Enter the Dungeon hace poco más de un año que está disponible en otras plataformas y por fin llega a nuestras Xbox One. Con su estética pixel art y su frenético e intenso gunplay, viene pisando con fuerza y con la intención de hacerse un hueco de relevancia en el...
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Dragon Quest III HD-2D Remake – El regreso de un clásico atemporal
- Análisis de Death Stranding: Director’s Cut para Xbox Series – Un auténtico juego de culto
- Análisis de Squirrel with a Gun – Cuando no debemos meternos en el camino de una ardilla
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Tras una invasión a nuestro planeta por parte de una raza de agresivas y totalitarias balas humanoides, cuatro héroes se disponen a recuperar la hegemonia perdida a base de jarabe de plomo. Uno de los bastiones que pueden ayudarles a cumplir tan importante misión, es una fortaleza, antaño destruida por los invasores, en la que se custodiaba un arma que otorgaba a su portador el poder de viajar en el tiempo. Ahora que la fortaleza ha sido reconstruida, ha llegado el momento de adentrarse en ella para conseguir revertir los efectos de la guerra, y que sean los humanos los que se alcen con la victoria.
Bien, ahora que ya os hemos explicado el argumento de Enter the Gungeon, podéis irlo olvidando porque, como suele suceder con los juegos rogue like, la premisa argumental es un mero pretexto que sirve como arranque del título o simplemente para poner al usuario en situación. En este caso, justifica el origen de los enemigos con los que nos veremos las caras. Los hombres bala son los auténticos protagonistas de la función, tanto por su variedad como por su carisma. Y es que la mayoría son casquillos o cartuchos animados que portan armas de todo tipo. El fuego cruzado tendrá lugar en mazmorras que se generarán aleatoriamente y a partir de ahí solo tu pericia te separará del fracaso o del éxito.
Enter the Gungeon hace poco más de un año que está disponible en otras plataformas y por fin llega a nuestras Xbox One. Con su estética pixel art y su frenético e intenso gunplay, viene pisando con fuerza y con la intención de hacerse un hueco de relevancia en el género del rogue like. Armas, literalmente, no le faltan y ahora entraremos a desgranar cada uno de sus aspectos positivos y negativos.
Apartado Técnico
La artesanía del píxel suele utilizarse, en los tiempos que corren, con recurrente asiduidad. Muchas veces se utiliza esta técnica para enmascarar las limitaciones del estudio desarrollador, incapaz de poder afrontar el coste de un apartado técnico “actual” y, en otras ocasiones se hace porque las mecánicas jugables o el propio juego piden a gritos este tipo de diseño. También puede darse el caso de que la obra quiera rendir tributo a tiempos pretéritos, y en el caso de Enter the Dungeon todo indica a que se cumplen estas dos últimas premisas. Y es que el ángulo de la cámara y el diseño de algunas salas y objetos, recuerdan enormemente a títulos tan emblemáticos como The Legend of Zelda: A Link to the Past.
Pues bien, imaginad que en las manos de Link pudieseis poner metralletas, lanzagranadas, escopetas, pistolas y rifles láser para que se defienda con ellas de todo bicho viviente que le salga al paso. Olvídate de hechizos y espadas. Aquí solo tienes que preocuparte de apuntar y disparar. Y es que llama la atención que nos liemos a tiros en esas mazmorras decoradas con estanterías repletas de libros ajados, barricas de madera, alfombras arábigas y mobiliario medieval. Todo y con esto, el estilo con el que están recreados los personajes y los escenarios derrochan carisma y sentido del humor por kilos.
En un juego donde los enemigos se llaman ‘Hombres Bala’ solo podemos esperar acción a raudales - ¡Comparte!
Por encima de todo, los beneficiarios de este atractivo diseño han sido los enemigos, los cuales se han hecho bastante populares y protagonizan su propio merchandising en forma peluches, camisetas e incluso otros curiosos productos como calcetines, por ejemplo. Y mención especial para los jefes finales, que aunque gozan de un tamaño ajustado, disfrutan de la misma originalidad y sentido del humor que el resto de enemigos menores.
A parte de la gran calidad artística del juego, el apartado sonoro no le va a la zaga en las melodías, cañeras todas para amenizar la acción, ni respecto a los efectos, siendo estos últimos los que más desentonan por estar inspirados en los que acompañaban los juegos en la era de los 8 bits. Esto en cuanto a lo destacable, por el lado no tan agraciado de la balanza hemos de destacar que el juego sufre bajadas de frame rate aleatorias y espontáneas que congelan totalmente la imagen durante escasos y valiosos milisegundos, que pueden hacerte perder un cuadro de vida injustamente.
Jugabilidad
Podemos aseguraros que Enter the Gungeon es un juego muy entretenido. Resulta tremendamente adictivo en solitario y en cooperativo se eleva al cuadrado aunque, teniendo cuatro personajes seleccionables, podría haber incluido un modo cooperativo para hasta cuatro usuarios simultáneos. La lástima es que pide a gritos poderlo jugar online, por aquello de que los usuarios que no tengan a mano amigos para jugar, al menos pudiesen hacerlo a través de internet. Tampoco ofrecía esta opción cuando se lanzó hace un año en otras plataformas, con lo que hubiese sido un genial añadido para el lanzamiento en Xbox One, y lo malo es que no se ha incluido ni esta ni ninguna otra novedad.
Sobre cómo jugar, en una primera instancia puede parecer que todo se resuma en apuntar y disparar, cuando en realidad es mucho más profundo. Enter the Gungeon combina con maestría exploración, acción y un ligero toque de estrategia. Cada mazmorra se compone de una laberíntica combinación de estancias por las que avanzaremos en pos del jefe final que nos abrirá el paso al siguiente nivel. Durante nuestro camino, serán constantes las refriegas a tiro limpio y también tendremos que gestionar bien la munición de las armas recogidas, así como algunos potenciadores que podremos encontrar o comprar en la tienda con los cartuchos de balística conseguidos, que sirven como moneda con la que llevar a cabo tus transacciones.
No queremos olvidarnos del curioso y efectivo sistema de coberturas. Puedes volcar una mesa o un barril y cubrirte del fuego enemigo tras el mueble hasta que este se convierta en astillas, pero cuidado, porque los malos también pueden hacer lo mismo y ponerte así las cosas un poquito más difíciles. El caso es que debes acostumbrarte a ello, porque usar bien las coberturas te va a salvar la vida en muchísimas ocasiones.
Puede ser perfectamente uno de los indies más viciantes del catálogo de Xbox One - ¡Comparte!
Pero eso no es todo, porque aunque tengas habilidad y el juego se te de bien, la aleatoriedad con la que se generan los escenarios puede jugarte algunas malas pasadas, con unos primeros escenarios con enemigos muy poderosos y numerosos cuando en ese momento de inicio de la partida es imposible que hayas podido conseguir potenciadores o armas más potentes que la que trae el personaje por defecto. Así que toca ponerse las pilas desde el principio, y no solo por la aleatoriedad con la que se generan los niveles sino porque se trata de un juego con una línea de dificultad, en general, exigente. También lo es la propia jugabilidad o control de los personajes, ya que tienes que dominar la técnica de rodar para esquivar y racionar bien los dos ítems de disipación que desintegra todos los proyectiles en pantalla y bloquea el arma de los enemigos durante un segundo.
Respecto a los cuatro personajes disponibles, cada uno tiene aptitudes o poderes propios que te serán de utilidad durante la partida. Te recomendamos probar los cuatro para luego decidir cuál es el que mejor se adapta a tu manera de jugar. El piloto lleva una ganzúa, con la que puedes abrir algunas cerraduras, y tiene descuento en la tienda; el soldado tiene +1 en resistencia; la cazadora lleva una ballesta como arma secundaria y un perro que puede encontrar ítems y cofres ocultos; y la presidiaria, cuando le impactan, lanza un ataque de ira que causa daño en los enemigos.
Duración
Puedes jugar a Enter the Gungeon todo el tiempo que quieras. Tienes juego para aburrir, ya que se puede revisitar tantas veces como quieras cuando tengas visita o cuando quieras desestresarte un poco pegando tiros de un modo desenfadado. Precisamente esa es la gracia del título, ya que como no tiene un final definitivo y da pié a darle todas las vueltas que quieras, puedes seguir jugando en bucle hasta que te canses.
Conclusión
Enter the Gungeon es un shoot ’em up estupendo, ideal para los amantes de lo retro, en el que se incluyen mecánicas rogue like que le quedan como un guante. Solo empaña el resultado final la presencia de algún defecto técnico, la ausencia de opción cooperativa para cuatro jugadores y un modo online. Por suerte, compensa con un apartado artístico divertido y muy inspirado, junto con un ritmo frenético en el que se requiere de una marcada pericia por parte del jugador para conseguir avanzar de un modo constante.
Que nadie se lleve a engaño por su apartado visual. Enter the Gungeon utiliza la artesanía del píxel con soltura y dota a los personajes de unas animaciones muy fluidas. Ofrece diversión de calidad y aporta frescura en el género. Lo malo es que, al haber llegado a nuestra consola un año después de la fecha de lanzamiento de otras plataformas, esperábamos que incluyese alguna novedad o añadido que también sirviese para hacer más atractivo su precio.
*Gracias a Devolver Digital por habernos proporcionado el material para la review.