Os ofrecemos nuestro análisis de Dungeons 3: Complete Collection, una versión del heredero espiritual de Dungeon Keeper que incluye todos sus DLCs.
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El Mal Absoluto estaba aburrido y cansado de la vida en general, claro está, ser malo puede ser agotador y repetitivo, siempre buscando héroes que matar, tierras sagradas que conquistar, tirar cáscaras de plátano en los caminos para que los carruajes se den de bruces contra un árbol o simple y llanamente robando todo botón que se ponga a tiro. Nadie dijo que la vida del villano fuera fácil. Además, Dungeons 3 fue lanzado el 13 de octubre de 2017…, ha pasado demasiado tiempo sin poder echarle el diente a nuevo contenido, porque los buenos podemos ser también muy malos y esperar, porqué no, a que salga todo en un único pack muy molón.
Así que sí, Dungeons 3: Complete Collection ya está aquí y viene con todos los contenidos descargables que han aparecido a lo largo de estos casi 3 años. Así, no solo tendremos acceso a la campaña original sino que podremos disfrutar de las nuevas aventuras del Mal Absoluto y la oscura elfa Thalya a lo largo de las 6 expansiones que han hecho acto de presencia tras su lanzamiento, a saber: «Once Upon a Time», «Evil of The Caribbean», «Lord of the Kings», «Clash of Gods», «An Unexpected DLC» y finalmente, «Famous Last Words».
De todos modos, antes de entrar en detalle es importante que sepáis que Dungeons 3 es un juego que bebe directamente de la esencia y buen hacer de Dungeons Keeper, un clásico de los 90 en PC en el que adoptábamos el papel de amo de la mazmorra y debíamos hacerla prosperar y convocar monstruos que lucharan por nosotros frente a los ataques de los implacables héroes, de este modo, podríamos conquistar la tierra que había por encima de nosotros.
Bajo esta misma premisa, aunque potenciada con un estilo de juego distinto en la superficie y con una fuerte carga de humor acogemos el título que nos ocupa y que sin duda, hará las delicias de los que busquen una experiencia similar al Dungeon Keeper original. Así pues, ¡dentro análisis!
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Apartado técnico
Gráficamente nos encontramos con un juego muy flojo, quedando patente sobre todo si acercamos la vista demasiado al escenario. Texturas planas, personajes y monstruos con modelados muy sencillos y que dejan que desear y unos efectos de luces muy simplistas. Si es cierto que gracias a un estilo muy «cartoon» esas faltas no se hacen tan evidentes como pudiera parecer, y más cuando la cámara que vamos a controlar por norma general será la que más se aleje de los personajes, permitiendo una vista más amplia de todo lo que ocurre en pantalla, como es propio y aconsejable en esta clase de juegos.
Además de lo anterior, es incomprensible que se produzcan ralentizaciones incluso en Xbox One X, siendo un juego tan discreto. Normalmente esto ocurre cuando estamos controlando un número abundante de criaturas, que unido al cambio de plano provocará que nos percatemos de esta problemática. En ningún caso llega a suponer un impedimento para disfrutar del título ni a causar situaciones alarmantes que nos desesperen, pero no deja de ser curioso que no esté más optimizado en este sentido y obviamente, es un hecho que está ahí y que no es posible ignorar. Como dijimos, no es un juego que vaya a castigar nuestras consolas con una carga grande de polígonos ni texturas ultravitaminadas, todo lo contrario.
Donde Dungeons 3 gana muchos enteros y eso es indiscutible, es en su gran trabajo de localización al español. No solo los textos son claros y muy buenos, sino que el doblaje es sencillamente magistral. Sobre todo ensalzar la gran labor del narrador, omnipresente en toda la obra y que no solo se limitará a introducir las misiones con algún detalle de la historia o los objetivos a cumplir, sino que a medida que juguemos veremos como nos pone en aviso de distintos acontecimiento, narra determinados momentos que sean importantes para el lore o historia del juego o simplemente se dedica a hablar sobre los objetivos que estamos cumpliendo o soltar algún que otro disparate o improperio. Unos comentarios muy acertados, muy ingeniosos y perfectamente ejecutados.
Además, a poco que estemos al día en distintos juegos, series, películas y libros no tardaremos en darnos cuenta de los miles de detalles que conforman el mundo de Dungeons 3 y sus personajes, con lo cuál el narrador aprovechará a sacar distintos chascarrillos: un enano llamado Grimli, una ciudad llamada Brisa Tormenta (quien no recuerda la controvertida traducción al castellano de Stormwind), los Caballeros de la Mesa Rotonda, una alocada maga llamada Yaina, la Perla Negra o un sinfín de referencias al mundo fantástico.
El resto del apartado sonoro cumple sin más, tanto a nivel de sonidos como las melodías que acompañarán al título.
Jugabilidad
Si vas a jugar a Dungeons 3 tienen que tener claras las mecánicas del título, o disfrutas de los juegos de estrategia y gestión o el título se te hará cuesta arriba y muy pero que muy pesado. Así, hay que tener esto en mente y además, distinguir la propia base jugable del título que nos ocupa, el cual consta de dos partes claramente diferenciadas, cada una de ellas en un plano del mapa distinto:
El submundo y la gestión de mazmorra
Esta es la parte 100% tomada del clásico Dungeon Keeper. Aquí disponemos de unos seres llamados los Nimios, los cuáles, como buenos esclavos, se encargarán de toda la mano de obra que les encarguemos, esto es: picar el subsuelo para desenterrar oro, construir habitaciones que nos otorguen ventajas y permitan crear nuevos monstruos o gestionar nuestros recursos, construir granjas de pavos para proporcionar alimentos a nuestros súbditos y un largo etcétera.
Además, si queremos que trabajen más rápido podremos azotarlos o desplazarlos a otras zonas del mapa. A parte del lado de gestión y crecimiento de recursos, en este mapa tendremos el «Corazón de la mazmorra», una enorme piedra de cristal que los buenos (estos no somos nosotros) tratarán de destruir. Si lo consiguen fin de la partida, the end, c’est fini, das ende, owarimashita, …., esto no debe ocurrir bajo ningún concepto pues no podemos tolerar el el bueno del Mal Absoluto no pueda disfrutar de su aventura y ver como acaba esta aventura. Para ello deberemos colocar trampas y apostar criaturas que nos defiendan ante los ataques rivales, pues tener seguro que serán continuos y al igual que nosotros, ellos también irán mejorando.
La conquista de nuevos territorios.
Una vez arriba, cuando salgamos de nuestra mazmorra, nos enfrentaremos a un juego muy distinto, uno que tiene más que ver con la parte estratégica de títulos como WarCraft o Age of Empires, salvando las distancias, claro está. En este plano guiaremos a nuestros esbirros para conquistar nuestros objetivos, ya sean: robar un alijo de ron, capturar unos cristales mágicos, destruir las defensas de una ciudad, volver a robar unos cristales mágicos, …
Obviamente hemos hablado de esbirros, los cuáles crearemos a partir de mejorar nuestra mazmorra, pero hay un punto diferenciador con otros títulos de estrategia, y es que aquí a los esbirros se les paga, se les tiene que alimentar, dar bebida y descanso. Esto es, si nuestra guarida no puede proporcionarles todo esto no rendirán igual, se podrán escapar en medio de un combate o simplemente se girarán para mirar a cámara y protestar. ¿Nadie recuerda la protesta de Homer Simpson por su bocadillo?, pues esto es más o menos lo mismo.
El lado más negativo de esta parte es sin duda alguna el control. Los combates pueden ser muy confusos, además, que no todos los indicativos sin lo suficientemente claros. Aquí, debemos estar continuamente cambiando de plano, además, la manera de seleccionar unidades es distinta en nuestra guarida que en la superficie.
Son detalles que propician que nuestras primeras partidas sean muy torpes, y aún cuando pillemos el tranquillo al control vamos a seguir con esa sensación de que debería de ser más claro, más conciso y con opciones más parejas entre los dos planos para según que situaciones. Al menos yo no he encontrado una manera de poder gestionar las unidades que saco a explorar fuera de las que quedan abajo que me sea realmente satisfactoria, ni con los atajos que permiten seleccionar determinado tipo de unidades ni haciéndolo desde el propio mapa.
Duración
Si te gusta la propuesta de Dungeons 3, esta Complete Collection tiene contenido para aburrir. Si al inicio de nuestra aventura es el Mal Absoluto quien está aburrido, llegará un momento en que seas tú quien se dedique a suspirar mientras se toma cócteles y come kebab de unicornio.
A la historia principal, que podía llegar a durar en torno a las 15-20 horas dependiendo de nuestra habilidad, hay que sumar todas las expansiones que han salido a la venta, las cuáles suman un total de 6. Entre uno y otro tendremos mas de 50 misiones de juego que fácilmente nos hagan llegar a las 50 horas partida. Sin duda, una locura de contenido que eso sí, amenizará de muy buena forma el narrador.
Además, a parte de todo este contenido podremos pasar directamente a la acción a través de 17 mapas que nos propondrán distintas escaramuzas y objetivos, que además podremos personalizar. Además, estas misiones y las de la campaña se pueden jugar de forma cooperativa con un amigo, lo cual si estamos debidamente organizados las hará más sencillas y disfrutables.
Por último, tendremos a nuestra disposición el clásico modo multijugador con partidas de hasta cuatro jugadores donde solo los más malos podrán ganar, los más malos que hagan bien las cosas, claro está, a ver si pensáis que va a ganar el más manta de todos.
Conclusión
Está claro que hay margen de mejora, y creemos que posiblemente un Dungeons IV acabe por depurar muchos de los inconvenientes que le hemos encontrado. Pero sin duda alguna es un título con personalidad, además que hay cosas que hace muy bien, y es cuando el título funciona se mueve con mucha soltura y te permitirá disfrutar del mismo.
Dungeons 3: Complete Collection es un juego con carencias en el apartado técnico y algo entafarroso en sus controles, no obstante, si perdonáis estos problemas y aún más si disfrutáis de los juegos de estrategia, sobre todo aquellos que atesoréis los momentos vividos en Dungeon Keeper, tendréis ante vosotros un juego enorme y repleto de contenido, que os hará reír y rememorar los viejos días de gloria de los RTS.