Análisis de The Thing Remastered – Un survival horror completísimo

Un survival horror enfocado a la acción que fue un magnífico título para muchos allá por 2002 y vuelve con fuerza para volver a ser recordado y rejugado.

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Para los más nuevos del lugar o aquellos más jóvenes, es justo empezar hablando de la propia franquicia de The Thing, porque si, aunque haya solo un juego disponible de la misma, se le puede llamar una saga, por la existencia de la trilogía del entretenimiento hoy en día. The Thing es una idea original del famoso director John Carpenter, que fue adaptada para el cine nada más y nada menos que en 1982, año en el que ni siquiera había nacido, para convertirse en un clásico del terror por la mezcla de suspense, violencia, gore y las grotescas criaturas que aparecían.

La trama es bastante sencilla, pues en una de las muchas expediciones y bases instaladas en la Antártida para investigación y demás tareas, encontraron lo que parecía ser un organismo proveniente de otro mundo e incluso lo que sería su nave. Cuando trasladan el cuerpo a sus instalaciones, este reacciona a los vivos intentando hacerse con el control, infectando al huésped y copiando literalmente su aspecto. Sin embargo, este proceso de transformación orgánica es extremadamente perturbador cuando se muestra el verdadero monstruo.

Curiosamente, hay una cronología y una segunda película lanzada en 2011, que bien podría haber sido un remake de la primera, pero al final demuestra que es realmente una precuela, por lo que interesa mucho verla tras la original. Pues bien, The Thing, el juego, vuelve a la Antártida un determinado tiempo después de estos sucesos, porque la base en la que investigan en secreto a esta Cosa, ha vuelto a caer en las manos de este parásito. Dicho esto, pues la película precuela salió después del juego, este puede considerarse como la verdadera secuela de la película original. Protagonizada ahora por el Capitán JF Blake, del Equipo Beta de las Fuerzas Especiales de los EE.UU. , visitaremos las localizaciones de la base estadounidense y la Noruega e incluso topándonos con personajes y escenarios originales de la película. 

El juego fue apoyado y apadrinado por Carpenter, llegando incluso a vender más de un millón de copias, por eso, esta remasterización es muy interesante para poder apreciar un trabajo tan bueno de aquel entonces. Y es el turno de un experto en renovar títulos antiguos como lo es Nightdive Studios, que consigue hacer auténticas maravillas para traernos más de 20 años después un juego renovado tecnológicamente hablando, pero que si no ves ninguna comparativa, parece al mismo tiempo sacado del hielo totalmente intacto, conservando su encanto original.

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Apartado técnico

Como suele suceder con este tipo de remasterizaciones, la parte más importante de esta puesta al día es la técnica, pues además de estar al servicio de la jugabilidad, es la que representa la principal dificultad en el proceso de renovación de The Thing. Si queréis ver prácticamente plano a plano las diferencias con el original, Digital Foundry tiene un gameplay de más de 40 minutos donde nos lo enseñan y efectivamente remarcan las mejoras con precisión.

Si miras el listado oficial de mejoras, encuentras todo el cargamento esperado: 4K y 60 fps, mejora de texturas, de iluminación, unos modelados mejores e incluso parecen rediseñados de personajes, enemigos, y algunos escenarios y pequeños detalles en los textos o el HUD, pero en esencia, y me parece lo mejor de todo, es que si me preguntas cuando lo arranqué por primera vez, parecía el The Thing de 2002 sin apenas retocar. Es realmente la magia de Nightdive Studios y el revivir una obra respetando al máximo el material original.

Técnicamente, se ve como un juego antiguo, no podemos engañaros, pero para los españoles que se animen, el título está doblado al castellano, es muy divertido y una vez el coges el gustillo a los controles, resulta muy entretenido.

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Jugabilidad

Cuando me toca analizar una remasterización, no suelo extenderme en las propias mecánicas del juego, si no en los cambios que ha sufrido este proceso de modernización, que, de hecho, apenas los hay. The Thing era un juego con algunas mecánicas modernas para la época, una especie de Resident Evil enfocado a la acción total, pero que ponía un especial cuidado con el estrés mental de los compañeros de equipo, esenciales en muchas ocasiones, por ofrecer habilidades únicas para poder continuar hacia adelante en nuestra misión.

Porque claro, Blake, el prota, es un auténtico tanque andante, no hay restricciones de armas e incluso podremos llevar dos de cada para repartirlas con el equipo. En ese sentido, podremos pegar tiros gustosamente, con un apuntado automático que, personalmente, ni me he molestado en quitar por lo cómodo que resulta para cargarse a los enemigos más pequeños, que, además, son los más numerosos. Y a los grandes, como tienes que rematarlos siempre con fuego para eliminarlos, pues es un gustazo que la iluminación sea dinámica, pues será un elemento constante.

Para colmo, la mayoría de las veces, nuestros compañeros serán muy eficaces hasta con el arma menos dañina, pero deberemos de cuidarlos bien para mantenerlos a salvo, ya sea curándoles (a no ser que tengamos un médico que se encarga automáticamente de ello) o gestionando su nivel de estrés.

Porque claro, no son todos iguales, y algunos tendrán más aguante, pero otros se asustarán al ver cuerpos, tras enfrentarse a los terroríficos enemigos o incluso vomitando tras ver las aterradoras escenas de sangre, muerte y mutilaciones que nos encontramos en nuestro trayecto. Ya sea dándoles munición, curándoles o simplemente sacándolos de la habitación, se calmarán, pero si llegan a un estado crítico, pueden llegar a suicidarse, así que mucho cuidado. Eso sí, en The Thing, no sabes cual de ellos puede tener un parásito y te aseguro que ese no se va a asustar tanto. Sospecha de cualquiera de ellos o hazle una prueba de sangre para salir de dudas.

La otra mecánica interesante, es que, al estar situado en la Antártida, tendremos que tener cuidado con salir al exterior, pues podremos morir de frío, así que asegúrate de saber donde ir cuando salgas, porque puede ser que no vuelvas. Por suerte, aunque la mecánica de guardar partida en los magnetófonos que encontramos sigue intacta, la remasterización hace auto guardados, por si eres de los olvidadizos.

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Duración

A no ser que te despistes en alguna que otra zona, que puede ser posible por tratarse de un survival horror, que aun estando muy orientado a la acción, contiene los típicos puzzles para abrir puertas, encontrar el interruptor, etc… que alargan la partida entre las 6 y las 8 horas de duración. Un pequeño placer que seguro muchos disfrutan. Además, como no podía ser de otra manera, contaremos con una interesante sección de extras con conceptos, esquemas y modelados que seguro que disfrutáis tras terminar la aventura.

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Conclusión

No nos queda mucho más en la chistera de este The Thing Remastered, pero es un auténtico placer personal poder volver a probarlo tal y como lo hice allá por 2002 y volver a atesorarlo en la memoria, ahora con razón, como un survival horror de mucha calidad y que merece más reconocimiento del que tuvo, tanto por su lugar en la saga, actuando como secuela de la película, como por el propio título, que tiene una jugabilidad ágil, divertida, dinámica y que no cansa en ningún momento.

Vuelvo a incidir en el excelente trabajo de Nightdive Studios y a su motor gráfico de propiedad con el que están consiguiendo revivir tantos juegos antiguos, el KEX Engine, que ya ha devuelto a la vida grandes sagas como Turok, Quake o el mismísmo Doom 64, que revivió tras su entierro en la antigua Nintendo 64. Casi podríamos decir que es una labor para la sociedad.

*Gracias a Nightdive Studios por el material para la review.