Analizamos Subnautica: Below Zero, un ensayo continuista y divertido a partes iguales que nos ha dejado maravillosamente helados.
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Entre todos los juegos de supervivencia que existen en la actualidad, la obra desarrollada por la gente de Unknown Worlds Entertainment, Subnautica, sigue estando en el candelero y con una popularidad en alza. Después de todo, esta apasionante aventura de supervivencia submarina tan bella como repleta de peligros que conquistó el corazón de los más aventureros fue una experiencia que, a efectos prácticos, puso de manifiesto un sentimiento de soledad y de abandono, seguido por una fascinación del descubrimiento. Abogó por el pacifismo desde el punto de vista del jugador en un contexto enmarcado por una fauna tremendamente variada en la que predominan todo tipo de especies, desde las más pasivas hasta otras más predominantes.
Fue y es una aventura que muestra sus virtudes a cada minuto y que el estudio con sede en San Francisco ha querido replicar dando forma a una nueva entrega: Subnautica: Below Zero, un ensayo continuista y divertido a partes iguales. Empero, en la obra que nos ocupa no nos vamos a limitar a intentar escapar del planeta 4546B, como en el título original, pues Robin, parte protagónica de esta iteración tiene un propósito y una personalidad. De hecho, Subnautica Below Zero quiere asegurarse de que estas dos cosas se reflejen en todos los aspectos del juego haciendo un uso de los entornos para ofrecer información de la historia al jugador, permitiendo su inmersión y estableciendo un vínculo con el mundo donde nos encontramos.
Sea como fuere, nuestra estancia en este nuevo entorno no se limita únicamente a la gramática de la historia, ya que tiene un mayor encanto y al mismo tiempo, aporta funcionalidad a un conjunto que promete dejarnos helados.
Apartado técnico
El mundo que nos rodea en Subnautica: Below Zero nos es ajeno y tratar de comprenderlo es entonces una necesidad incipiente. Aunque tenemos experiencia habiendo explorado libremente en el pasado el planeta oceánico alienígena, también conocido como 4546B, mientras recolectábamos recursos para sobrevivir, esta nueva región gélida es un enorme contraste con el entorno que ya recorrimos. Uno que ahora quiere aportarnos entendimiento y derrochar simpatía, con especies animales de todo tipo, desde unos adorables pingüinos alienígenas, pasando por peces hueco que son libres de manifestar un comportamiento natural y terminando por criaturas a las que nuestra protagonista podrá usar como montura para poder navegar a placer.
La experiencia de la vida submarina es un derroche de vitalidad y de virtuosismo visual, al igual que las numerosas condiciones adversas a las que estamos sometidos. Y aunque hemos podido sufrir algunas bajadas en la tasa de fotogramas en momentos de estrés, el juego sigue siendo una delicia para la vista que genera unas buenas estampas, sobre todo con su ciclo entre el día y la noche. Tanto es así que mientras unos animales están despiertos durante el día para obrar según consideren, otros gozan de un ritmo distinto apostando por hábitos nocturnos. Al final, estos aspectos proporcionan una gran acción y sensación de realismo, una experiencia orgánica y natural que contribuye a una mayor inmersión.
Jugabilidad
La mayoría de nosotros vivimos en zonas con climas templados y tropicales, donde el termómetro no suele bajar hasta valores inusualmente bajos. Y aunque un puñado de habitantes sí que están habituados a vivir bajo las difíciles condiciones invernales, la asociación entre temperaturas extremas e incrementos en la mortalidad nos aleja de la misma con el fin de sobrevivir, pues nuestros corazones se ven obligados a trabajar con más fuerza para bombear la sangre. En otras palabras, no podemos soportar los efectos del frío, ya que eso puede tener consecuencias funestas para nuestra salud. Y Subnautica Below Zero pone de manifiesto los efectos de las bajas temperaturas en un entorno completamente nuevo.
Un entorno que pretende hacernos pasar frío por medio de una propuesta que se siente familiar respecto a lo que ya pudimos ver en la aventura original, pues han mantenido muchas de sus señas de identidad. Una propuesta amparada en la exploración de cada recoveco para conseguir materiales con los que avanzar en la aventura, la cocción de alimentos como una de las necesidades más básicas, y la reivindicación de la supervivencia, con especies animales de todo tipo y conductas para casi cada aspecto imaginable de la vida. Las reglas del juego han cambiado, dado que ahora se ha incluido un indicador de frío que aumenta si estamos a la intemperie por mucho tiempo y que disminuye si nos resguardamos alrededor de unas plantas que nos otorgan calor, pero lo bueno se mantiene y se incluyen nuevas herramientas dedicadas a facilitarnos la vida.
Sí, nos enfrentamos a cosas tan sencillas, pero siempre presentes, como el frío y el hambre en mundos con la ausencia de un objetivo claro. Sin embargo, al contrario que otras propuestas en la que debemos valernos de nuestro propio ingenio para intentar sobrevivir, Subnautica Below Zero contempla hasta dos escenarios diferentes: uno realista y otro más optimista. Aprendemos a ser libres, sin estar atados a cientos de pequeñas estacas que nos limitan, nos condicionan y nos quitan la libertad. Ahora bien, si empezamos a sentir que no tenemos ningún propósito, el juego de las ingenia para ofrecernos varias indicaciones con el fin de que la trama siga su curso. Es una manera de contentar a todos los tipos de jugadores.
Duración
Pese a la gran inversión y el aprendizaje de muchos de sus contenidos, uno de los elementos intrínsecos en los juegos de supervivencia es que nos tienen atrapados durante largas sesiones de horas y horas tratando de resolver todo tipo de situaciones. El frío que llega desde el escenario de Subnautica Below Zero no es una excepción, ya que completar la historia principal exige un gran número de horas, alrededor de 20, compuestas de varias secuencias narrativas, descriptivas y dialogadas.
No obstante, aunque la historia tiene muchísima importancia, más si cabe que la que vimos en la propia obra original, lo que convierte al título que nos ocupa en un ladrón de horas reside en todos los misterios que nos aguardan las profundidades heladas del planeta 4546B. A este respecto, investigando todas las especies animales, desmontando bases para crear nuevos hábitats en zonas más propicias, así como personalizarlos de formas muy variadas gracias a los conceptos, hasta ahora inéditos, que se han introducido. La inventiva está a la orden del día, especialmente si nos amparamos en las modalidades de supervivencia estándar y creativo, de manera que el límite reside en nuestra imaginación.
Conclusión
La narrativa, una búsqueda desesperada, los grandes misterios del planeta 4546B y las sorpresas que vamos a encontrarnos en el mismo. Subnautica: Below Zero considera estos elementos en pos de ofrecernos una gélida aventura submarina que expande la experiencia de la obra original. Una aventura disfrutable y beneficiosa para todo tipo de jugadores que sobrevive en el frío glaciar sin depender de nadie. Asimismo, reivindica la importancia de potenciar el descubrimiento y la exploración para un desarrollo pleno; la significación de experimentar para resolver los diferentes problemas que se puedan presentar en un entorno dinámico, complejo, diverso y hostil. A fin de cuentas, todos somos exploradores que queremos comprender el mundo en el que estamos.