Analizamos The Division 2, la secuela del título postapocalíptico de Ubisoft, y probablemente el mejor "looter shooter" de la generación.
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Lo confieso. Desde aquel E3 de 2014 en el que Ubisoft sorprendió en su conferencia con un MMORPG llamado The Division, ya no me pude quitar su nombre de la cabeza. Casi dos años después llegaba el título que a todas luces bebía de las bases jugables y tácticas de los magníficos Ghost Recon comandados por el Capitán Scott Mitchell. Su argumento se centraba en una pandemia propagada a través de los billetes del país en plena campaña navideña, y en una división de agentes de élite que debían poner fin al caos en las calles de Nueva York. Mundo abierto, una jugabilidad adictiva con misiones en cooperativo para cuatro jugadores, la adrenalina de la Zona Oscura y gráficos de impacto con el estreno del motor Snowdrop, fueron sus principales cartas de presentación.
Sin embargo los problemas no tardaron en aparecer y Massive Entertainment (ahora Ubisoft Massive) veía cómo actualización tras actualización el juego se le escapaba ante los más de 20 millones de jugadores que logró tener su comunidad. Debido a glitches, una IA enemiga desbalanceada, y cambios constantes en los sets de equipo (entre otras polémicas), The Division terminó siendo un juego amado y odiado a partes iguales, pero tan enorme, que hasta al estudio ubicado al sur de Suecia pareció venirle grande.
Lejos de rendirse, el pasado 15 de marzo estrenaban The Division 2, una secuela para la que Ubisoft ha echado los restos, y que ha sido desarrollado no por uno, sino por siete estudios asociados, entre ellos Ubisoft Annecy, Ubisoft Red Storm o Ubisoft Reflections, y cuya dirección ha vuelto a correr a cargo de Ubisoft Massive. Cerca de mil personas han trabajado en el que es ya el proyecto más grande en toda la historia de la compañía. Si han conseguido lo que se proponían o no, es lo que vamos a desgranar con este análisis. Abrocháos los cinturones, volamos a Washington D.C.
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Apartado Técnico
En The Division 2, han pasado siete meses desde aquel virus mortal que azotó a Manhattan y al resto del mundo. Los agentes de The Division han luchado incansablemente para salvar todo lo que aún sea posible, pero Washington D. C. se encuentra al borde del colapso. La anarquía y la inestabilidad de las facciones en las calles han empeorado la situación y hay rumores de un golpe de estado en el Capitolio, y eso es lo que a través de un largo camino, trataremos de impedir.
Debido al cambio de ciudad y de estación, lo primero que salta a la vista es que estamos ante un escenario completamente diferente. En The Division 2 todo se siente mejor. La ciudad de Washington ha sido recreada a escala 1:1 y se encuentra igual de devastada que la Nueva York de la primera entrega, pero aquí hay más vegetación, más agua, más vida en las calles, un fuego más realista y ciclos de día y noche con una climatología dinámica impactante. Si el original adolecía de misiones muy repetitivas, en su secuela tenemos una gran variedad de todas ellas, y el motor Snowdrop vuelve a dejar patente que Ubisoft hace lo que quiere con él. La iluminación, lo detallado de sus escenarios y la distancia en el dibujado vuelven a ser encomiables, y permiten disfrutar de un vasto mapa sin tiempos de carga al cambiar entre las zonas de la ciudad.
A pesar de que hay una actualización notable en lo visual, los modelados de los personajes y sus animaciones podrían tener un acabado superior, y la aparición de popping (el mal endémico de los juegos de mundo abierto) o de errores menores, enturbian un poco la experiencia. Nada que Ubisoft no pueda ir solucionando parche mediante, pero que creo justo mencionar.
En cuanto al sonido, contamos con un doblaje decente en castellano, si bien no termino de comprender por qué Ubisoft no ha dotado de una voz a nuestro personaje en las cinemáticas. Tal vez sea porque en The Division 2 se ha dejado un poco de lado la narrativa para centrarnos en la acción, algo no necesariamente negativo en un looter shooter, pero una voz propia hubiera dado más carisma a nuestro agente. Por otro lado, la música acompaña bien los momentos de mayor tensión en las misiones, y los efectos de sonido son tan buenos como siempre, especialmente si contáis con una licencia Dolby Atmos en Xbox One, pues el título ha sido optimzado en este formato y el aumento de nitidez impresiona, sobretodo en los paseos por la naturaleza, en los estruendos durante las tormentas, o en los efectos de sordera que producen las explosiones.
Y ya que hablamos de Xbox One como tal, el rendimiento en la mejor versión de consola, Xbox One X, mantiene un framerate fijo que no baja de los 30 fps con una resolución nativa en 4K (1080p en Xbox One S y 900p en Xbox One). Cierto es que a veces pega algunos tirones, este es uno de los sacrificios que el juego tiene que hacer por ser un «always online», así que la optimización futura de Ubisoft con el título y sus servidores será crucial para mejorar la experiencia.
Jugabilidad
Una vez creado nuestro agente, con un editor que sin ser la panacea ofrece de salida más opciones que el del primer The Division, nos dispondremos a salvar la ciudad de las facciones enemigas. Tras una serie de cinemáticas para ponernos en situación y unos primeros compases a modo de tutorial para los recién llegados, llegaremos a La Casa Blanca, nuestro nuevo centro neurálgico. Allí es donde se nos presentará el nuevo sistema de peticiones para mejorar diversas instalaciones, ya que ahora también deberemos ocuparnos de otros dos asentamientos. Son los llamados Proyectos, con los que a medida que vayamos contribuyendo cumpliendo requisitos, irán llegando las mejoras y se nos abrirán nuevos contenidos y misiones.
La libertad vuelve a ser la punta de lanza en The Division 2, pudiendo patrullar las calles y decidiendo en cada momento qué misión queremos cumplir. Nuevamente, abordarlas con amigos o en escuadra mediante Matchmaking será la mejor opción, o casi la única si queremos tener éxito, porque el juego está pensado para jugarlo entre cuatro, y aquí es donde más se aprecia un cambio respecto al original. Ahora la historia principal es más exigente y esto es gracias a una inteligencia enemiga mucho más táctica y entrenada, que hace que los contrarios no duden en cubrir posiciones defensivas o atacar por varios flancos en función de su rol. En ocasiones algunos desvarían un poco y hasta dan risa, pero en términos generales la sensación que queda es que la IA está mejor implementada que nunca, exigiendo a los jugadores reunir un equipo, y atacar haciendo uso de la cautela, la estrategia y por supuesto, las coberturas y el sistema automático de parapetos.
Actividades, progresión y gestión de equipo
Entre misiones principales, secundarias y fortalezas encontramos una treintena de objetivos por completar. No obstante, las facciones enemigas tienen las calles controladas, por lo que tendremos una ingente cantidad de actividades adicionales, como conquistar sus bases, salvar a civiles de ser ejecutados, o destruir los altavoces que alimentan su ideal propagandista. Tampoco faltarán en este menú los combates aleatorios, los coleccionables y el farmeo de materiales, importantísimos a la hora de fabricar componentes en la mesa de trabajo.
En cuanto a la gestión de nuestro agente, Ubisoft Massive se ha esmerado en pulir los errores del pasado, y hay que aplaudirles por ello. Absolutamente todo lo que hagamos en The Division 2 y cada minuto que pasemos en él tiene recompensa. Hay un nuevo sistema de reparto más justo y también menos lioso a la hora de equiparnos. Atrás quedan las largas horas explorando menús, el lío con el DPS (daño por segundo) y los constantes cambios en los datos numéricos de nuestro agente. Ahora todo es más orgánico, con un progreso más dinámico y natural, y sentimos que tenemos un control total de lo que estamos utilizando.
Para ello existen muchos sets de equipo, todos ellos nuevos y con talentos bien diferenciados como para adaptarse a cualquier rol. Además si alguna característica no nos conviene siempre podemos acudir a la estación de recalibrado, cuyo sistema también se ha visto simplificado. Ocurre lo mismo con los modificadores de armas, que ahora ya no los recibiremos por loot con características aleatorias, sino que son objetos únicos que hay que fabricar, y que dotan a nuestro arsenal de mayor versatilidad a la hora de armarnos.
Nuevas habilidades, endgame y especializaciones
Pero nuestro agente no sería nada sin sus habilidades y sin un uso inteligente de las mismas. Con los puntos de experiencia y la Tecnología The Division subiremos de nivel y desbloquearemos habilidades. Algunas han evolucionado, como la Torreta o la Mina rastreadora, y otras son completamente nuevas, como el Dron (visto en Ghost Recon: Wildlands) o el poderoso Lanzaquímicos. Todas ellas tienen variantes que se adaptan a nuestra manera de jugar y a la de nuestra escuadra, donde además de roles bien definidos, el equilibrio entre potencia y resistencia determinarán el éxito de todo el equipo. En definitiva, todo fluye y el ritmo de mejora se mantiene muy alto, lo cual garantiza tener siempre ganas de jugar y de hacernos más fuertes.
Una vez alcancemos el nivel 30 y terminemos el modo historia llegará el endgame, y con él se desbloquearan las tres Especializaciones principales: Francotirador, Experto en demoliciones y Superviviente, sin duda la gran novedad de esta secuela que nos permite portar una potente arma y una serie de habilidades complementarias. A partir de aquí se abre un nuevo mundo, es casi otro juego en el que se nos presentarán objetivos más exigentes, y con los que podremos mejorar nuestro equipo hasta el más alto nivel. Empieza realmente la verdadera experiencia The Division.
Zona Oscura y modos PvP en The Division 2
¿Qué sería de The Division sin la Zona Oscura? Pues ahora tenemos tres, donde toda la adrenalina y la visceralidad del PvP están a nuestro servicio, y donde supuestamente podremos extraer el mejor loot combatiendo también contra la IA. Son zonas totalmente opcionales (si bien nos las introducen durante la historia) y que de momento más allá de la tensión de ser Renegado o Denegado no generan demasiado entusiasmo. La culpa la tiene la cantidad de trabajo que tenemos disponible en el mapa PvE, la preferencia de siempre de la comunidad del juego.
En cuanto a los modos PvP en sí mismos (Conflicto) encontramos Dominación y Escaramuza. El primero es una especie de Rey de la Colina de Gears of War, en el que dos equipos se disputan tres zonas. Mantener el control en ellas genera puntos, y el primer grupo en conseguir 750 puntos gana. El segundo es el duelo por equipos de toda la vida con vidas limitadas. No es que no sean divertidos, pero tampoco parece que este tipo de modos vayan a ser lo más jugado en The Division 2. Sin ir más lejos, en mis pruebas para realizar este análisis, tuve dificultades para encontrar partidas disponibles.
Duración
Contenido, contenido y más contenido. Ningún looter shooter se puede sentar a comer en la misma mesa que The Division 2. No hay promesas futuras, no hay «dame 60€ y yo ya te daré cosas que hacer». The Division 2 muestra sus cartas desde el primer día, sin trampa ni cartón, y está repleto de contenido y actividades de lanzamiento. A sus casi 35 o 40 horas del modo historia hay que sumarle todo el tiempo que podamos entretenernos durante el camino, pero sobretodo, después.
Para evitar destriparos lo que ocurre tras superar su exigente campaña, solo os diré que el endgame garantiza el doble de horas o más. En mi caso personal, para realizar este análisis he invertido más de 50 horas de juego, pero sé que esto ha sido solo el principio, ya que más adelante Ubisoft irá ampliando la experiencia incluyendo tres grandes actualizaciones con nuevas misiones, tres especializaciones nuevas y nuevos modos PvP. Dentro de su plan postlanzamiento también llegará Operación Horas Oscuras, la primera incursión de 8 jugadores en la historia de The Division. ¿Y sabéis lo mejor? que será todo GRATIS.
Conclusión
Donde otros fallan, The Division 2 brilla. Por ello me atrevo a decir que (temáticas y narrativas aparte) estamos ante el mejor looter shooter de la generación. Ubisoft ha sabido reformular su fórmula, se ha quitado todos los complejos y sinsabores de la primera entrega, y ha ofrecido al jugador una experiencia total sin aferrarse al futuro. Nos ha mostrado a todos el camino sentando un precedente sobre cómo se debe lanzar al mercado un videojuego de estas características. Es una lección para la industria y para nosotros, sus consumidores. Pero sobretodo, es un magnífico título de duración incalculable.
Si los cimientos son todo lo buenos que os he intentado transmitir a lo largo de este texto, toca soñar con un techo tan alto como el del Capitolio. La vida en Washington D.C. será todo lo extensa y duradera que Ubisoft quiera que sea. Mientras tanto, nosotros como agentes de la División, estaremos orgullosos que salvar a la capital de los Estados Unidos, una y otra vez.
* Agradecemos a Ubisoft España el material recibido para poder realizar esta review.
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Apartado técnico87/100
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Jugabilidad90/100
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Dificultad95/100
Lo bueno
- El mejor looter shooter de la generación, sin arrugas.
- Corrige y mejora al The Division original en todo.
- Repleto de contenido desde el primer día.
- La IA enemiga es sorprendentemente táctica.
Lo malo
- Técnicamente se le podría pedir un poquito más.
- Ha perdido algo de fuelle en la narrativa.
- Jugarlo en solitario se hace algo lento y frustrante.