Como juego de estrategia en tiempo real, Lock's Quest es excelente, y como tower defense es original e innovador, a la par que el toque de rol clásico que tiene le otorga un atractivo sin igual. Si disfrutas de los juegos de gestión de recursos y construcción, no puedes perdértelo.
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Casi 10 años han pasado desde que 5th Cell desarrollase la primera versión de Lock’s Quest. El juego fue lanzado para la incombustible Nintendo DS y, como es lógico y habitual, aprovechaba la doble pantalla y el lápiz a nivel jugable para construir torretas y muros, como todo buen tower defense que se precie. También a nivel visual se colocaba en el estándar de la época que se podía ver en la máquina portátil y, como el que no quiere la cosa, casi una década después, y aprovechando la buena recepción que suelen tener los juegos indies, refritos y adaptaciones en esta generación, el estudio nos trae la revisión del juego para nuestras flamantes Xbox One.
Lock’s Quest es puro vicio - ¡Comparte!
Ya desde el primer contacto se percibe que poco ha cambiado respecto al juego original, salvo la readaptación de controles que forzosamente obliga a utilizar una sola pantalla y prescindir del control táctil. La historia tampoco sufre alteraciones y nos encontramos ante un Lock, personaje protagonista que acapara la mayoría de clichés de los juegos de rol clásicos, sobre cuyos hombros recae el deber de proteger a su reino del perverso Lord Agony, que ejerce las funciones de villano de la función. Se trata de un malvado arquingeniero creador de los Clockworks, unos androides que cumplen sus órdenes sin rechistar y a rajatabla, a los que ha equipado con portentosas armas con las que nos atacará sin piedad.
Su motivación es la venganza contra todos aquellos que les prohibieron seguir experimentando con su fórmula para dotar de vida a sus creaciones. Desde el destierro, utiliza sus habilidades y conocimientos para ponernos en jaque continuamente. Y la verdad es que sus sicarios de hojalata no nos van a poner las cosas nada fáciles, con lo que ya podéis ir afinando vuestro ingenio y perfeccionando vuestra capacidad de reacción, puesto que el más mínimo descuido pondrá en jaque nuestras construcciones y, en consecuencia, nuestra propia supervivencia.
Apartado Técnico
Como insinuábamos más arriba, el juego no ha sufrido demasiados cambios en su traslado de plataforma. Luce técnica y visualmente tal y como lo hacía hace nueve años. En las pequeñas pantallas de la máquina de Nintendo seguro que sus gráficos impactaban más, sin embargo, en las televisiones actuales a las que conectamos nuestras consolas de sobremesa, sí que es cierto que el resultado desmerece en proporción. Su estética pixel art disimula en un determinado grado el regusto a añejo, y no podemos olvidar que el diseño de personajes y entornos es bastante acertado. De este modo, el resultado final podría ser mejorable pero acaba llegando al notable sin despeinarse.
Su solidez de rendimiento también contribuye a que el el apartado técnico no salga mal parado, así como su banda sonora, compuesta por partituras épicas que acompañan a la acción de la mano en todo momento. El estudio desarrollador ya hizo un buen trabajo cuando lo lanzó por primera vez, así que básicamente se han centrado en portear el código de la manera más optimizada posible, adaptando el sistema de control al pad tradicional con bienaventurada solvencia. No obstante, por los 19,99 € que cuesta, no habría estado de más un lavado de cara a nivel gráfico.
Jugabilidad
Lock’s Quest es puro vicio. Quienes consumen juegos tower defense ya saben a lo que nos referimos, ya que es difícil encontrar títulos de este corte que no se nos coman las horas de dos en dos sin darnos cuenta. Cada asalto durará unos pocos minutos y cuando el contador llega a cero, superamos el nivel y nos vamos directos al siguiente. Con cada enemigo que aniquilemos, conseguiremos una cantidad específica de energía, la cual nos servirá para construir nuevos muros o armamento, así como para reparar los daños de las edificaciones existentes. Así pues, la fórmula inyecta en el usuario unas dosis de adicción brutales porque continuamente estarás interesado en acumular más y más energía, te esforzarás en pasar de nivel para desbloquear nuevos objetos y mejoras y, si te matan (y por mucho rato que lleves a los mandos), es casi inevitable negarse a continuar con la excusa de que los asaltos duran muy poco.
A todo esto, la trama, personajes y giros de la historia, contribuyen a que queramos seguir avanzando para ver qué sucederá a continuación. Los diálogos entre los personajes son constantes entre cada nivel de juego y, aunque los pasajes de conversación más largos rompen el ritmo de juego, nos ponen en contexto para que no perdamos el foco. También está muy bien nivelada la curva de aprendizaje, con tres niveles iniciales que ejercen la función de tutorial, seguidos de un par fases de intensidad suave que concatenan con las siguientes, de un nivel de dificultad que se va volviendo cada vez más escarpado con la inclusión de nuevos y más peligrosos enemigos.
El apartado más importante en este punto es el del sistema de control, precisamente por tratarse de un juego adaptado desde una consola portátil táctil. Aquí hay que aplaudir al estudio, porque realmente han conseguido que no echemos de menos el lápiz, y que con el controlpad se pueda llevar a cabo cada una de las acciones disponibles de manera natural. Solo podemos achacar que las cuadrículas del tablero son muy pequeñas y, con la suavidad y rapidez con la que responde el stick de selección, en ocasiones es complicado acertar a la primera en el recuadro exacto en el que quieres construir.
Otro punto fuerte es que el juego llega con todos los textos traducidos al castellano, con lo que no te perderás ni un solo detalle de la historia y aprenderás a jugar sin tener que tirar de traductor si tu nivel de inglés es bajo. Eso sí, viene en inglés por defecto, con lo que recuerda que deberás seleccionar el idioma desde el menú principal de opciones si es que deseas cambiar a español.
Duración
El objetivo del juego es resistir a las hordas de enemigos hasta el día diez y, aunque la dificultad esté muy bien nivelada, no quiere decir que vaya a ser un camino de rosas. El juego dispone de dos niveles de dificultad, normal y difícil, y en el más sencillo ya puedes ir preparándote para rondar las 15-20 horas. Lo incomprensible de todo esto es que el juego disponía de multijugador en su versión primigenia y el estudio ha optado por eliminarlo en esta, y es una lástima, porque esto habría alargado la vida útil del juego.
En los primeros niveles difícilmente llegarás a fracasar, pero a partir del día 4 será habitual que perezcas ante el acoso constante de las máquinas de Lord Agony (¡madre mía con el nombre!, llamándose así no me extraña que sea malo). Para tener éxito tendrás que tener mil ojos y una capacidad de reacción y decisión dignas de elogio, porque en cuanto empieces a tener diversas edificaciones repartidas por el escenario, se darán situaciones en las que elegir entre defender, reparar o atacar será la clave del éxito. Y es que Lock, nuestro protagonista, no podrá estar en todas partes y en centenares de ocasiones te verás asediado desde varios puntos del mapa. Proteger una construcción principal suele ser la decisión acertada, pero centrase demasiado en un punto, puede dar lugar a que te flanqueen y te derriben. Así que la clave es estar en movimiento en todo momento y no perder demasiado tiempo en cábalas.
Conclusión
Como juego de estrategia en tiempo real, Lock’s Quest es excelente, y como tower defense es original e innovador, a la par que el toque de rol clásico que tiene le otorga un atractivo sin igual. Si disfrutas de los juegos de gestión de recursos y construcción, no puedes perdértelo. Se trata de un port muy digno, en el que se echan en falta alguna novedades. No le habría venido nada mal una mejora a nivel visual y la pérdida del modo multijugador no tiene sentido. Su ritmo de juego es frenético y adictivo, el cual se ve truncado con conversaciones entre combates que en ocasiones se hacen demasiado largas y tediosas.
*Gracias a Badland Games por habernos proporcionado el material para la review.