Lo Wang, el ninja más irreverente y charlatán de su gremio, vuelve a las andadas con Shadow Warrior 3.
No se encontraron entradas relacionadas.No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Parece que nunca hay demasiados FPS en el mercado. Posiblemente se trate del género rey de los videojuegos y desde hace 15 años, también en consola. Cualquier tipo de título o género es susceptible de ser jugable bajo esta perspectiva en primera persona, pero solo son los clásicos, los “old-style retro FPS”, los que ofrecen la sensación más pura y divertida de esta singular vista. Y dentro de este selecto grupo, podemos enmarcar la trilogía de Flying Wild Hog, que ahora también cuenta con su tercera entrega, Shadow Warrior 3.
Pero para conocer bien la saga, hay que remontarse un momento hasta 1997, donde precisamente nace la saga, siendo un divertido “clon” de los Doom de la época, con mucha personalidad. Tanta, que en 2013, el estudio polaco decidió hacer todo un reboot, ya con un protagonista que definiría los siguientes títulos, el ninja más irreverente del panorama videojueguil: Lo Wang. Hay que tener cierta maestría para hacer un shooter divertido, pero el hecho de tener a un protagonista que no calla ni debajo del agua y es directamente una caja de humor de chistes hasta el punto de poder hacerlo “simpáticamente” un pesado, quieras que no, te da un plus.
Todos recordamos a ese Duke Nukem 3D en el que los comentarios “ingeniosos” daban vida a nuestro protagonista y en el caso de Lo Wang, no solamente es el protagonista, es que quiere ser el protagonista. Una vez más vuelve a ser el centro de atención hasta el punto en que el mundo gira en torno a él… pues el argumento nos deja en un planeta sumido en el caos gracias a un Dragon ancestral indestructible que -sin querer queriendo- hemos liberado. Lo Wang formará equipo de nuevo con varios conocidos de la saga, como Hoji, el demonio o Zilla, el malvado dueño de la megacorporación Zilla que derrotamos en la primera entrega, para poder salvar el mundo y volver a tener su “mojo”, como todos los buenos ninjas.
La clave de humor es constante, casi como si fuera una película de acción y comedia, con muchas intervenciones en las que el chiste fácil es el recurso constante. Puede haber alguno que le moleste o no le hagan gracia, en ese caso, directamente os podemos afirmar que Shadow Warrior 3 y Lo Wang os resultarán odiosos. Por mi parte, es el juego que necesitaba: Acción, diversión y mucho humor, ¿Qué más puedo pedir?
Suscríbete al canal de GX en Youtube
Apartado técnico
Si tuviera que calificar el aspecto visual de Shadow Warrior 3 con un solo adjetivo, seguramente sería “atractivo”. Tal y como podemos extrapolar en la vida real, a veces una persona muestra ese aparente aspecto de belleza, ya sea por el maquillaje, la vestimenta o la forma de comportarse, que le hacen atractivo, pero si nos acercamos buscando a una persona guapa, quizá nos llevemos una decepción.
Es exactamente la sensación que describe la estética del título. Si miramos el conjunto, no podemos negar que es totalmente genial. El juego se mueve a 60fps, la resolución es alta en Xbox Series X, las animaciones de los enemigos es excelente y todo se mueve en pantalla de una manera orgánica y caóticamente bella que es fácil de percibir. Sin embargo, si nos acercamos, veremos texturas pobres, bajas cargas poligonales o un sistema de iluminación cuestionable. Y en este caso, de nuevo, tiraré de frasecita: “Miénteme y luego llámame tonto. Mientras no me entere, no tengo problema”.
Es decir, el conjunto es bello, los recursos están contenidos, y nos podemos centrar en la acción si no vamos buscando la nota discordante. Más que nada, porque no merece la pena. El gameplay es frenético, los paisajes son sumamente bellos, con colores pasteles agradables al ojo y a la pantalla, y el sonido también cumple de sobra. Quizá si que nos hubiera gustado que las cinemáticas hubieran sido en tiempo real, no en vídeo, ya que la compresión y los artefactos en ocasiones te sacan un poco de la experiencia, pero tampoco hablamos precisamente de un AAA.
Por último, es importante destacar la poca ayuda de los pequeños subtítulos, en español, eso por supuesto, al sostenido y continuo tono humorístico de los comentarios de Lo Wang, pues entre tanta acción resulta complicado seguirlos. Eso sí, también hemos de destacar que son muy buenos, y algunos gags están bien traídos a nuestro idioma.
Jugabilidad
La saga ha experimentado un cambio importante en cada una de sus tres entregas disponibles. Manteniendo el espíritu de shooter frenético, el primero contaba con una estructura de misiones de campaña tradicionales, con algunas zonas extensas que nos llevaban a un lado y a otro buscando objetivos. El segundo, potenció esta virtud, abriendo incluso aún más cada uno de los niveles, obligándonos a explorarlos a fondo de manera no-lineal, para seguir potenciando los poderes de Lo Wang, bastante extensos e interesantes en la secuela.
Aquí, en Shadow Warrior 3, directamente se pierde todo lo anterior, para pasar sin dolor a una estructura absolutamente lineal, y un combate que literalmente es DOOM 2016. Las distintas fases irán distribuyéndose en la mayoría entre zonas de plataformas, con unos sencillos tintes de parkour muy automatizados, hasta las arenas propiamente dichas, donde el campo de batalla se cierra hasta que eliminemos al último enemigo.
Si bien, en este aspecto, clave para la diversión del título, en los primeros compases no terminaban de convencerme, también admito que no tardaron mucho en hacerlo, demostrando un excelente ritmo en el que nuestra katana, y las distintas armas disponibles juegan su baza en un combate que nos tendrá en constante movimiento para no morir, pero que será mucho más permisivo que el visto en el juego de id Software y su secuela. Por ejemplo, al disparar a los enemigos, nos soltarán vida, y al matarlos con la katana, nos dará munición, abriendo ese juego de gestión frenética de recursos que ya conocemos.
A esto se une la variedad de armas a distancia que hay, las cuales son todas potentísimas, pero sus cargadores disponibles muy escasos, obligándonos a cambiar constantemente entre ellas o a recoger munición sin parar. No son tampoco muchas, pero si suficientes, porque otra de las claves de Shadow Warrior 3 es la introducción de los Remates. En un homenaje a las Glory kills de Doom, podremos ejecutar a los enemigos, y rellenar nuestra barra de vida al instante, pero para ello, también tendremos que tener previamente lleno nuestro indicador de remate.
Más interesante se vuelve, cuando el remate a ciertos enemigos mayores, te proporciona un arma que podremos usar de manera temporal o como si fuera una granada algo bestia. Desde un ojo con cuchillas que destroza automáticamente aquel enemigo que mires hasta un par de miniguns absolutamente destructivas, es otro de los elementos del gameplay a los que tendrás que poner atención y administrar para poder resolver muchas de las arenas, pues ya os decimos que se hace muy complicado hacerlo sólo con nuestros recursos.
Por último, para añadir variedad al conjunto y un poco de sensación de progresión, podremos mejorar nuestras armas y habilidades de Lo Wang. Consiguiendo unas esferas de poder diferenciadas entre ambas, conseguiremos añadir daño eléctrico a nuestras SMGs, que los enemigos exploten al pegarles un tiro en la cabeza o que los golpes de nuestra Katana tengan daño elemental. No parece que en una vuelta haya elementos suficientes para mejorarlo todo al 100%, por lo que deberemos de elegir si mejorar unos u otros elementos. Pero también tendremos la ayuda de los desafíos, que no es otra cosa que una especie de logros, que al completarlos, nos darán una esfera de poder.
Duración
La posibilidad de rejugar el título en una mayor dificultad o encontrar todas las esferas de poder siempre es interesante, pues no podemos negar que se hace divertido, sin embargo, una sola partida a la campaña no superará probablemente en ningún caso las 8-10 horas, resultando en una experiencia intensa, pero ligera. Tendremos elementos de lore, divertidos e interesantes de leer para conocer todo sobre los curiosos enemigos y su mundo, pero de momento, ningún modo adicional estilo “arena” o “survival” al que podemos jugar.
Conclusiones
Shadow Warrior 3 para mi gusto es sin duda un paso atrás para la franquicia. Como título es un juego notable, con gráficos geniales, físicas muy trabajadas, unos enemigos bien diseñados y una acción frenética. Mi problema es que las similitudes con cualquiera de los dos últimos DOOM son directamente excesivas. Y claro, el problema de compararlo con el rey de los shooters, es que siempre sales perdiendo.
Quizá han apostado por una escala menor, han querido darle un giro a su jugabilidad o simplemente adaptarlo a los nuevos tiempos, en el que este “puzzle de acción” en arenas parece estar a la orden del día. Sin embargo, a mi parecer, Shadow Warrior 2 era de manera global, más largo, más variado y en general, aparentemente más completo. Lo Wang ahora se ve mejor, se mueve mejor y lo hace todo con ese brillo que antes le faltaba, pero a veces se puede innovar sin salirte del camino original.
Eso sí, te partes la caja todo el rato con Lo Wang. Es humor barato, pero ciertamente hace gracia ver como el Ninja más poderoso de la tierra en realidad es un pesado que no calla la boca ni debajo del agua.
-
Apartado técnico85/100
-
Jugabilidad70/100
-
Duración65/100
Lo bueno
- Gráficamente vistoso
- Las físicas están muy conseguidas
- La acción es frenética y visceral
- Te partes la caja con Lo Wang
Lo malo
- No es muy largo y su desarrollo es demasiado lineal
- En realidad, se ha simplificado respecto a su anterior entrega