LEGO Worlds es la entrega definitiva basada en el popular juego de construcción. Sin el respaldo de una gran franquicia cinematográfica a sus espaldas, abandera la libertad total a la hora de construir todo aquello que imagines.
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A veces es primordial ser el primero. Cruzar la meta antes que los demás, puede generar un parqué de clientes potenciales que se fidelizarán a tu producto solo por eso, por haber sido pionero. Por eso sorprende tanto que LEGO Worlds haya llegado ahora, en 2017. Y es que puede que parezca que fuese ayer cuando vio la luz la primera versión de Minecraft, pero de eso han pasado ya casi seis años. En cambio, los videojuegos de LEGO llevan dando guerra con fuerza desde finales del siglo pasado, solo que nunca habían ofrecido una experiencia tan abierta. TT Games, el estudio siempre vinculado a la franquicia de los ladrillos de colores, ha abordado cada título desde un prisma tradicional. Esto es: seguir un hilo narrativo y unas mecánicas jugables lineales, en las que no podías construir lo que quisieras, sino los objetos o edificaciones necesarias para continuar con la progresión en la aventura.
Fue en 2011, con la salida de Minecraft al mercado, cuando muchos de los fans de los juegos de LEGO se preguntaron cómo era posible que a ellos no se les hubiera ocurrido antes hacer algo así. Y bueno, en realidad sí que lo hicieron, solo que fue un rotundo fracaso. En 2010 vio la luz LEGO Universe, un MMO que nació con un aciago destino, en concreto el de la cancelación. Lo más gracioso del asunto es que se debió al rocambolesco hecho de que la compañía no podía asumir el coste que le suponía evitar que los jugadores construyesen penes. Triste, pero cierto…
El caso es que han tenido que pasar algo más de un lustro para que por fin podamos disfrutar de un juego de LEGO en el que la historia quede en un segundo plano para ponernos a construir lo que queramos con total libertad. Esto no quiere decir que TT Games y Warner Bros. vayan a dejar de exprimir la gallina de los huevos de oro, porque a lo largo del año podremos disfrutar de una entrega “clásica” como LEGO City: Undercovery, además de nuevas expansiones para LEGO Dimensions. Vamos, que si la construcción libre no os motiva, no debéis preocuparos porque vais a tener juegos de LEGO “tradicionales” para rato.
Sin más dilación, decir que de LEGO Worlds, el que nos ocupa hoy, penden muchas expectativas. Su fórmula jugable augura que va a romper con todo lo que hemos visto hasta el momento, y el estudio desarrollador ha aprovechado la coyuntura para incluir jugosas novedades que vamos a pasar a desgranaros enseguida. Para saber si ha merecido la pena la espera, síguenos en nuestro análisis y podrás salir de dudas.
Apartado Técnico
No es porque queramos ir a saco y finiquitar el análisis a las primeras de cambio, sino que este es el apartado que más sufre y que más nos ha decepcionado. Aquí faltan horas de trabajo a mansalva, porque el juego falla cada dos por tres y sin venir a cuento. LEGO Worlds acumula casi todos los fallos técnicos que pueden producirse a día de hoy. Los que tienen más protagonismo son el clipping y el popping, siendo el segundo el que se lleva el primer puesto a defecto más molesto y recurrente.
Pero no se queda ahí la cosa porque, en ocasiones (y sobre todo en el modo multijugador), sobrevienen unas bajadas de framerate tan brutales que tienes que soltar los sticks para que la cámara se detenga y evitar así un mareo de dimensiones épicas. También hay momentos en los que parte del terreno se esfuman y parece que estemos flotando en el aire. Y no se vayan que aún hay más: te puedes encontrar con personajes que se quedan atrapados al andar sobre una piedra, rama o flor; tu personaje puede ponerse a nadar en una zona en la que no hay agua; o puedes verte lanzado por los aires sin previo aviso, como si te hubiesen disparado con una catapulta. Estos fallos son menos frecuentes que los del párrafo anterior, pero están ahí, suceden en ocasiones y lastran la experiencia cuando afloran.
El peor de todos los fallos es que el juego se puede crashear de un momento para otro. La pantalla se congela y suena un zumbido molesto que te obliga a reiniciar el juego. Por suerte, el sistema de autoguardado es estupendo. Se almacenan los avances cada vez que recoges un ladrillo dorado, desbloqueas un objeto, resuelves una misión o abres un cofre, lo cual se produce casi a cada paso. El problema viene si te pones a construir algo durante un buen rato de tiempo. Si el juego te saca de la partida sin haber terminado, al cargarla de nuevo te tocará empezar desde cero. Para seguir con la lista de puntos negros, no podemos obviar que los escenarios no destacan en cuanto a cantidad de detalles. La distancia de dibujado es irrisoria y los fondos son una pantalla monocromo sin ningún tipo de decoración.
En fin, a partir de este punto la cosa ya no puede ir a peor, así que toca entrar en sus virtudes. La principal es la gran variedad de modelos existentes en el código del juego. Encontrarás y desbloquearás cientos de personajes, animales, objetos, piezas, decorados, mapas, edificios y accesorios. Esto es muy útil para los que no quieran construir cosas ladrillo a ladrillo. Así, pues, puedes construir una prisión como las del salvaje oeste con un par de pulsaciones de botones y tunearlas luego a tu gusto añadiendo mobiliario, pintándola del color que más te guste e incluso puedes quitar elementos o paredes para crear nuevas dependencias.
Pero los que tengan alma de ingenieros serán los que expriman a tope las herramientas de construcción. Antes de edificar podrán allanar el terreno, hundirlo para hacer un sótano, elevarlo, cambiar texturas, construir ladrillo a ladrillo, poner revestimientos, tejados, puertas, ventanas y absolutamente todo lo que imaginen. Y la verdad es que todas las herramientas de construcción funcionan bastante bien. No hemos experimentado problemas o impedimentos al usarlas y hay que destacar que la vista en primera persona es realmente útil a la hora de ponernos a crear formas.
Sobre la localización, y como suele ser costumbre en ellos, Warner y TT Games han apostado por traducir y doblar textos y voces a nuestro idioma. Ejemplo que ya nos gustaría que se aplicasen el resto de compañías. Tampoco es nada desdeñable que el estudio haya oído por fin las súplicas de los fans y, por increíble que parezca, podremos disfrutar del juego online en compañía de un amigo. Ahora solo queda esperar que esto no se quede en agua de borrajas y también veamos un modo cooperativo online en los futuros juegos de la compañía.
LEGO Worlds es la entrega LEGO definitiva: Libertad para construir sin ataduras - ¡Comparte!
Por último, decir que efectos y música cumplen su función sin más. Se nota que para este título no han contado con una licencia cinematográfica. Anteriormente habíamos jugado con las famosas minifiguras en el universo de Star Wars o de los films de Marvel, Piratas del Caribe o El Señor de los Anillos, cuyas bandas sonoras saltaban del cine a nuestras consolas. Ahora que estamos ante una obra “original”, es cuando queda de relieve que la composición musical no es uno de los puntos fuertes de TT Games.
Jugabilidad
LEGO Worlds tiene un arranque excelente. El tutorial fluye durante los tres primeros mundos, en los que aprendemos a manejar las herramientas de construcción. Enseguida habrás asimilado los conceptos de juego de un modo ameno y que apunta maneras. El problema viene en que, tras saltar al siguiente mundo, te ves sin rumbo fijo y sin objetivos definidos. LEGO Worlds es un gran lienzo en blanco en el que tú decides si prefieres explorar, construir o hacer el cafre. Esto viene a colación de que, con las herramientas de construcción que tienes a tu alcance, eres una minicatástrofe en potencia. En concreto puedes demoler, modificar el terreno a placer, horadar el fondo marino, crear monolitos que asciendan hasta las mismas nubes, aislar a los habitantes de un poblado en una cúpula, domesticar animales y casi todo aquello que tu imaginación trame.
Tanta es la libertad, que puede darse el caso de que te sobrepase y te abrume, e incluso pueda llegar a hastiarte. En nuestro caso, nos hemos encontrado emprendiendo la personalización de un edificio con muchas ganas y, al cabo de diez minutos, con la faena a medio hacer, decidimos irnos a buscar cofres porque comenzábamos a aburrirnos. Luego, tras tres o cuatro cofres encontrados, la cosa comenzó a hacerse repetitiva y nos fuimos a dar una vuelta en helicóptero, cuando a los pocos minutos ya estábamos aterrizando porque el sopor comenzaba a hacer estragos en nosotros.
Otra opción para combatir el hastío reinante es ponerte a hacer misiones, las cuales son totalmente secundarias. El problema es que la absoluta simpleza jugable que presentan, que no son divertidas y con lo cortas e irrelevantes que son, no invitan a seguir cumpliéndolas y acabas saltándolas todas de forma sistemática. Pese a todo, hay que reconocer que el juego dispone de un abanico de opciones jugables considerable y que el hecho de poder cambiar de mundo cuando quieras son valores a tener en cuenta.
La tarea más destacable, de todas las disponibles, es la de recolectar los ladrillos amarillos. Cada determinado número de ellos que consigamos, nos abrirá un nuevo tipo de rango de explorador, los cuales sirven para mejorar nuestra nave. Al implementar upgrades, podrás acceder a nuevos biomas. Hay tres tipos de rango (bronce, plata y oro) y cada uno con diferentes subcategorías, al igual que tipos de mundos hay tres: pequeños, medianos y grandes. En los mundos medianos y grandes pueden mezclarse diferentes biomas (zonas), cada una con su propia fauna, flora, habitantes y edificaciones, así que la variedad está servida. Ah, y al alcanzar un nuevo rango también desbloquearás nuevas y útiles herramientas, como el farol, la cámara de fotos o el gancho.
Duración
Visitar todos los tipos de mundos, todos los biomas, coleccionar todos los elementos, los 80 ladrillos dorados y clonar todos los personajes y animales te puede tener entretenido durante una veintena de horas o más, dependiendo de la aleatoriedad, ya que siempre no encontrarás las mismas cosas en todos los mundos. Esto siempre y cuando la mecánica del juego te enganche y no te acabe resultando monótona.
Si encima las herramientas de construcción despiertan tu imaginación y disfrutas uniendo ladrillos para crear tus propios vehículos, edificios, muñecos o lo que sea, puedes llegar a amortizar el juego durante meses. Pero claro, esto ya es cuestión de gustos, porque es probable que construir no te llame la atención y las misiones no te satisfagan. Este tipo de perfil de usuario no tendrá juego ni para un par de tardes.
Conclusión
LEGO Worlds es la entrega definitiva basada en el popular juego de construcción. Sin el respaldo de una gran franquicia cinematográfica a sus espaldas, abandera la libertad total a la hora de construir todo aquello que imagines. La paciencia es lo único que puede interponerse entre los proyectos que geste tu mente y que finalmente se hagan realidad en el juego.
A los fans de los juegos de LEGO clásicos, les recomendamos probarlo antes de adquirirlo. Sus mecánicas jugables no tienen nada que ver con lo visto hasta ahora en la saga desarrollada por TT Games. En cambio, los fanáticos de la construcción y los que disfrutan combinando ladrillos de plástico para dar forma a sus propias creaciones, no deben perdérselo bajo ningún concepto.
*Gracias a Warner Bros. Games por habernos proporcionado el material para la review.