Probamos a fondo el nuevo Thrustmaster ESWAP S Pro Controller con nuestra Xbox y os contamos nuestras sensaciones.
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Estos últimos días hemos podido analizar en profundidad un nuevo periférico oficial de Xbox, pero no fabricado por Microsoft, sino por la siempre confiable Thrustmaster, de la cual precisamente hace unos días os contábamos todo sobre su nuevo volante T248, una pieza magnífica cuya relación coste-calidad la ponían en la mira de cualquier fan de las carreras. Pero hoy me toca a mí. Hoy le toca el turno a los fans de los FPS competitivos. Hoy probamos el mando Thrustmaster ESWAP S Pro controller.
Anteriormente, ya habíamos visto ediciones del ESWAP, por supuesto, funcionales en Xbox, pero ninguna dedicada y homologada como esta. Por eso, gracias a la marca, hemos podido ponernos a probar a fondo una unidad armados de nuestra Xbox Series X y un cargamento de shooters, donde el nuevo Thrustmaster ESWAP S Pro demuestra estar sobradamente preparado. Sin adaptación, sin configurar y sin cambiar nada. La sensación de enchufar, ponerte a jugar y sentir como tu apuntado mejora casi por arte de magia, es digna de mención, aunque complicada de explicar. Lo intentaremos más abajo, pero antes, las especificaciones del mando.
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Especificaciones Thrustmaster ESWAP S Pro Controller
Antes de nada, hay que dejar clara una cosa: No es un mando inalámbrico, por tanto, deberemos usarlo con cable obligatoriamente. Quizá alguno aún se pregunta el porqué de lanzar un mando con cable en 2022, pero esto aporta principalmente dos ventajas: no necesita batería ni pilas, por tanto, su tamaño es más reducido y su peso más bajo, y el tiempo de respuesta casi inexistente gracias a la conexión directa por cable, lo cual nos ayudará a ser más rápidos en nuestros movimientos.
- Mando con diseño modular: Reemplaza los mini-sticks sin necesidad de herramientas. Con un simple movimiento y al vuelo.
- Gamepad oficial con licencia Xbox.
- Software integrado en la consola ThrustmapperX.
- Latencia casi nula: conexión USB con cable trenzado superresistente (tipo C) para obtener una latencia reducida y una transmisión de datos rápida y estable.
- 2 perfiles disponibles para elegir desde el mando.
- Domina tus diagonales: un nuevo D-pad mecánico ergonómico proporciona mayor precisión, comodidad y control.
- Botones mecánicos un 64% más rápidos que los de membrana.
- Peso: 260 gramos (345 gramos Mando Elite)
- Garantiza más de 5 millones de pulsaciones de sus botones.
- 2 botones inferiores personalizables.
- Gatillos con bloqueo de progresión para respuesta rápida.
Cabe destacar el detalle del propio cable, que viene incluido en la caja, de alta calidad, de alrededor de 2,5 metros que como habréis podido deducir, no viene «incorporado» al mando, como sucede con otros, sino que tienes que conectarlo como sucede con los inalámbricos. En estas especificaciones ya podemos advertir un tema que sinceramente me sentí algo decepcionado, pero que por otra parte, resulta casi lógico por el precio y el propio sistema Thrustmaster ESWAP: no trae sticks adicionales de otros tamaños, hay que comprarlos aparte. Por supuesto, forma parte de la personalización de los mismos y que decidas invertir en el mando como una plataforma, pero no podemos evitar la comparación con el completo equipamiento del Microsoft Elite V2.
Pruebas y comportamiento con Xbox Series X
Tras abrir la caja, coger el mando y enchufarlo directamente a la consola, pudimos comprobar que el Thrustmaster ESWAP S Pro controller, tiene una cualidad que usuarios como yo valoramos mucho. El poder llegar, encenderlo y notar la mejora con respecto a un mando estándar de forma instantánea, es una maravilla. Pero por supuesto, este mando está hecho para aquellos que buscan algo más, no en vano, por el mismo precio de este, podríamos comprar dos inalámbricos normales. Pero si eres de l@s que buscan un toque «profesional» a tus sesiones de juego, atent@ a este mando.
Los mini-sticks que vienen por defecto, son una auténtica gozada, tanto al tacto como en la precisión, que resulta excelente, pero las sensaciones más placenteras se dan con los botones mecánicos, tanto el cuarteto XYBA, como los LB y RB hacen un clic muy característico y agradable para nuestros dedos. ¿El enfoque experto de estos botones? Que la pulsación es mucho más rápida que los estándar, exactamente un 64% más, gracias a la aproximación (en micras) del activador, pues todo en este mando está orientado a obtener la máxima capacidad de respuesta.
Por supuesto, al ser usuario de un Microsoft Elite V1, la diferencia de peso es totalmente palpable desde el primer segundo. Los 260 gramos que pesa el Thrustmaster ESWAP son directamente un 25% menos que el Elite, más ancho, robusto y pesado que este. Pese a esta reducción, no se nota tampoco el efecto «mando de juguete» que sucede con el de PS4, de sólo 210 gramos. Incluso el estándar de Xbox Series, de unos 244 gramos sin contar la pilas (de 11 gramos aprox. cada una), se quedaría por encima de este.
Si os digo la verdad, al tener las manos grandes, no he podido acostumbrarme a las palas del mando Elite de Microsoft, las cuales uso solo para algunos juegos muy concretos. En lugar de eso, el Thrustmaster ESWAP S Pro controller, lleva dos botones por debajo, muy pequeños pero estratégicamente geniales para pulsarlos con los meñiques. Y no sólo eso, además de poder configurar el mando al completo en el software dedicado ThrustmapperX, tanto para Xbox como para Windows 10 y 11, debemos de aludir de nuevo a la facilidad de uso, pues pulsando un botón de configuración del propio mando, podremos mapear estos nuevos botones «sobre la marcha», sin necesidad de salir del juego, ni acceder a configuraciones ni nada. Otro punto interesante.
Por último, mi experiencia en competitivo no es la de un jugador profesional ni mucho menos, pero no os puedo negar que procuro mantenerme en la categoría Oro de Apex Legends y que algún pase de Las Pruebas de Osiris de Destiny 2 también caen de vez en cuando. La mejora ha sido inmediata y me he sentido cómodo desde el principio. Incluso la posibilidad del mapeo rápido de los botones inferiores, me han hecho, por ejemplo, cambiarlo de “deslizamiento” de Apex, a la cruceta para poder usar más rápido las baterías. Warzone o Halo Infinite son otras de las pruebas, donde el Thrustmaster demuestra su fortaleza en el tiempo de respuesta.
Nuestra opinión: ¿Merece la pena comprarlo?
Pero bueno, ¿matas más con este mando o no? Pues os digo sinceramente, aunque pueda parecer casi un efecto placebo, sí que han mejorado mis K/D en ambos juegos. Mi Élite ya va camino de los 3 años, y digamos que necesita un reemplazo más pronto que tarde. De momento, el combo del Thrustmaster ESWAP S Pro controller con el mando estándar de Xbox es una opción genial, para poder obtener la mejor respuesta cuando llega el momento de ponerse competitivo. Quizá los 129,99€ que cuesta ahora mismo en Amazon, pueda echar para atrás a más de uno, pero tras haber probado su rival directo, el Razer Wolverine V2, me quedo con el Thrustmaster sin ninguna duda.
No es para todo el mundo, eso está claro. El ESWAP S Pro ofrece ventajas que la mayoría de jugadores menos exigentes ni requerirán ni necesitarán. Además, las continuas mejoras de Microsoft a sus mandos, en concreto, la nueva tecnología de baja latencia que equipan, los ponen a una altura genial. Pero mientras la sombra del Microsoft Elite V2 sigue siendo alargada (como su precio), en el inmediato escalón de calidad, sin duda encontramos este. Un mando interesante, versátil, genial al tacto y sencillo de usar.