Análisis de Sifu, gameplay en estado puro que hace vibrar a todo aquel que pueda agarrar el ritmo de pelea
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Un año después de su salida, Sifu llega finalmente a Xbox y PC en su mejor versión. Luego de un periodo de exclusividad en PlayStation, y tras ser considerado como uno de los mejores juegos independientes del 2022, podemos decir que las expectativas no se han quedado cortas.
Ambientado en la China moderna, y bajo la mano del estudio francés Sloclap, Sifu es un juego de acción tipo rogue-lite cuerpo a cuerpo. Con una temática de artes marciales, este juego se caracteriza por tener una dificultad elevada que hace recordar a Sekiro: Shadows Die Twice en su dinámica de romper la postura y esquivar los golpes a través de «parrys».
Si bien este juego es muy corto y cuenta con desbalance en diferentes escenarios, es una experiencia increíble que los amantes de la dificultad y la jugabilidad pura van a apreciar.
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Apartado técnico
El apartado técnico de este juego es peculiar. Su estilo artístico es poligonal, detallando las sombras como si estuviéramos en un comic o algo por el estilo. Esta decisión de diseño es acertada, pues el manejo 3D, sin buscar calidad extrema es posible a través de los colores y las sobras que permiten los polígonos tan marcados. Además, esto aligera recursos que se usan para mantener los frames totalmente estables. Porque sí, Sifu es un juego fluido que nunca da errores de rendimiento.
Ahora bien, esta estabilidad casi perfecta no cuenta con una contraparte. Como podemos pensar usualmente, los gráficos pueden verse afectados por esto, pero todo lo contrario, la elección de estilo visual es perfecta, maravillándonos con cada escenario y sus detalles.
Algo que sí puede tener fallas son los menús, pues en nuestra partida se habrán congelado en más de 3 ocasiones, convirtiéndose en algo inusual para las partidas. Si bien esto puede tratarse de un fallo en el port de Xbox, la experiencia queda truncada cuando pones pausa y el juego se congela. Pero eso sí, en ninguna de estas ocasiones perdimos nuestro progreso, pues el guardado automático es excepcional y casi milimétrico.
Bugs y errores visuales también fueron comunes conforme avanzamos en los niveles. Hay ocasiones en donde las armas que podemos equipar desaparecen y luchamos sin ellas, pero con sus efectos. Golpes, colisiones y bastantes bugs visuales fueron el factor común de este videojuego.
Tampoco podemos olvidarnos de sus efectos sonoros y la ambientación musical, esto, junto con el apartado artístico, son dos factores clave que sobresaltan la calidad del videojuego. Si bien la musicalización es sencilla, sus apariciones son potentes, dotando al gameplay de emoción y epicidad brutal.
Jugabilidad
Como lo comentamos, este juego se basa en un combate cuerpo a cuerpo que busca reflejar muy bien las artes marciales chinas en su estado más puro. A través de esto, nos enfrentaremos a oleadas de enemigos en escenarios pequeños que jugarán en nuestra contra, desafiando nuestros reflejos y estrategias en medio de cada pelea.
La esencia de este juego está en la perfección, pues cada movimiento cuenta, y la potencia de nuestros ataques dependerá de cómo nos desenvolvamos en la batalla. Siendo así, el combate de Sifu es uno de los más pulidos que hemos visto en juegos de este estilo, dejando la vara muy alta y demostrando que un gameplay fluido siempre dará grandes resultados.
Con lo anterior, el combate de Sifu se divide en dos apartados clave como lo son el ataque y la defensa. Estos puntos básicos serán lo único que tendremos que aprender y dominar para jugar bien a este juego. Inicialmente, está la defensa, cuyo valor se da gracias al cómo desestabilizamos a los enemigos a través de bloqueos y esquives precisos. Es importante resaltar que este sistema de parry es muy parecido al de Sekiro, pues podemos bloquear ataques para bajar la barra de estabilidad del enemigo y así dejarlos sin postura para dar ataques certeros.
Por otro lado, tenemos el ataque. Este, por su parte, siempre se da después de un bloqueo o esquive, siendo el complemento perfecto de nuestra defensa. Muy al estilo de las artes marciales clásicas, la lección es que una buena defensa es el mejor ataque, dando una dimensión diferente a lo que sucede cuando atacamos sin pensar, mientras que si existe estrategia, nuestros golpes, aunque en menor cantidad, tendrán mayor eficacia.
Ambos, ataque y defensa, son un complemento que al juntarse, dan como resultado un baile entre las hordas de enemigos de cada nivel. Dominar este sistema de combate es, en definitiva, todo un arte.
Ahora bien, al ser Sifu muy complicado, cabe la posibilidad de que muramos mucho, por lo que el juego nos castiga con una mecánica bastante peculiar pero interesante. Se trata de nuestra edad, la cual irá incrementando conforme muramos, dando como resultado una consecuencia real a nuestros errores.
La narrativa es nuestro hilo conductor en el juego. Nosotros, con el fin de vengarnos de nuestro hermano Sean, quien asesinó a nuestro padre para obtener poder, buscaremos tomar la vida de cada uno de los secuaces que lo acompañaron en esa cruzada sangrienta. En ese momento, nuestro personaje se da cuenta que puede resucitar, pero que su vida incrementará un año tras cada muerte, siendo las muertes consecutivas un multiplicador de años hasta los 70, donde perderemos definitivamente nuestra vida.
En el primer nivel comenzamos con 20 años de edad y con el contador de muerte en cero. Si morimos una vez, nuestra edad subirá un año, al igual que el contador de muerte. Si morimos una segunda este contador subirá a 2, por lo que en la tercera muerte ya perderemos 3 años de vida, y así sucesivamente hasta los 70 años. En nuestro caso, el multiplicador de muerte nunca sobrepasó las 9.
Conforme la edad aumenta, nuestra vida máxima disminuye, pero también el daño que hacemos. Esto refleja el paso de los años en nuestro personaje, demostrando que la experiencia se gana con la edad, pero el cuerpo se va debilitando.
Además de lo anterior, también hay un sistema de puntos como «árbol de habilidades» que podemos ir desbloqueando en cada partida. Si morimos o reiniciamos la vida, estas habilidades se perderán. Con cada muerte, además de poder decidir si reiniciamos el nivel o si renacemos, podremos comprar habilidades que desbloquean habilidades sencillas pero efectivas en el combate. Por mi parte, yo nunca desbloquee ninguna de estas habilidades porque prefería ahorrar por otros des bloqueables y potenciadores que parecían más efectivos en cada partida.
Con todo lo anterior dicho, sumamos que cada nivel depende de nuestros resultados del anterior. Es decir, si en el primer nivel morimos hasta llegar a los 40 años de edad, esta será la edad que tengamos al comienzo del segundo nivel. Por lo que tendremos que ir rejugando y perfeccionando nuestro nivel para llegar cada vez más jóvenes en los niveles siguientes. Sumado a lo anterior, hay desbloqueables y atajos que podemos ir consiguiendo para que el juego no se haga cuesta arriba.
Pero este sistema no queda exento de errores, quizá uno de los mayores problemas que tiene Sifu es que la dificultad cuenta con picos desbalanceados importantes en muchas facetas del juego. Por ejemplo, hay escenarios donde un conjunto de enemigos especialmente fuertes se juntan y se convierten en una barrera o un come vidas para los jugadores. Además, hay jefes con combos que son complejos y bastante desequilibrados, cuyo valor en la jugabilidad es nulo, desesperando a los jugadores y teniendo dificultad injusta por ocasiones. Esto es un problema muy grave, pues a algunos jugadores no les gustan los retos demasiado desafiantes y puede ser una barrera de entrada importante.
Duración
Sifu no es un juego largo, es más, podemos decir que es demasiado corto. Con apenas 5 niveles regulares y un prólogo, este juego puede durarte fácilmente unas 5 horas. Si bien estos niveles son cortos, la dificultad que se maneja y la rejugabilidad lo mantienen como una experiencia bastante provechosa que a nosotros en particular nos duró al rededor de unas 10 horas el acabarlo y otras 5 el cumplir retos varios de completionista.
Cada nivel cuenta con su mapa y diferentes secretos que podremos ir descubriendo conforme desbloqueamos llaves y claves de acceso. Si no fuera por la dificultad, cada nivel puede durar unos 15 a 20 minutos el completarlos. Ahora bien, como siempre tendremos la necesidad de estar repitiendo escenarios y volviendo sobre nuestros pasos, esta duración es lo ideal. Para muchos puede ser demasiado corto el juego, pero dada su dificultad y perfección técnica, es una duración perfecta para que no se haga pesada la experiencia.
Sumado a lo anterior, están los retos para quienes quieren completar el juego al 100% o aquellos que desean un reto más allá de sus posibilidades. Esto invita a rejugar Sifu y es una buena iniciativa de desbloqueo que consideramos es un acierto. El problema de esto es que el juego cae en la repetición, pues por más que sea una delicia el poder combatir una y otra vez para perfeccionar nuestros combates, no deja de ser monótono y cansino el jugar 40 veces el primer nivel del juego.
Aun con lo anterior, su duración es lo justo para ser una gran experiencia sin convertirse en una entrega pesada o con una decadencia en su diseño de niveles.
Conclusión
Hablemos en serio. Sifu es una joya oculta entre lo que pudo ser una de las mayores injusticias del año pasado. El reconocimiento a este videojuego ha quedado opacado tras una ola de marketing potente dirigida a exaltar otro juego indie como lo fue Stray. Y no es cuestión de menospreciar al juego del gato, pero Sifu tiene todo lo que un videojuego debe tener y más; sin contar claro, que su gameplay deja claro el amor del estudio por los videojuegos.
Sifu es el recuerdo de que podemos tener grandes experiencias que se dedican a lo más puro de la industria, jugar. No es perfecto, claro está, pues a veces echamos en falta mayor personalización de nuestro personaje, una vía clara para tomar desiciones y cambiar el rumbo de la historia y más tiempo de juego. Algunos detalles técnicos quedan a deber y se nota que es un juego indie por su capacidad de producción.
Pero a pesar de los errores, que un juego te haga sentir extasiado después de eliminar hasta al enemigo más débil es algo que debemos admirar. Tomar mecánicas de otros juegos y crear tu idea a partir de lo que otros hacen mejor es simplemente maravilloso. Es una pena que no lo hubieramos podido probar antes en Xbox, pero la espera valió la pena.
Con todo dicho, no nos hace falta volver a recomendarte este videojuego. Sifu llegará el 28 de abril a Xbox y PC, junto con sus nuevas actualizaciones que agregan nuevos estilos de personalización, una dificultad y la mejoría en algunas mecánicas de combate contra enemigos finales.
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Análisis de Sifu
Análisis de Sifu-
Apartado técnico85/100
-
Jugabilidad100/100
-
Duración85/100
Lo bueno
- Su estilo de combate impecable
- El conjunto entre narrativa y de gameplay bien implementado
- La calidad artística y sonora
Lo malo
- Falta de contenido para el end game
- Una duración aceptable pero no suficiente
- El desbalanceo en algunos enfrentamientos