Project Hel amplía y aporta otro tono a la experiencia del Ghostrunner original. Le echamos un vistazo en nuestro análisis.
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505 Games tenía una verdadera joya en Ghostrunner, el título de acción vertiginosa que llegó hace un par de años y que recientemente recibió una gran actualización para consolas de nueva generación. One More Level, Slipgate Ironworks ya se encargaron del original, pero en esta ocasión también se une a este tandem la mítica 3D Realms, especialista en títulos retro de acción, la cual, ciertamente, parece que ha aportado su toque con Project Hel.
El resultado de esta versión para las consolas actuales ya lo pudimos analizar en profundidad hace poco, precisamente el motivo por el que volvemos a enfundarnos en el cuerpo de un ninja cibernético. Sin embargo, ahora no será el mismo protagonista, Jack el Ghostrunner, si no Hel, un android asesino mandado por la Maestra de Llaves, la última enemiga del original. En unos eventos que suceden antes de lo que ya conocíamos, Hel es liberada para sofocar la rebelión en la Torre Dharma, que amenaza el orden impuesto por Maya.
Sin embargo, Hel y su condición de robot imparable, hacen que se sienta furiosa al estar controlada por la propia ama de llaves. Seguirá sus objetivos, pero siempre procurará retorcer la orden a su manera, algo que vemos desde el inicio, donde unas simples preguntas de evaluación harán que la IA demuestre lo inestable que es. Y es que precisamente Project Hel quiere reflejar, y lo hace perfectamente que ahora no estamos en el bando del héroe caído que sufre por la rebelión, que la rabia y el poder absoluto están ahora en manos del jugador. Os contamos todo sobre esta, ¿primera?, expansión de Ghostrunner: Project_Hel.
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Apartado Técnico
Project Hel hereda todo del original, aunque también introduce escenarios nuevos, mecánicas nuevas e incluso enemigos nuevos, algunos con efectos especiales o funciones que no estaban, por lo que el esfuerzo es notable. Además, esa versión para Xbox Series X, donde se mueve con una resolución alta, Ray Tracing y a 60 fps, es toda una maravilla.
Quizá las habilidades de Hel y su movimiento renovado, hará que en muchas ocasiones nos atranquemos en el escenario. No tanto por buguearse o bloquearse hasta tener que reiniciar, pero si que la excesiva movilidad también favorece este tipo de situaciones. Es decir, que saltar de una lado hacia otro como si fuéramos una pulga gigante, puede ser muy divertido… si sabemos dirigir bien el salto.
Y en su obsesión por cuidar de su título, también contaremos con una nueva, aunque evidentemente reducida, selección de música, que junto a su apartado artístico consigue atraparte en su decadente mundo cyberpunk.
Jugabilidad
La mezcla de la propia ideosincracia del poder de Hel y de una expansión de reducida extensión, evidentemente, se unen para ofrecernos un gran poder desde el primer momento. Y es que el cambio de personaje no solo es a nivel de «skin», como quien dice, si no que se juega totalmente diferente, dentro del estilo del juego original. Es decir, no cambia, nos enfrentamos de nuevo a este coctel explosivo de acción frenética que convierte cada enfrentamiento casi en un puzzle que solo podremos resolver con pericia a los mandos y usando todos los recursos a nuestro alcance.
Y es que la mayor diferencia ahora es que nuestro personaje contará con un par de habilidades muy interesantes. La primera es el super salto, que sin ningún tipo de «cool down» nos dará la posibilidad de saltar de una plataforma a otra rápidamente, aportando mas posibilidades de plataformeo. Por supuesto, seguiremos pudiendo andar por las paredes (incluso diría que ahora esta mecánica está más refinada gracias al salto de entrada y salida) y un motor de empuje que provoca un control absoluto de nuestro aterrizaje, otorgándonos una superioridad desde el aire continua y total.
Para matar a nuestros enemigos, si que contaremos con otra especie de katana cibernética, totalmente mortal de un toque, como siempre. Pero aquí es donde viene la importante diferencia. A los pocos minutos, Hel pedirá desactivar una de sus limitaciones, para usar su furia. La mecánica es simple, cada muerte subirá nuestro medidor de furia, permitiéndonos usar un ataque a distancia muy devastador. Si ese medidor sube por encima de la mitad, ganaremos incluso un escudo, que nos permitirá aguantar un impacto, aumentando nuestras posibilidades de supervivencia… y dándonos un poco de libertad de destrucción absoluta.
La sensación que proporciona a la hora de atacar no solo es de tener que seleccionar nuestros objetivos y marcarnos «un esquema» tal y como pasaba con el original, sino que también deja algo de margen para la diversión y el caos en ese obligado orden para terminar la fase. Desde luego, salen muchísimos mas enemigos e incluso se reflejarán los restantes en la parte superior, ya que hasta que no derribemos a todos, al menos en ciertas ocasiones, no podremos seguir avanzando.
Como en el original, también tendremos un patrón de esquemas de mejoras con un espacio limitado que se irá ampliando conforme vayamos avanzando. Piezas a lo Tetris que nos confieren habilidades que mejoran el tiempo de duración de la rabia, o aumentan el radio de nuestro ataque. Es casi un mini juego el ir ajustando las que mas nos convengan sin dejar muchos nodos libres.
Duración
Aquí es donde mi corazón se encuentra dividido. Ghostrunner cuenta con múltiples DLCs de pago para extender «cosméticamente» la vida del juego, pero también a base de actualizaciones gratuitas con más modos que sin duda han alargado su duración a base de nuevo contenido, lo cual no está nada mal para tratarse de un título fundamentalmente para un solo jugador. Con Project Hel tenemos otro buen tramo que lo tiene todo, una nueva manera de jugar, más de su historia a lo precuela e incluso una buena dosis de lore.
Sin embargo, su duración «efectiva» es de entre 2 o 3 horas. Insuficiente para los que buscaran algo más de contenido, sin duda, pero a mi versión inútil con el mando se le ha atragantado algunas fases y en concreto, los dos grandes jefes de final de zona, duplicando casi esta duración. Y es que tendremos más poder, pero algunas zonas nos apretarán bien las tuercas para descubrir la manera de salir ilesos de la situación.
Conclusiones
Sin duda Project Hel continúa el buen hacer de Ghostrunner e incluso lo potencia. Un personaje claramente más poderoso, del que hemos querido saber más (pues casi es más interesante que el propio Jack) es el principal motor de esta expansión, más rápida y con más acción que el original. Esa rabia de la violenta IA que manejamos se refleja a la perfección en la jugabilidad y en el tono de la aventura.
Lo cierto es que si disfrutaste del original, es altamente recomendable probar Project Hel, pues lo harás de la misma forma. Y a mi parecer, una expansión es una excelente excusa para aquellos que quieran volver a su versión next-gen, con Ray Tracing, 60 fps y un apartado artístico increíble.
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Apartado técnico80/100
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Jugabilidad85/100
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Duración65/100
Lo bueno
- Las nuevas habilidades te hacen sentir más fuerte
- Nuevos enemigos, escenarios y una interesante historia
Lo malo
- A pesar de su buena dificultad, se hace corto
- El diseño del escenario a veces favorece que nos atranquemos en sitios no deseados