Frontier nos lleva a definir las estrategias de conquista de las tierras mortales de Age of Sigmar.
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Algún día me gustaría armar una lista de todos los juegos que ha logrado amasar la saga Warhammer, pero lo cierto es que son tantos que me llevaría una casi incalculable cantidad de tiempo. La oferta es tal que en la nómina de títulos la calidad es variopinta, como también los géneros que se abordan, por lo que cada entrega de la saga es un completo misterio hasta que se juega.
En ese contexto llega una nueva entrega de Warhammer Age of Sigmar con Realms of Ruin, pero para entender el juego debemos adentrarnos, aunque sea un poquito, en la historia de la franquicia. El mundo de Warhammer Age of Sigmar es un poco difícil de entender, principalmente para alguien que no es un avezado conocedor de este mundo terriblemente profundo en historia.
Age of Sigmar logró revitalizar el universo Warhammer con su aparición allá por el 2015 al incorporar un elemento de fantasía más mística a la IP. Para que se entienda, aquí los primeros mundos de Warhammer fueron exterminados por un apocalipsis conocido como “El fin de los tiempos”. Este juego en particular se sitúa en las tierras mortales, que son básicamente un grupo de mundos mágicos conectados por portales cósmicos.
Realms of Ruin es el primer juego AAA de estrategia que se anima a explorar estas tierras, por lo que te invito a que me acompañes en este recorrido táctico que invita a los fans de la serie y le abre la puerta de par en par los recién llegados a este universo.
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Apartado técnico
En materia gráfica, cada unidad conserva la fidelidad del modelo en miniatura en el cual está basada, algo que para esta altura ya es casi una marca registrada de Frontier, los encargados del desarrollo del título. Otro de los puntos positivos en cuanto a esto son las animaciones, que están increíblemente cuidadas en todas los roles y circunstancias de los enfrentamientos.
Los puristas de Warhammer estoy seguro de que se deleitarán con la posibilidad de poder pintar digitalmente a cualquiera de las unidades del juego e incluso de poder crear dioramas a voluntad con los distintos personajes del juego y con la posibilidad de colocarlos en distintas posiciones para que luzcan bien y poder tomarles fotos con un modo dedicado específicamente a esto.
No tengo una solo queja del audio ni en cuanto a música ni a los efectos sonoros durante los combates, ambos componentes son sencillamente perfectos y les sientan perfecto a la inmersión del título. Sumado a esto está la estupenda calidad de los actores y actrices de doblaje que hacen olvidar por momentos que estamos en presencia de un RTS para hacernos creer que estamos viendo una película animada.
Sobre esto último, vale destacar que el juego sí añade voces en español, aunque solo de su variante de España y no de Latinoamérica, aunque el juego está localizado en ambas variantes.
Jugabilidad
Si tenemos que comparar al título con otro del mismo género en el mundo de Warhammer, podría ser Warhammer 40,000: Dawn of War, con la salvedad de que no cuenta con un sistema de construcción de bases ni de recolección de diferentes recursos. Aquí, la idea es intentar controlar los portales arcanos ubicados en distintos puntos de los escenarios que generan recursos para entrenar más tropas, puntos defensivos, y estructuras para actualizar ciertas características.
Los combates se dirimen en obtener más puntos de victoria que el oponente o al destruir la base de la facción rival.
Para lograr este cometido, todas las facciones presentan el mismo tipo de unidades: defensivas, ofensivas, de ataque a larga distancias y los siempre presentes héroes y heroínas. Cada unidad cuenta con una habilidad particular que para activarla será necesaria la utilización de recursos y que, generalmente, puede volver a activarse solo después de cierto tiempo. Las tropas se mantendrán en combate hasta caer o bien hasta que se utilice la opción de retirada, que las llevará el punto de reunión.
Un punto que puede ser negativo para varias personas, incluso las más allegadas al género de la estrategia en tiempo real es la cantidad de tiempo que se debe colocar en el cuidado de las tropas, y esto se debe a que todas las unidades requieren que se les de alguna orden, no existe ningún tipo de iniciativa propia, incluso al ser atacadas o para capturar puntos estratégicos. Realmente cuesta creer esta omisión en un título de estas dimensiones y realizado por, nada más y nada menos, que Frontier.
Los controles están muy bien adaptados al mando de Xbox, aunque no he jugado la versión de PC, por lo que he visto en distintos videos, creo que la idea de los desarrolladores fue pensar este particular teniendo en cuenta las consolas por sobre la plataforma madre del género.
La campaña está bastante acotada para lo que el mundo de Age of Sigmar tiene para ofrecer con escenarios bastante similares unos con otros. Esto se traslada también a las facciones que se pueden seleccionar, apenas 4 de salida: Stormcast Eternals, Kruleboyz, Nighthaunt, y los Discípulos of Tzeentch aunque pronto se agregarán más personajes.
El problema no radica solo en el número de facciones, sino la falta de identidad de cada una más allá de lo netamente gráfico. Todas las facciones tienen el mismo tipo de unidades y la jugabilidad se reduce a la estrategia de qué unidad es mejor con respecto a la que presenta el rival. Dejando eso de lado, la campaña es interesante con distintas misiones que ostentan diferentes objetivos por cumplir, aunque muchas de ellas están basadas en la defensa y pueden ser un tanto tediosas en un principio.
El apartado multijugador ofrece una experiencia bastante dinámica para todo tipo de público con modos de enfrentamiento 1 contra 1 y 2 contra 2 con la posibilidad de participar en el ranking o no. El modo Conquest permite al jugador desplazarse por el mapa aumentando su territorio en una serie de skirmishes de variada dificultad.
Duración
La campaña de Age of Sigmar: Realm of Ruins puede demorar unas 23 horas aproximadamente de principio a fin, una duración digna de un buen exponente del género, aunque este número caprichoso de tiempo no contempla la cantidad ingente de horas que se pueden pasar pintando figuras y armando dioramas dentro del título, lo mismo con la edición de mapas.
Conclusión
Considero que esta nueva entrega de Warhammer es una invitación para los recién llegados, no solamente a la franquicia, sino también al género. Frontier logra meter dentro del universo a los jugadores en cada batalla con un apartado artístico sobresaliente que hace palidecer a la jugabilidad y no favorece por sus propias cualidades a la escasa variedad de facciones y misiones.
El futuro del juego es interesante y las bases para construir algo épico en la franquicia y en el mundo de la estrategia en tiempo real están, solo basta que Frontier construya un poco más.
*Agradecemos a Frontier el material para el análisis.
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Aspecto técnico90/100
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Jugabilidad65/100
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Duración85/100
Lo bueno
- El aspecto gráfico es sobresaliente.
- Los controles están muy bien pensados para el mando de la Xbox.
- Un título ideal para los recién llegados al género.
Lo malo
- Muy pocas facciones entre las cuales elegir.
- Tantas misiones en la defensiva pueden resultar tediosas.
- No hay mucha diferencia en las habilidades de las facciones.