Analizamos la Ira de los Druidas, la primera de las expansiones de Assassin's Creed: Valhalla que nos llevará a vivir una nueva aventura en Irlanda.
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El estreno de la nueva generación de consolas se produjo sin apenas títulos exclusivos que supieran exprimir las cualidades de estas nuevas máquinas. Ahí es donde entraron otras compañías, que nos trajeron varios títulos muy interesantes para así poder estrenar nuestras nuevas Xbox Series de la mejor manera. La compañía que más apostó por esto fue claramente Ubisoft, que lanzó en los primeros meses de vida de estas nada más y nada menos que 3 juegos: Watch Dogs Legion, Immortals Fenyx Rising y el título que nos ocupa (nuevamente) en el día de hoy, Assassin’s Creed Valhalla.
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Esta nueva entrega de la saga de asesinos nos dejó un sabor de boca espectacular, y así lo dejamos claro en nuestro análisis donde le colgamos la vitola de ser una de las mejores opciones para estrenar nuestras nuevas Xbox Series. Pese a ser un juego largo y denso, lo cierto es que nos dejó con ganas de más historias para Eivor, pero a eso ya le ha puesto remedio Ubisoft. Hoy os traemos el análisis de la que es la primera expansión que recibirá el título: La Ira de los Druidas.
En esta ocasión abandonaremos todo territorio conocido hasta la fecha y pondremos rumbo a la verde Irlanda, un mapa totalmente nuevo y creado para la ocasión. La expansión comenzará con la llegada de un personaje a nuestro asentamiento, y una vez lo ayudemos con un problema fluvial se nos dará la oportunidad de iniciar nuestra aventura irlandesa, donde tendremos que ayudar a un familiar elegido como Rey de la mismísima Dublín. Por el camino nos encontraremos con nuevos personajes y algunas nuevas mecánicas que os contaremos más adelante. ¿Ganas de saber que tal es La Ira de los Druidas? !Vamos con el análisis!
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Apartado técnico
Ubisoft ha hecho un gran trabajo con el apartado gráfico de Assassin’s Creed Valhalla, con unos escenarios gigantescos plagados de detalle y en los que no veremos una pantalla de carga (salvo en los viajes rápidos o cuando cambiemos de territorio). La Ira de los Druidas mantiene este nivel de detalle en el nuevo territorio que introduce, que es Irlanda. En él veremos una distribución bastante parecida a la que tiene Inglaterra, donde abundarán los bosques, ríos y ciénagas. Además, también podremos visitar algunos poblados y asentamientos, además de por supuesto la ciudad de Dublín, que será el sitio más grande de los que veremos en el mapeado de Irlanda.
He de decir que en un primer momento sufrí un poco de decepción al ver este nuevo mapa, ya que aunque por morfología del territorio es comprensible que sea bastante similar a Inglaterra lo sentí demasiado parecido. Sin embargo, esta sensación se va diluyendo en los primeros compases de la expansión, ya que una vez nos vayamos introduciendo en su historia y demás localizaciones podremos ver el buen trabajo que se ha hecho para hacer diferente esta Irlanda del siglo IX. Eso sí, los monasterios y los puestos de comercio que iremos desbloqueando (hablaremos de ellos más adelante) si que carecen de personalidad propia, limitándose a ser estructuras funcionales demasiado parecidas las unas de las otras.
Hasta aquí los puntos negativos del apartado técnico de La Ira de los Druidas, siendo con estos nuevos enemigos precisamente donde la expansión gana enteros. Sin entrar demasiado en destripes de la historia, nos enfrentaremos a los llamados Hijos de Danu, unos druidas que nos lo pondrán muy difícil en cada combate. El diseño de los enemigos Druidas me ha parecido sencillamente lo mejor no solo de la expansión, sino del juego. Sus ataques, animaciones y demás habilidades son excepcionales, y como digo cada enfrentamientos con ellos será todo un placer (al menos para la vista, claro). Junto con ellos, hay que reconocerle también a Ubisoft lo bien que ha adaptado al juego todo el folclore pagano y demás que rodea a estos druidas, dándonos esa sensación de misticismo por todos lados. Hemos analizado la expansión en una Xbox Series X utilizando en su totalidad el modo rendimiento, siendo este excepcional con unos 60 fps que no se resienten en ningún momento.
Jugabilidad
Como es lógico, en el apartado jugable será donde encontremos más novedades con respecto al juego base. Como os he comentado al principio del análisis, la Ira de los Druidas nos lleva a vivir una historia completamente nueva para Eivor donde deberemos ayudar a un familiar a mejorar sus relaciones con el Rey de Irlanda. Al igual que ocurre con la historia principal de Valhalla, nuevamente veremos la colisión entre el mundo vikingo y los católicos, aunque con la suma de un fuerte componente pagano por la población de este nuevo territorio, lo que claro está nos llevara continuamente a vivir situaciones llenas de desconfianza, recelo y, por supuesto, violencia.
Al igual que ocurre con los diferentes territorios en los que está dividido Valhalla, el nivel de jugador recomendado para completar la expansión es 55. Este nivel estará bastante lejos si has completado la historia principal, pero en este sentido Ubisoft ha sido bastante inteligente, y pese a recomendar ese nivel todos los jugadores verán la experiencia adaptada al nivel de su personaje. La Ira de los Druidas sigue gozando de la misma estructura jugable que la campaña principal, lo que quiere decir que nos tocará explorar el territorio en base a las tradicionales atalayas (esta vez, más simples en su diseño) e ir completando la línea argumental principal, dividida a su vez en diferentes capítulos.
Aquí encontraremos la primera de las novedades de esta expansión, que son las llamadas Exigencias Reales. Estas las iremos cogiendo de unos palomares (guiño claro a los anteriores juegos de la saga) y serán unas pequeñas misiones que deberemos hacer en determinadas ubicaciones. La mayoría de misiones son bastantes parecidas las unas de las otras, y es que básicamente encontraremos tres tipos: despejar una ubicación de enemigos, eliminar a ciertos objetivos VIP o recuperar joyas robadas. Todas estas tendrán unos objetivos adicionales que nos reportarán recompensas adicionales, aunque nuevamente pecan un poco de repetición, ya que serán no recibir daño o evitar muertes prescindibles. Esta nueva actividad es totalmente opcional, y podremos acceder en cualquier momento de la aventura, aunque en dos momentos de la historia si que estaremos obligados a realizar al menos 3. Aunque puede parecer una manera un tanto artificial de extender el juego lo cierto es que argumentalmente tienen sentido, así que no nos resultará pesado.
La Ira de los Druidas nos traerá equipo exótico a través de las rutas de comercio
Pese a que esta nueva actividad será la que mayor peso gane en la historia, sin duda la principal novedad de La Ira de los Druidas será la posibilidad de establecer rutas de comercio con otros lugares. A través de la base de una comerciante en Dublín tendremos la oportunidad de intercambiar ciertos recursos exclusivos de Irlanda para obtener equipo de todo tipo, tanto armaduras y armas como otros estéticos como tatuajes o piezas para nuestro Drakkar. Esto es bastante intuitivo y fácil de hacer, aunque para ello deberemos de gastar tiempo en recolectar estos recursos. Para ello, deberemos de tomar unos puestos circulares que hay por todo el mapa, y cada uno de ellos nos reportará una (o dos) unidades por minuto. Los puestos, además, serán mejorables y podremos construir en ellos ciertos edificios para obtener mejoras a base de gastar recursos obtenidos saqueando.
Por último, la Ira de los Druidas como es obvio nos va a poner a estos como los nuevos enemigos principales de la expansión, y de hecho tendremos para ello una sección dentro de nuestro menú Orden. En ella, al igual que ocurre en la aventura principal, tendremos a todos los miembros que componen esta secreta orden, pero para descubrir su ubicación y poder así asesinarlos deberemos buscar pistas o realizar ciertas actividades por toda Irlanda. Esta parte quizás está un poco desaprovechada, ya que pese a ser enemigos formidables la mayoría de ellos no nos costará acabar con todos demasiado esfuerzo ni tiempo. Eso si, al encargarnos de la orden completa desbloquearemos cierta misión especial de la que no os puedo hablar, pero que sin duda os gustará mucho y os reportará algo especial.
Duración
Pese a ser una expansión, La Ira de los Druidas sigue siendo Assassin’s Creed Valhalla. ¿Qué quiere decir esto? Pues que estamos ante un mundo abierto repleto de detalles y cosas por hacer. En mi aventura, he tratado de no solo completar el arco principal, sino completar el resto de misiones principales que he podido encontrar por el mapa, además de terminar con las rutas de comercio y eliminar a los Hijos de Danu. En total, mi experiencia dentro de La Ira de los Druidas ha durado unas 13 horas de juego, una cifra bastante alta para lo que a una expansión se refiere.
Por supuesto, por el camino me he dejado muchos misterios, artefactos y tesoros por recoger, y creedme, cuando digo muchos es que no os hacéis una idea de la gran cantidad de este tipo de contenido que nos ha regalado Ubisoft con esta expansión. Quizás para una persona que ya ha completado la aventura principal no le reportará demasiado interés este tipo de cosas, pero para aquellos que aun la están completando si que será una muy buena forma de obtener recursos y equipo para afrontar la aventura. En total, completar al 100% la Ira de los Druidas nos debería llevar unas 20 horas de juego.
Conclusión
Yo tuve la ocasión de poder analizar Assassin’s Creed Valhalla, siendo sin duda uno de los juegos que más he podido disfrutar de toda la saga entera. Tenía muchas ganas de poder echarle el guante a sus expansiones, aunque he de reconocer que desde el principio la que me llamaba más la atención es la siguiente, que estará ambientada en la toma de París. Sin embargo, La Ira de los Druidas ha sabido ganarme poco a poco, siendo un arco argumental que nada tiene que envidiarle al resto de la aventura principal de Eivor y con unos enemigos principales con mucha personalidad.
Es cierto que habrá algunos jugadores que la puedan considerar continuista o que no agrega contenido y novedades suficientes como para justificar su compra, especialmente con algunas mecánicas que pueden llegar a ser repetitivas o localizaciones un tanto genéricas, pero os aseguro que esa sensación no os durará si le dais una oportunidad. Para mi, la Ira de los Druidas es una muy buena expansión que cualquier amante de la saga y de Valhalla no debería perderse.