Analizamos Pixark, un mix entre Minecraft y Ark demasiado deudor de sus predecesores y con mucho camino por recorrer.
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En esta generación uno de los géneros que más ha florecido es el de los juegos de supervivencia. Títulos como No Man’s Sky, Ark o el omnipresente Minecraft se han hecho con una enorme bolsa de jugadores increíblemente fiel, y que ha conseguido que estos títulos sean un gran éxito, sobre todo en el caso del pixelado juego de Mojang auténtica impresora de dinero para Microsoft. La tentación de intentar imitar al “más grande” está ahí. La idea de los creadores de Ark parecía genial sobre el papel: combinar Ark con Minecraft para crear un título que atrajera a los fans de ambos. Lamentablemente, como sabe cualquiera que se haya comido un Ferrero Rocher mientras masticaba chicle, es que juntar dos cosas buenas no siempre da como resultado una mejor.
Para más inri aquí entra en conflicto el hecho de que tanto Minecraft como Ark son ejemplos de juego como servicio con muchos años a sus espaldas, de refinamiento de la fórmula, de optimización, y de creación de contenidos, algo que PixARK no tiene de salida. Estas carencias evidencian aún más su falta de personalidad, y una bicefalia que traspasa lo jugable para colarse incluso en un inconsistente estilo visual que aspira a ser más atractivo que Minecraft sin consegurilo. A pesar además de que PixARK no es ningún portengo gráfico, al menos de salida, su optimización deja bastante que desear. Por otra parte no todo es negativo, y evidentemente se nutre de mecánicas a prueba de balas, con lustros de eficacia, y que en ocasiones suponen una combinación bastante divertida, pero a lo que solo llegamos tras un arduo viaje, tal y como os contaremos en nuestro análisis.
Apartado técnico
Cuando PixARK se presentó, la promesa de un Miecraft más vistoso era bastante atractiva. Hace ya unos años del lanzamiento del juego de Mojang, y pocas mejoras técnicas se han podido añadir a una estética tan fuertemente ligada al pixel, y a los modelados bastos. A falta de que llegue el prometido, y retrasado, Super Duper Graphic Pack Minecraft es un juego con carisma y personalidad estéticos pero que ha evolucionado muy poco. La apuesta por modelados más complejos, y sustituir el pixel por el “voxel”, con texturas de mayor resolución parecía una apuesta segura, pero ni aquí puede triunfar totalmente PixARK. A golpe de vista el juego es bonito, pero en cuanto empieza a moverse salen a la luz inconsistencias estilísticas, mezclando el Voxel con el lowpoly sin mucho acierto, y con unos problemas de tearing y sobre todo de clipping galopante, que no se pueden esconder.
Tema aparte son los menús e inventario, que en otros títulos corresponderían al apartado jugable, pero en este caso no puede dejar de resaltarse lo invasivos y poco atractivos que son. Combinaciones de colores que dificultan distinguir exactamente el item que tenemos seleccionado, o cambios confusos en el tamaño de las fuentes en pantalla, son problemas que se unen a una localización sin terminar al castellano. Atractivo como imagen estática, caótico y estéticamente desagradable en movimiento, así es PixARK. No ayuda demasiado que la ambientación musical vuelva a ser deudora de Minecraft, juego que habremos mencionado ya unas veinte veces en este análisis. Los diseños de los dinosarios y personajes son monos, pero eso a duras penas compensa los problemas técnicos y estéticos, que hacen que el título siendo generosos apruebe raspado este apartado.
Jugabilidad
Intentar abordar la jugabilidad de PixARK sin hablar de ese juego que todos os estáis imaginando es harto complicado, pero vamos a intentar hablar de él como si ese otro título no existiera. Bien, esta versión infantilizada de Ark (sigh) parte de mecánicas, tal y como ya habíamos dicho, probadas y templadas con los años. Como juego de supervivencia y crafteo es notable, y el añadido de la posibilidad de domesticar dinosaurios, además de su variedad son un plus. A partir de aquí tenemos que quejarnos de que la curva de dificultad inicial está terriblemente mal medida, convirtiendo los inicios de nuestra partida un infierno de muertes sin sentido.El mundo de PixARK está hiper poblado, y nuestro personaje es un enclenque capaz de perecer bajo el aleteo de cualquier pterodáctilo que nos mire mal.
Ya os habíamos mencionado que los menús de PixARK no son ninguna maravilla, pero si unimos esto a que la acción no se para cuando estamos navegando por ellos, dada la naturaleza online del titulo tenemos una combinación matadora. Más de una vez nos encontraremos entornando los ojos intentando construir un arma o una pieza para un refugio, y ser masacrado por cualquier bichejo que nos pille desprevenidos. Cuando nos metemos en zonas más peligrosas, a pesar de que seguramente habremos evolucionado y aumentado nuestras habilidades, navegar por menús se vuelve más absurdamente peligroso, a no ser que hayamos conseguido domesticar algún pequeño aliado, labor por otra parte bastante farragosa. A no ser que consigas un arco de flechas somníferas, intentar conseguir la ayuda de algún bicho es bastante lento, y una vez más, peligroso.
Afortunadamente, y a pesar de todos estos contratiempos, si insistes lo suficiente y logras subir tus stats, consigues un buen animal de compañía, y te sobrepones a sus controles un tanto deficientes, el juego puede hacerte click y empezar a resultar bastante divertido. Su gran problema nuevamente es la ausencia de personalidad propia, y que realmente los dos títulos preexistentes de los que toma los ingredientes de su fórmula son muy superiores en lo suyo que este pequeño híbrido. En cualquier caso ya sabemos que con el lanzamiento nada esta decidido hoy en día, y PixARK puede evolucionar y crecer, y quizá en algún momento conseguir tener características verdaderamente propias, hasta entonces quizá es mejor esperar. Hay con qué consolarse.
Duración
Como uno puede imaginarse por la mera naturaleza de PixARK, el título tiene una duración potencialmente infinita. El mundo que podemos encontrar dentro de un servidor es ámplio y lleno de posibilidades. La pregunta de cuanto jugo puede sacársele a PixARK es lamentablemente una sin respuesta. Todo depende de cómo sus responsables sigan manteniendo el juego. Hay mucho por arreglar y completar aquí, pero la base es más o menos sólida, e incluso en su estado actual el juego puede darnos unas cuantas horas de entretenimiento. La potencialidad es el horizonte del juego, y esperemos que consigan que llegue, no se si al lugar en el Olimpo que ocupa Minecraft, pero sí al que pueda ostentar su hermano mayor Ark, que tampoco es moco de pavo. Tiempo al tiempo.
Conclusión
En su aspiración por convertirse en el juego de supervivencia y creación definitivo, mezclando dos pesos pesados como son Minecraft y Ark digamos que PixARK consigue convertirse en una mortadela con aceitunas. Una combinación que no gustará a todo el mundo, y que en este caso se torna un poco indigesta. El camino hacia la excelencia del título que nos ha ocupado será largo. Para empezar su sistema de menús, crafteo y arbol de habilidades necesita una reforma intensiva, y los controles deben ser mucho más precisos para plantar cara a sus competidores. Hay diversión PixARK, pero parece como si el espíritu prehistórico del título se hubiera apoderado de él más de lo debido. Espero que haya aún interés cuando lleguen a la edad moderna de los juegos de supervivencia.
*Gracias a Koch Media por proporcionar el material para esta review.