoria de Artifex Mundi - ¡Comparte!
Poco más podemos comentar que no hayamos señalado en análisis anteriores, más que nada porque apenas hay aspectos destacables. No existe una mínima evolución técnica desde que lanzaron el primer título. Sigue habiendo mucho margen de mejora, porque aunque nos movamos siempre en escenarios estáticos, hay muchos aspectos que pueden trabajarse a fondo o a los que se es puede dar un lavado de cara, como por ejemplo los diseños, animaciones, resolución y efectos de sonido. Sobre el audio, como ya pasó en Dark Arcana: The Carnival, el grado de compresión de las pistas es tan alto que a la hora de reproducirse lo hacen a una calidad pésima. Los altavoces de tu televisión crepitarán y emitirán distorsiones si elevas demasiado el volumen, así que cuidado.
Jugabilidad
Duele en el alma tener que penalizar a un juego por no venir localizado, y más todavía si se trata de estudios como Artifex Mundi que tan bien acostumbrados nos tenía, pero en este caso debemos hacerlo porque la jugabilidad se ve seriamente afectada. Tanto es así que es probable que te encuentres con frases o palabras que te cuesten traducir o interpretar a pesar de tener un nivel de inglés alto. Esto se debe a que en el listado de objetos a encontrar en algunos de los puzzles corresponden a ítems o herramientas poco comunes, y en más de una ocasión vas a tener que tirar del traductor de Google para saber qué son. Otros rompecabezas se resuelven leyendo acertijos o poesías, de las cuales solo los que tengan un control nativo de la lengua de Shakespeare podrán comprender al paso.
Por otro lado, el control sigue funcionando tan fino como siempre y el balanceo y dificultad de los diferentes enigmas que tendremos que ir resolviendo está muy bien gestionado, con lo que genera una adictividad notable. Siempre hay algún objeto en el inventario que poder utilizar, una pista que seguir o un reto de objetos ocultos que descifrar. El mando se te engancha en las manos y el tiempo pasa volando mientras pasas de un escenario a otro.
Sobre mejoras que habíamos comentado en otros análisis que se podían implementar, parece como si el estudio las hubiese leído y tenido en consideración, porque dos de ellas se han llevado a cabo. Una es la de engrosar el plantel de personajes secundarios, solo que se ha hecho con un nivel de profundidad demasiado superfluo, en el que su protagonismo en la trama es anecdótico. La otra novedad son los diálogos. Al hablar con determinados personajes, puedes responderles eligiendo una respuesta de entre las dos o tres disponibles. No obstante, y como sucede con la anterior mejora, la trascendencia en la historia de las conversaciones es nula, ya que elijas la opción que elijas, el rumbo de la charla no desemboca en diferentes consecuencias y las conclusiones son siempre las mismas. La que sí que acaba siendo determinante es la de craftear objetos para obtener pócimas. Tan importante es que si no dominas la técnica de alquimia no podrás seguir progresando en la historia.
Resumiendo, Lost Grimoires: Stolen Kingdom es una aventura gráfica digna, en la línea de lo anteriormente visto en las anteriores entregas de Artifex Mundi, en los rompecabezas son muy entretenidos y satisfactorios de resolver, solo que en un contexto tećnico algo desfasado. Es divertido, lo cual es muy importante, solo que los seguidores de la franquicia seguimos señalando que la fórmula comienza a mostrar cierto desgaste.
Duración
Aquí se ha dado un considerable paso atrás. En todos los juegos del estudio siempre se había incluido un capítulo adicional que funcionaba como prólogo o epílogo a la historia principal, desbloqueable tras acabar el juego por primera vez, y en esta ocasión se ha prescindido de él. Para más inri, Lost Grimoires: Stolen Kingdom tiene el dudoso privilegio de ser el juego más corto de la compañía. Nosotros lo hemos acabado en una sola tarde y nos ha dejado con ganas de más.
Siempre puedes volver a darle una segunda pasada si te has dejado algún coleccionable, pero como la historia no es nada del otro mundo, tampoco es que apetezca demasiado, dejando la duración media del título en unas cuatro horas aproximadamente.
Conclusión
Lost Grimoires: Stolen Kingdom representa un paso atrás en la estupenda trayectoria que llevaba Artifex Mundi, una compañía que cuidaba mucho detalles como la historia y la localización de sus obras. Las mejoras implementadas no tienen la suficiente relevancia como para contrarrestar la falta de traducción de los textos y el insulso argumento que nos cuenta.
Eso sí, se trata de una aventura gráfica point&click divertida, asequible para todos los públicos y con un precio muy atractivo. Sin embargo, si tenías pensado introducirte en el género con un juego de Artifex Mundi, te aconsejamos hacerlo con cualquiera de sus títulos anteriores.
*Agradecemos a Artifex Mundi habernos facilitado el código para review de este juego.