Análisis de System Shock 2: 25th Anniversary Remastered para Xbox – Cátedra de cómo modernizar un clásico

Analizamos para Xbox Series el regreso de un clásico atemporal, System Shock 2: 25th Anniversary Remastered.

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System Shock 2 es hasta el día de hoy uno de los juegos más emblemáticos que hayan llegado a PC en su momento. Con el tiempo, el título logró infiltrarse también en el mercado de las consolas y Nightdive Studios fue el encargado de realizar las remasterizaciones de los dos títulos de la saga, siendo esta producción que hoy nos reúne aquí, la última en ver la luz.

Cabe destacar en este punto que la salida en consolas estaba pactada para el 26 de junio, pero el estudio decidió retrasar el lanzamiento en estas plataformas hasta algún momento de julio para realizar algunos ajustes de última hora. El título en PC sí llegó a las tiendas en la fecha en la que se había pactado originalmente.

Aquellas personas que nunca hayan prestado atención a lo que System Shock 2 tiene para ofrecer tienen que saber que la historia del juego gira alrededor de un soldado de la UNN cuyo viaje de bautismo en la nave Von Braun con destino a la colonia Tau Ceti V sale, como no podía ser de otra manera, horriblemente mal. A partir del momento en el que el protagonista abre los ojos, la destrucción, el caos y otras vicisitudes serán la constante del título, que también incluye muchísimo ingenio y la posibilidad de abordar diferentes situaciones de maneras diversas.

Lo interesante de la historia, más allá del contenido en sí de la narrativa, es que está contada a través de registros de audio, algo muy innovador para la época en la que salió originalmente el juego y una técnica de la que bebieron muchos grandes exponentes del género como BioShock, por ejemplo.

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Apartado técnico

Si eres un fan de larga data de System Shock 2, es posible que hayas agregado varios mods al clásico, quizás el más destacado sea el NewDark, con sus nuevos modelados y su extenso paquete de texturas.  Y es con todo este compendio de cosas que el juego clásico más se parece a la remasterización desde lo visual, aunque ninguna modificación hecha por fans hasta la fecha logró rehacer las cinemáticas, algo que el remaster logra de entrada. 

Dentro de este mismo apartado es importante destacar un aspecto por demás vital en la modernidad, la resolución. Y es que Nightdive liberó a los jugadores de la condena de la pantalla en 4:3 a la que estuvieron sometidos por un cuarto de siglo, permitiendo que el juego corra de forma perfecta en 16:9 como dictan las reglas de la modernidad.

Dicho todo esto, es muy posible que si nunca jugaste al título original, incluso el remaster se vea muy viejo, lo cual para muchos no es un problema (tal es mi caso), pero entiendo que para muchas otras personas sí lo puede ser. Eso sí, la atmósfera opresiva, misteriosa y cautivante de los gráficos originales sigue estando en esta entrega y considero que las modificaciones hechas son las justas y necesarias.

El sonido también fue un tanto refinado, aunque no se aleja de la arquitectura clásica, que, igualmente, era muy buena, algo que era casi una obligación porque compone el 90% de la historia de la producción.

El título se encuentra localizado en nuestro idioma aunque solo en la variante ibérica, tal vez esta hubiese sido una buena oportunidad para acompañar una adaptación latina, pero esto claramente no fue lo que pensaron los desarrolladores en esta instancia.

La versión de Xbox Series (donde realicé el análisis) al principio presentaba algunas inconsistencias en los textos en pantalla, por ejemplo, al tomar un item me indicaba que debía presionar la tecla “U”, algo que después fue solucionado. Aun así, los subtítulos se ven raros, ya que quedan una pantalla por más tiempo del que deberían, desconozco si esto se solucionará de salida y si bien no es un error grosero, es bastante molesto.

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Jugabilidad

El juego comienza con el despertar del protagonista de la cámara criogénica y el posterior entrenamiento que sirve como tutorial para hacer un repaso rápido de las habilidades que tendrá al personaje y que van a estar definidas, en gran parte, por el propio jugador.

La primera elección definirá la “clase” a la que pertenecerá el protagonista. Los Marines son la elección perfecta para aquellas personas más adeptas a los disparos directos y la acción más confrontativa, para los que gusten de la reparación y el hackeo de sistemas está la Navy y, por último, la OSA es la más experimental de las tres y tiene que ver con poderes mentales que ayudan en distintas situaciones.

Independientemente de la clase que se elija, a medida que el jugador recorre los laberínticos sectores del Von Braun podrá ir encontrando cibermódulos adicionales que permiten ampliar habilidades de hackeo, fuerza para que los ataques cuerpo a cuerpo sean más efectivos, tener más espacio en el inventario o incrementar la capacidad armamentística.

A diferencia de títulos como los de la saga Resident Evil, el uso de la munición no es tanto un problema (a pesar de su escasez) sino saber exactamente en qué momento utilizarla, y esto solamente se puede anticipar cuando ya se haya recorrido varias veces los distintos sectores de la nave y perdido unas cuantas veces. 

El movimiento con el mando me resultó un tanto tosco en comparativa con lo que recordaba del uso del teclado y ratón de toda la vida en PC, en especial en los combates, ya que presionar el L3 genera una suerte de enfoque en el enemigo que no siempre es útil, principalmente para esquivar ataques o retroceder. Los enemigos se dividen en los llamados híbridos, que son los humanos infectados con un virus y que manipulan caños y escopetas, incluso la malvada inteligencia artificial, Xerxes, que causa todos los eventos del juego, activará defensas de la nave que obligarán a hackear el sistema o buscar rutas menos peligrosas.

La estructura del juego responde a la de un típico dungeon crawler aunque en lugar de tener una ambientación medieval, lleva a los jugadores al espacio exterior. Pero tal y como sucede en otras sagas del estilo, será necesario encontrar tarjetas magnéticas o códigos numéricos para acceder a distintos sectores, lo que implicará un constante ir y venir entre distintos segmentos de la embarcación espacial.

Nightdive Studios ya tiene una maestría en esto de remasterizar distintos títulos de corte clásico, y aquí han agregado su magia en lo que respecta al añadido del arte conceptual del juego y a las ya nombradas mejoras en lo que a escenarios y texturas de personajes se refiere, todo esto sin que se pierda esa esencia clásica.

El sistema de inventario mejoró un poco, pero sigue sintiéndose vetusto como se sentía en su época, creo que esto sí podría haberse reformulado un poco más en la remasterización aun atentando contra el aspecto más clásico. 

Desde el estudio han confirmado que el modo multijugador estará habilitado y será cross-platform, aunque no he tenido posibilidad de probarlo, ya que al momento de realizar este análisis, los servidores para consolas no están habilitados. 

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Duración

Más allá de la avanzada dificultad que ostenta, por diversas razones, el juego en sus niveles, la historia es extensa, por lo que es posible que no se alcance a terminar el título en menos de 20 horas, por lo que estamos ante una entrega que compensa con creces el precio con lo que ofrece.

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Conclusión

La remasterización de este clásico lo convierte en la versión en la que se debería jugar en la actualidad, contiene todo lo que hizo que el juego en su día adquiriese el mote de clásico y le brinda a la audiencia moderna una experiencia mejorada desde lo visual y mucho más fluida que su entrega del siglo pasado.

System Shock 2: 25th Anniversary Remaster tiene todas las mejoras que los fans del clásico de toda la vida podrían querer y es la mejor invitación para los amantes de Deus Ex o Bioshock para que prueben el génesis de este estilo de juego de una forma moderna.