Os traemos el análisis del videojuego oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, una apuesta muy divertida ideal para disfrutar y competir con amigos.
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Pocos eventos deportivos hay tan especiales como unos Juegos Olímpicos. Como seguro ya sabrás, este evento se celebra cada 4 años y aunque el último estaba planeado para el año pasado en Tokio no pudo celebrarse debido a las dificultades que se suponía la COVID-19 para la seguridad tanto de deportistas como de espectadores. Esto evidentemente no es la primera vez que ocurre en la historia, pero si en la historia reciente y por supuesto supuso un duro golpe para los amantes del deporte en general. Afortunadamente estamos viendo la luz de este largo túnel, y los Juegos están prácticamente a 1 mes de iniciarse.
Históricamente, esta competición ha tenido mucha presencia en los videojuegos, y es extraño que una plataforma no haya recibido al menos uno de estos juegos. Los últimos han sido responsabilidad de Sega, y en esta ocasión no iba a ser diferente. Hoy os traigo el análisis del videojuego oficial de Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, título que llega tanto a Xbox One como a PC, y que nos presenta su particular visión de esta competición.
El título nos ofrece 18 competiciones de todo tipo, que irán desde las más clásicas como los 100 metros lisos o el lanzamiento de martillo hasta otras que debutan en estos Juegos, como es la competición de BMX. Tendremos a nuestra disposición un editor de personajes que tienen un estilo cartoon bastante divertido y con muchas opciones, además de algunos modos de juego diferentes y un online con una vertiente competitiva. ¿Conseguirá el oro este título oficial basado en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020? ¡Vamos a verlo!
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Apartado técnico
Desde el primer instante se nota que este juego de Tokio 2020 está pensado para compartir con todo el mundo, ya sea con amigos o con los más pequeños de la casa. Los personajes tienen, tal y como he dicho anteriormente, una estética cartoon que le sienta muy bien al juego y que para nada desentona con el tono que tiene este. El creador de personajes me ha sorprendido gratamente, teniendo opciones para todos los gustos y colores (nunca mejor dicho). Desde el sexo al peinado, pasando por el tipo de cuerpo o decenas de detalles de la cara más, podremos pasar un buen rato configurándonos nuestro avatar a medida. El juego incorpora además una opción para que podamos crear uno a través de un código, por lo que podremos copiar el de nuestros amigos o alguno que veamos por internet.
Todo lo bien que funciona el diseño de los personajes se ve un poco empañado por las animaciones en ciertas disciplinas. No me malinterpretéis, soy plenamente consciente de que el juego no busca una simulación deportiva al uso pero en ocasiones ciertas animaciones quedan demasiado robóticas incluso para el aspecto desenfadado que tiene el juego. Mientras que por ejemplo el lanzamiento de martillo es muy vistoso (pese a que nuestro personaje llegue a parecer el Demonio de Tasmania), otros como los 4×100 de relevos no quedan tan bien y dan la sensación de que han sido trabajados un poco menos. No puedo pasar a otra cosa sin hacer mención a todos los skins y trajes que tenemos para desbloquear, que nos permitirán vestir a nuestros atletas de toda guisa (como de ninja, vaquero o astronauta).
Por otro lado, los escenarios me han parecido otra muy buena sorpresa en lo que a diseño se refiere. Tal y como podréis ver en las pantallas de carga, las disciplinas se celebran en localizaciones diferentes y de todo tipo, alejándose su diseño de una estética alocada para mostrar elementos mucho más similares a la realidad. No son para nada fotorrealistas, el juego tampoco busca eso, pero lo que se deja ver en primer plano tiene un muy buen nivel de detalle. El análisis lo he podido realizar en una Xbox Series X a través de la retrocompatibilidad, puesto que el juego no tiene versión propia para la nueva consola de Microsoft. Como es lógico, el rendimiento es perfecto, con una tasa de frames solida como una roca y 4K. Hay bastantes tiempos de carga durante cada evento, pero son totalmente inapreciables así que no tendremos problemas en ese sentido. El juego llega con todos los textos en castellano.
Jugabilidad
Cuando analizas un juego de un género determinado y que solo cuenta con una jugabilidad «estándar» siempre es más fácil que cuando dentro del mismo título tenemos un buen número de ellas, tal y como ocurre en este juego de Tokio 2020. Evidentemente no tenemos 18 jugabilidades diferentes, pero si que podemos encontrar diferencias entre todos los deportes. Una de las cosas que más me ha gustado del control es que este se puede dividir en cada prueba en dos partes: una básica, que es la que te explica el juego la primera vez que accedes a ella; y una avanzada, que según el deporte al que nos enfrentemos nos podemos llevar una buena sorpresa de la gran profundidad de opciones con las que contamos.
Dejándonos un poco a un lado tecnicismos y demás palabros, lo cierto es que las 18 disciplinas no dejan el mismo sabor de boca. Fácilmente podría catalogar mi experiencia en 3 grupos: las divertidas y adictivas, las que se acaban volviendo un poco aburridas al cabo de poco rato y las que tienen una experiencia directamente mejorable (las menos numerosas). Es extraño decir esto porque a simple vista parecían todas bastante bien equilibradas en ese sentido, pero no hace falta invertir demasiadas horas para ver como la cosa cambia de un deporte a otro. Disciplinas como los 100 metros lisos o el tenis de mesa son terriblemente divertidas, hasta el punto que estás terminando una partida y ya quieres otra. Esa sensación está muy lejos de producirse con otras como el baloncesto o las BMX, desgraciadamente. Por darle un toque más espectacular tendremos en algunos deportes incluso golpes especiales a los que accederemos al llenar una barra medidora.
Modos de juego también tenemos varios y para según que tengamos ganas o tiempo para jugar. Aunque el juego está orientado al multijugador se puede disfrutar jugando contra la máquina, y de hecho podremos disputar las pruebas de manera individual o hacernos nuestros propios Juegos seleccionando un determinado número de ellas. Si conseguimos la medalla de oro se nos desbloqueara un desafío espacial en el modo práctica, que llega en forma de graciosa referencia a los grandes medallistas de la historia (por ejemplo, en los 100 metros tenemos una especie de Usain Bolt). Junto con estos tenemos la vertiente multijugador del juego, que nos permitirá incluso jugar online de modo competitivo. En estas, tal y como si estuviéramos de verdad en Tokio 2020, disputaremos la prueba que toque según el horario que nos indica el juego.
Por último, cabe destacar todos los desbloqueables a los que tendremos acceso. Según nuestro desempeño en las pruebas iremos consiguiendo unos puntos que nos servirán para canjear por los diferentes atuendos. No solo podremos comprar el traje, sino que además tendremos acceso a accesorios de todo tipo para complementarlos. La cosa no queda ahí, y es que también cada personaje tendrá varias configuraciones de atributos, que potenciarán la técnica, la velocidad o la fuerza. Estas también son desbloqueables con los mismos puntos por lo que si queremos conseguirlo todo (o casi todo) deberemos invertir un buen número de horas.
Duración
Cuando analizo un juego deportivo como este siempre suelo decir lo mismo, y es que es prácticamente imposible medir de manera objetiva su duración. Si nos ponemos a jugar en dificultad normal las 18 disciplinas se nos irá un buen rato en conseguir el oro, abriéndonos a su vez la modalidad extra que he comentado anteriormente en el modo práctica. La experiencia para un jugador no puede ir mucho más allá, salvo que queramos ir batiendo nuestros récords y conseguir la disparatada cantidad de puntos que necesitamos para desbloquear todos o casi todos los atuendos disponibles.
Por supuesto, el gran aliciente lo vamos a encontrar en su multijugador, ya sea en pantalla partida o online. No he podido probar su vertiente competitiva por haber tenido acceso antes del lanzamiento y no encontrar jugadores, pero las clasificaciones y rangos podrían empujarnos a echar muchas horas si queremos conseguir ser los mejores. No nos podemos olvidar de los logros, entre los que tendremos unos muy sencillos (como conseguir el primer oro en cada disciplina) u otros solo aptos para los más fans.
Conclusión
¿Qué podría esperar cualquier jugador en su toma de contacto con este juego oficial de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020? Muy sencillo: diversión arcade para toda la familia. SEGA es muy consciente del gran éxito que pueden llegar a tener los juegos de este tipo, y al añadirle la licencia de Tokio 2020 se asegura hacer las delicias de todos los fans de este tipo de eventos, que a día de hoy no poseen ningún tipo de opción que abogue más por un estilo de simulación más pura. En otra época donde el multjugador que teníamos era el offline en casa de amigos os puedo asegurar que este juego hubiera sido la estrella de todas las reuniones.
La variedad de disciplinas es bastante buena como para que todos podamos encontrar más de una opción que nos guste, y algunos como el tenis de mesa o el judo poseen controles avanzados que nos llevarán bastantes horas dominar si queremos ganar (olvidaos solo de aporrear botones). Por supuesto el juego tiene limitaciones, especialmente si nos centramos en la experiencia para un solo jugador, además de que algunos deportes están muy por debajo en diversión, lo que hará que caigan en el ostracismo probablemente. Pese a esto, se trata de un juego deportivo para toda la familia que recomiendo especialmente si os gusta competir con amigos.