WRC 8 es la nueva entrega de la serie de conduccion de KT Racing con la licencia oficial. Pero este año, es mucho más que eso.
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Un año más le toca el turno a una de las series que nunca falla a los aficionados a la conducción y más en concreto, a los fans del Rally. WRC 8 es la octava entrega del simulador de Rally oficial de la FIA, desarrollada por Kylotonn, ahora llamados KT Racing, cuya adquisición por parte de BigBen Interactive parece haber resultado bastante fructuosa, a juzgar con lo que hemos visto en estos días que hemos estado probándolo a fondo.
Como podéis suponer con su nombre, la World Rally Car Championship, el campeonato mundial de Rally patrocina oficialmente este videojuego y como tal, contiene absolutamente todas las licencias necesarias para garantizar que la experiencia sea exactamente idéntica a como debe de ser: vehículos, equipos, pilotos e incluso las distintas etapas, son fiel reflejo de la realidad, por lo que es un gran punto a tener en cuenta. Ya no sólo si eres seguidor y conoces el mundillo, si no que al ser producto oficial cuenta con todo el branding que de otra forma no se podría reflejar igual en los diseños de los coches, por ejemplo.
Resulta absolutamente inevitable la comparación con la franquicia rival, que desde su reaparición con su primera entrega en 2016, ha estado haciendo sombra a WRC, Dirt Rally. Su segunda entrega es un ejercicio sublime de jugabilidad, con una simulación casi 1:1 del pilotaje extremo que supone llevar un vehículo de estas características, pero con una falta acuciante de contenido inicial, que suplía con la inclusión de la FIA Rallycross Championship, una modalidad competitiva en circuito que se aleja de la emoción de una etapa, en la que dependes casi a ciegas de tu copiloto y tu pericia al interpretar las órdenes.
Y decimos que es necesaria la comparación, porque WRC 8 en esta ocasión si que sale muy bien parado. Todo en lo que fallaba en las anteriores entregas, (al menos en las dos últimas, que son las que he podido probar de primera mano) se queda casi zanjado en esta ocasión, con un especial “boost” en las dos áreas que necesitaba refuerzo: las físicas y los gráficos. Estamos muy satisfechos de poder decir que KT Racing ha encontrado el camino necesario para batir a Dirt Rally y que a partir de esta entrega, podría empezar a rivalizar cara a cara con él.
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Apartado técnico
En WRC 8 ha habido una importante mejora gráfica en la que la versión de Xbox One X es bastante culpable. La resolución de las texturas o la propia resolución de pantalla son absolutamente bestiales y el juego se ve de maravilla. Efectos de iluminación renovados, sombreado realista en tiempo real, efectos de partículas, clima dinámico espectacular… el motor gráfico se mueve de lujo en esta entrega y entra por los ojos desde un primer momento conforme vemos en el propio menú principal como si de un auténtico showcase se tratara.
No quiero parecer exagerado y personalmente creo que Dirt Rally 2.0 es más espectacular en algunos aspectos, pero no podemos desmerecer el esfuerzo de KT Racing en este aspecto, totalmente destacable este año. Sin embargo, no todo es de color de rosa y una de las grandes ventajas de su competidor es que se mueve a 60 fps, una tasa de frames que en WRC 8 se reduce a la mitad, afectando a su jugabilidad. No os equivoquéis, el juego va fenomenal y los 30 fps son absolutamente rocosos, pero por eso avisábamos al principio de ello. Debemos hacer comparaciones inevitables, sin embargo, en las mismas capturas de la review podéis observar lo realmente bonito que se ve el título.
Seguimos con lo bueno, porque hay que destacarlo de manera individual. El clima dinámico significa que en cualquier etapa podemos empezar con un sol abrasador y terminar a duras penas en medio de una tormenta terrible. Charcos que hacen aquaplanning, ruedas que pierden el agarre, visibilidad casi nula en el caso que sea de noche… el clima realmente te puede poner una etapa cuesta arriba si no estás muy atento, ya que cada pequeño error, te costará la etapa.
Precisamente uno de los elementos más importantes de un juego de rally desde hace años es el copiloto. Su destreza, velocidad y claridad de sus órdenes es esencial para pilotar lo más rápido posible en cada etapa. Por suerte, WRC 8 tampoco falla en eso. Con un doblaje al español muy correcto -que también aparece en los apartados de gestión de equipo-, las indicaciones son más que suficientes. Quizá el término “corto” y “corta” en las curvas nos llega a confundir en ocasiones, ya que para las curvas cortas lo dicen así, y cuando quieren que “recortemos” también lo dicen así, pero con una pausa. Si quitamos ese pequeño detalle, el resto no tiene pega alguna. Bueno si, las músicas de menú que siguen siendo demasiado aburridas y planas. ¡Un poco de ritmo viene bien para relajarse antes de empezar cada nuevo Rally!
Jugabilidad
Antes de comenzar a explicar los distintos segmentos donde pasaremos la mayor parte de nuestro tiempo, sigamos de nuevo con las bondades, porque el sistema de físicas de WRC 8 al fin parece tener un sentido lógico, que pasa de “cogerle el truco” a una conducción predeterminada, a directamente lo que debe de ser: leer las físicas del coche. Ahora al frenar el peso del coche marca la trazada, los saltos serán importantes no sólo por posición, si no por peso en la tracción al enfrentarnos a un nuevo giro y el terreno se comporta bajo nuestras ruedas como debe de ser.
Seguramente sea debido a que en Xbox One no llega a 60fps, pero quizá le falta un poco más de ajuste para ser totalmente realista, sin embargo, las sensaciones desde la cámara interior son inmejorables. Una vista que recomendamos encarecidamente si quieres disfrutar de WRC 8 en todo su esplendor, porque desde ahí no solo tendremos una sensación de inmersión mayor, si no que será la mejor manera de experimentar la lluvia, el polvo, usar el parabrisas manualmente -el detalle del parabrisas nos ha encantado- y lo bien que están recreados los baches en cada etapa.
Pero mucho ojo, porque KT Racing debería de tener en cuenta este nefasto detalle. Conforme arrancamos el juego por primera vez, nos ponen en una etapa para comprobar cómo es nuestra habilidad al volante y que se autoajuste. Esto último incluye el ABS, control de tracción y dificultad de la IA, pero el problema es que la cámara exterior por defecto es bastante mala. Al guiarse con el coche, cada toque en el analógico será como un golpe en la cabeza que desde luego deja muy mal sabor de boca en los primeros minutos. Pero tiene fácil arreglo. Hay una cámara exterior adicional a la predeterminada que si que funciona muy bien si lo tuyo es jugar viendo el coche entero. De hecho, cuando contravolanteas en las curvas se queda un efecto bastante chulo.
Habiéndonos sacudido ese problema de encima, en WRC 8 solo queda disfrutar de su sistema de temporada, en el que nos haremos nuestro propio camino como piloto, empezando si queremos desde la WRC 2, la versión con vehículos menos potentes que nos servirá para ir cogiendo las tablas necesarias para enfrentarnos a la clase superior y oficial, donde contaremos con las etapas más exigentes, los rallys más largos y una gestión de equipo más intensa.
Porque aquí es exactamente donde WRC 8 marca una gran diferencia con Dirt Rally 2.0, en este modo campaña donde podremos visitar nuestras oficinas, gestionar el calendario, contratar a personal como mecánicos, fisioterapeutas o directores financieros, organizar pruebas de conducción y lo que más interesante resulta, poder gestionar nuestra experiencia ganada en cada carrera a través de un completo mapa de puntos dividido en 4 áreas, con un gran margen de mejora. Desde habilidades mecánicas, de conducción, de equipo o de ganancias, prácticamente se puede potenciar cualquier rama.
WRC 8 es un firme candidato a los mejores juegos de conducción de 2019
Pero tendremos que estar pendientes de cumplir los objetivos de cada fabricante y no quedar demasiado mal en las carreras, o su confianza en nosotros bajará, y aunque no nos haya pasado, es posible que terminen el contrato con nosotros, obligándonos a cambiar de equipo y resetear mucha parte del progreso. Un sistema entretenido que al principio puede parece algo de relleno, pero que luego empieza a formar parte de tu trayectoria y de lo que quieras arriesgar en cada carrera. Es posible que acumular 1 minuto de penalizaciones en un rally te hagan perder un objetivo en concreto y te convenga quedar en peor posición, pero asegurar para que no disminuya la confianza de tu patrocinador.
Duración
Evidentemente, el modo Carrera que ya hemos mencionado no es el único. Los 14 Rally oficiales con más de 100 etapas que contiene WRC 8 dan mucho más de sí, con la posibilidad de jugar online con otros jugadores directamente, una función para la que no hemos encontrado partida, seguramente debido al embargo. Además de eso, partida rápida o temporada nos permite jugar directamente sin tapujos y sin usar uno de los 3 slots disponibles para usar en el modo Carrera.
Quizá el modo más interesante es el de los eventos temporales, más en la medida de Dirt Rally, que combina con acierto las clasificaciones de todos los jugadores alrededor del mundo con la nuestra, en vez de usar a la IA para ello. KT Racing y BigBen han querido ir un paso más allá, e incluso tendremos una prueba especial (normalmente un Rally entero) con el calificativo eSports, que nos permitirá acceder al apartado más competitivo de WRC 8, hasta el punto de salirte un mensaje antes de entrar donde nos advierten que si somos muy buenos podrían contactar con nosotros para participar en torneos oficiales. Lamentablemente, estas últimas pruebas no estaban activas, por tanto no hemos podido probarlas, ya que contaban con un contador que coincidía con la fecha de lanzamiento del título.
Debemos destacar una mención aparte para un modo que quizá pudiera pasar desapercibido por estar algo menos destacado con respecto al resto de opciones en el menú, pero que nos ha resultado muy divertido, un modo de Pantalla Partida, para jugar en casa con un amigo y dos mandos. La típica partidita que nos pica mientras vemos como el fantasma del coche de nuestro amigo nos va adelantando, la verdad es que está bien conseguida gracias a su disposición vertical, como podéis ver en la imagen. Además, como también va a alta resolución y a 30 fps, no se aprecia pérdida de calidad alguna.
Conclusión
Sin ninguna duda, WRC 8 ha dado un paso técnico que le coloca en una posición importante respecto a su actual y dominante competidor. Las más de 60 horas que he dedicado este año a Dirt Rally 2.0 -lanzado en febrero- les hubiera perjudicado muchísimo en un cara a cara a la entrega del año pasado, pero KT Racing ha hecho un trabajo encomiable mejorando en las dos áreas que le hacía falta: Mejores físicas y mejores gráficos.
En el resto de áreas continúa siendo el mismo de siempre, lo cual, no es poco. Las repeticiones ahora son más espectaculares, las etapas están diseñadas con un mimo brutal y es muy complicado que un fan de los Rally encuentre grandes pegas a un título de conducción que se ha vuelto en algo más que “limitarse a cumplir”. Los 30 fps le perjudican un poco al perder sobre todo la respuesta necesaria del mando, pero no precisamente por la sensación de velocidad, que la tendremos igualmente.
Si antes te gustaba cada entrega anual por ser un producto oficial y no perderte ni uno de los Rally disponibles y la plantilla actualizada, WRC 8 realmente se convierte en un producto mucho más redondo, que con sus “peros”, es un gran paso qualitativo para KT Racing.