Eko Software se arma de tesón para ofrecernos con Rugby 20 una propuesta actualizada en lo que a licencias se refiere y amparada en la simulación.
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¿Por qué ese afán por progresar y darse a conocer en cada emprendimiento? Porque de otra manera no se consigue trascender más allá de lo conocido. Quizá sea eso lo que le ha pasado al Rugby por estos lares, ya que no goza de la misma popularidad de la que sí hace gala el fútbol o el baloncesto. Un desconocimiento que se ha extendido hasta mi persona y que ahora se ha puesto a los mandos de esta última iteración del deporte, Rugby 20, en pos de mirar más allá de la cortina.
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Eso es lo que nos quiere ofrecer la gente de Eko Software en colaboración con Bigben Interactive, una empresa francesa que hace muchos esfuerzos por traernos títulos de deportes muy minoritarios. Una propuesta actualizada de una de sus sagas que, a pesar de no gozar de un gran palmarés, (porque tampoco lo pretende) es una buena adaptación para con un deporte de apariencia dura, pero que derrocha elegancia por los cuatro costados.
Apartado técnico
Una característica indispensable para que algo llame nuestra atención, es que sus proporciones sean las correctas. Es importante mantener la unidad con el fin de evitar que algo se deforme. La razón de hacer énfasis en la proporcionalidad reside en que los modelados de los jugadores no gozan de las proporciones correctas. Sí, los rostros de los mismos pueden ser más o menos fidedignos, no voy a entrar en ese terreno resbaladizo porque acabaría esto en derrota, pero no el resto del cuerpo. Una falla que se hace más evidente cuando los vemos en movimiento.
De todas maneras, una vez que nos hacemos uno dentro del partido, terminamos olvidando esas imperfecciones, encontrándonos con una imagen limpia y que fluye con gran naturalidad en todo el encuentro, especialmente durante esos momentos en los que, cuando queremos ser los dueños indiscutibles del balón, terminan agolpándose varios jugadores en un espacio reducido.
La cara oculta de este Rugby 20 se hace más manifiesta cuando ponemos nuestros oídos al servicio de la narración. Una narración de habla inglesa que, aunque no supone un hándicap dada la naturaleza deportiva de la misma, quizá sí eche para atrás a aquellos jugadores que no se sientan inmersos en una oferta que no está traducida a nuestro idioma, al contrario de lo que sí hizo Rugby 18.
Jugabilidad
Agarrar, embestir, empujar y obstruir al equipo contrario que porta la pelota. Al final, hay mucho más tras este deporte de evasión que dio sus primeros pasos en Inglaterra hace mucho tiempo. Por desgracia, el destino no ha querido que en muchos lugares alrededor de Europa, España inclusive, tenga el mismo grado de popularidad como el resto de deportes ya mencionados. Quizá sea por eso que muchas compañías no han puesto mucho empeño en desarrollar propuestas de esta índole, especialmente si nos atenemos a que el público objetivo es harto minoritario.
Por eso hay que alabar el tesón de Eko Software y sus intentos por dar a conocer el deporte de marras.
Puede que los inicios sean duros, sobre todo para los que seamos unos neófitos por estos lindes. Una dificultad todavía más evidente cuando nos topamos frente a una IA que aboga por una agresividad nada desdeñable, aunque no por ello descuida los golpes tácticos. El juego nos obliga constantemente a dirigir el balón de un lado a otro del campo en pos de evitar encuentros directos, pese a que los habrá, y en cantidades nada desdeñables.
Después de todo, Rugby 20 es un intento de ofrecernos una experiencia que apuesta por el realismo. Una afirmación que no es baladí, ya que las mejoras que se han introducido en los saques de banda, los cambios tácticos o en los golpes francos ayudan a mejorar esa percepción. Además, tenemos hasta 69 equipos licenciados y más de 2000 jugadores a nuestra disposición, una muestra fehaciente de que el estudio con sede en Francia ha hecho bien sus deberes. Una muestra de que el título que nos ocupa quiere estar a la última y, al mismo tiempo, ofrecer una buena experiencia que está desprovista de artificios.
Duración
La tónica general de un tiempo a esta parte es que muchas compañías no falten a su tradición de incluir una suerte de modo historia en sus títulos deportivos. Por desgracia, la oferta de este Rugby 20 no está a la altura de la que hacen gala el resto de sus congéneres, sobre todo si nos amparamos en los gustos inherentes para con los lobos solitarios. Una escasez protagonizada por un puñado de modos, ligas y encuentros amistosos, y que ha dado varios pasos hacia atrás.
Y digo esto porque Rugby 18 introdujo el modo Carrera, una excusa para guiar a nuestro equipo de sexta división en una lucha sin cuartel contra los mejores, la élite de la élite. No era un derroche de originalidad ni tampoco era profundo como él solo, pero sí nos ofrecía un desarrollo desafiante que invitaba a crear un equipo con identidad propia, algo que no tenemos en esta última edición de la serie.
Por suerte, el modo Squad no ha faltado a su cita para así poder crear un equipo a nuestra imagen y semejanza. ¿Con qué propósito? Para que podamos competir con el mismo a través de distintos encuentros en solitario o bien contra jugadores alrededor del mundo vía online, aunque está claro cuáles serán nuestras preferencias si queremos sacarle brillo a este Rugby 20 por mucho tiempo.
Conclusión
Está claro que, si nos amparamos en otras franquicias deportivas y en la oferta de las mismas, Rugby 20 termina relegado a la sombra. Una sombra que, por suerte, no opaca sus virtudes y talentos en un intento por ofrecernos una propuesta que abraza la simulación. Además, si algo le puedo conceder a Eko Software, es la oportunidad de quitarme la venda del desconocimiento hacia un título que, a pesar de que te exige hacer los deberes, luego lo sabe recompensar con creces.
Una venda que ha estado ahí por muchos años y que ha supuesto un estupendo punto de partida para los que queremos sumergirnos en el mundo de un deporte que no ha tenido la oportunidad de brillar como debiese en nuestro país.
*Gracias a Bigben Interactive por proporcionarnos el material para la review.