Analizamos Struggling, una obra tan diferente como frustrante que se ríe constantemente de sí misma y de su desgraciada existencia.
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A menudo identificamos el heroísmo con una ética guerrera definida de manera estrecha. Y aunque es cierto que los principales guerreros en la Ilíada se preocupaban por la imagen que la posterioridad tendría de ellos, en función de su valentía y destreza en batalla, no es menos cierto que el sufrimiento, en determinadas circunstancias, también puede considerarse como algo heroico, puesto que tanto Aquiles como Héctor experimentaron el miedo. Sea como fuere, siempre se ha visto el sufrimiento como algo feo, un enemigo que se busca alejar a cualquier precio, algo que para muchos es negativo, una derrota que debería desaparecer en el mundo de los hombres.
A este respecto, Struggling representa una suerte de choque disparatado entre los personajes de la Ilíada, el sufrimiento mencionado líneas atrás, y los parias, los más marginados de la sociedad actual con el fin de ofrecernos una experiencia abominable compuesta de retorcidos y mutilados cuerpos. Una experiencia protagonizada por un monstruo llamado Troya, la unión deforme de los personajes ya nombrados, y que está marcado por pútridas llagas purulentas que se mueven lenta y torpemente y que huelen como mataderos plagados de enfermedades.
Apartado técnico
En ocasiones, no hay nada que haga soltar una carcajada más sonora que incluir algún tipo de contenido escatológico en cualquier obra que se precie. Y es que lo escatológico en el humor o en los videojuegos no es algo reciente, proliferando de un tiempo a esta parte todo tipo de creaciones extrañas, algunas de las cuales han iniciado algo así como una tendencia. Como parte integrante y elemento constitutivo trascendental de la comicidad, Struggling es lo más parecido a un puñado de cosas desagradables, ya que exacerba el humor escatológico, dándole unos determinados elementos acordes al tema.
De la misma manera, puede parecer que nos encontramos ante un título de apariencia flash, pero nada más lejos de la realidad. El juego desarrollado por la gente de Chasing Rats Games se las ingenia para aplicar una especie de caricaturización, tanto del entorno como de los personajes, llevando la apariencia de la aventura a la categoría de dibujos animados. Empero, dado que la muerte violenta forma parte de la mecánica de este Struggling, también podemos esperar litros de hemoglobina y vísceras en medio de unos paisajes dominados por el verde, el marrón y el gris con el fin de introducir cierto alborozo cromático.
Jugabilidad
Aun cuando Struggling está cargado de situaciones y escenarios amparados en la extravagancia y irreverencia para poner de manifiesto una crítica hacia la sociedad actual que muestra un franco deterioro en la capacidad de convivencia entre los seres humanos, el verdadero protagonista es otro, en este caso, las mecánicas que atesora un experimento fallido que ha dado lugar a un ser mutante compuesto de dos cabezas y dos brazos en una masa informe. A priori, su apariencia nos hace recordar inmediatamente a otro de los grandes juegos independientes de 2020, Carrion, pero las similitudes terminan en el ligero parecido artístico, pues este último nos deja con un metroidvania en el que tomaremos el control de una criatura amorfa.
Struggling, por otra parte, es un juego de plataformas con un sistema de físicas bastante realista en el que tenemos que controlar los brazos de la abominación antes nombrada para sortear desde laboratorios destartalados hasta niveles algo más psicodélicos, casi sueños febriles, manipulando dichos miembros de manera independiente y usándolos para adherirnos a cualquier tipo de superficie que podamos imaginar. Dicho así parece fácil y un buen ejercicio de como dispensar unas mecánicas polivalentes, pero la realidad es bien distinta. El mero hecho de mover estos brazos para agarrarnos y desplazarnos es todo un desafío por culpa de un sistema de control deliberadamente engorroso que hace que, en no pocas ocasiones, los miembros se queden atascados o pierdan fuerza sin razón alguna. Con todo, es algo que forma parte del encanto de esta obra.
Por otro lado, bien es cierto que a medida que vayamos avanzando se desbloquean diversos poderes, como ralentizar el tiempo, que representan una mejora en la calidad de vida, pero tampoco demasiado en vista de que las situaciones con las que tenemos que lidiar también dan un salto en lo que a complejidad se refiere. En otras palabras, Struggling es un viaje muy esperpéntico que independientemente de su frescura y originalidad, puede desquiciar a los menos pacientes.
Duración
Por muchos es sabido que hay una gran diferencia en la forma en la que percibimos el paso del tiempo, cómo de rápido o de lento nos parece que pasa. Hay veces que nos sorprendemos cuando descubrimos que el año está a punto de acabar mientras que otras veces los momentos más difíciles de nuestras vidas están allí para atormentarnos eternamente. Percibimos que el tiempo pasa más lentamente. Struggling representa una especie de tormento eterno, dado que nos ofrece una exposición que retrata la existencia de la ineludible muerte, la constante del fracaso, un estado de frustración.
Pese a que ver los créditos al final de esta curiosa, excéntrica y surrealista propuesta no debería llevarnos más de 10 horas, esta consigue brindarnos mil maneras de hacernos morder el polvo. Si bien, tampoco estamos ante un título que invite a ser rejugado en demasía, más allá de explorar un modo multijugador cooperativo que lo convierte en una obra más desafiante si cabe.
Conclusión
Muertes constantes, niveles implacables, esquemas de controles difíciles de dominar… La victoria en Struggling es un lujo, algo que no se nos concede con facilidad y por lo que tenemos que luchar constantemente. Despojar deliberadamente al jugador de casi cualquier tipo de acción llevada a cabo no solo cambia radicalmente la movilidad y el estilo empleados, sino que también tiene un gran efecto psicológico en el mismo. Precisamente es aquí donde reside el mayor encanto de la aventura, y pese a que a veces el fin no justifica los medios, es una propuesta tan original y diferente como frustrante.
Un placer culpable y abominable que se ríe constantemente de sí mismo y de su desgraciada existencia, y que es muy apto para todas esas personas a las que les gusta someterse a lo que denominamos masoquismo.
Agradecemos a Frontier el material ofrecido para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad65/100
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Duración70/100
Lo bueno
- Una obra deliciosamente repulsiva y escatológica.
- Un desarrollo sumamente variado.
- La propuesta en sí misma, por su originalidad.
Lo malo
- El sistema de control a veces es poco preciso.
- Puede ser frustrante en muchos momentos.