Analizamos Pirates Outlaws, un título que mezcla lo mejor de los juegos de cartas y roguelike en una fórmula aparentemente sencilla.
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Los piratas son probablemente el colectivo criminal histórico más importante en la cultura popular. En las últimas décadas hemos sido testigos de la aparición de numerosos libros, películas, series de televisión y videojuegos sobre las aventuras de estos enemigos de la ley. A pesar de que la piratería ha existido desde la Antigüedad hasta nuestros días, fue en los siglos XVII y XVIII, cuando la piratería alcanzó su máximo esplendor, causando importantes problemas a las potencias marítimas. Por este motivo, a este período se le denomina comúnmente la “Edad de Oro de la Piratería”.
Una edad en la que los piratas crearon una sociedad adelantada a su tiempo. Tanto es así que fueron capaces de ver el potencial que tenía el sistema democrático y la separación de poderes para el correcto funcionamiento de una sociedad mucho antes de la Revolución americana. En otras palabras, resulta interesante recordar que el pirata literario y cinematográfico tienen un antecedente histórico verídico, que respondió a un contexto específico e incidió en la economía, la cultura y la vida cotidiana de la sociedad colonial y que, como sucede en la actualidad, de ser figuras perseguidas y marginadas pasaron a ser seres respetados e incluso admirados por sus contemporáneos.
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De no ser así, no tendríamos juegos como Pirates Outlaws, un roguelike de construcción de mazos cargado de contenido en el que tendremos que navegar a lo largo de peligrosos mares, derrotando a todos los forajidos que se crucen en nuestro camino y desafiando a maestros de la piratería en tensos combates.
Apartado técnico
Con diez cañones por banda y un sonoro botín; así se han visto más de un jugador o jugadora aficionado a las aventuras de piratería. Porque no hay personaje más divertido o espectacular que un buen bucanero.
De proa a popa, Pirates Outlaws no es un juego que cuente con un gran acabado gráfico con complejas animaciones, efectos, etcétera, pero al menos apuesta por un aspecto artístico muy cuidado, minimalista, que nos entrará por los ojos desde el primer momento, tanto por los diseños de los enemigos como por los de los escenarios. Unos escenarios en los que piratas, bucaneros y corsarios surcan los mares viento en popa a toda vela.
Jugabilidad
En plena efervescencia de los juegos de cartas, una fiebre que popularizó la gente de Blizzard Entertainment con su Hearthstone allá por el año 2014, no han sido pocos los títulos que se han aprovechado de esta tendencia. Slay the Spire y su fusión tan particular que combina las cartas tradicionales con los roguelike, es uno de los casos más sonados desde su salida en 2019. Al fin y al cabo, se trata de una propuesta de aparente sencillez y desafío que hace gala de un delicado balance entre riesgo y recompensa, así como un endiablado sistema de dificultad que nos reta constantemente por medio de una actitud muy obstinada. Desde luego, Mega Crit Games supo cómo crear una obra que nos sigue obligando a recorrer los mismos niveles con dificultades añadidas.
Aunque no con la misma brillantez, Pirates Outlaws sabe muy bien cómo jugar sus cartas manifestando la imperiosa obligación de que mejoremos todo lo posible antes de cada enfrentamiento final. Empero, también nos enseña a ser conscientes de que combatir a los enemigos en exceso puede dejarnos a las puertas de la muerte, sobre todo cuando queremos enfrentarnos a una amenaza mayor. Al final, el juego desarrollado por Fabled Game es uno que se ampara en ir mejorando nuestras habilidades durante cada recorrido, la paciencia como arma y también en tener un poco de suerte.
En otras palabras, lo importante es ser capaces de detectar y aprovechar las oportunidades en el momento adecuado para dar el “mazazo” definitivo.
Duración
Pirates Outlaws es, en esencia, la combinación entre un juego de cartas y un roguelike generado de manera procedimental, por lo que la muerte y la repetición constante son dos de los motivos por los que el fracaso es parte inherente de la naturaleza de este título. Sin embargo, la obra de marras hace grandes esfuerzos para establecer mecanismos de progresión concretos y tangibles que no sólo aplacan un poco la frustración de perder una partida, sino que en ocasiones nos hacen buscarla. Llegar más lejos que nunca en un intento de escapada no solo nos hará ilusión por la mejora en nuestras habilidades y nuestros conocimientos que conlleva, sino por pensar en las cosas que descubriremos cuando lleguemos al siguiente nivel.
Fracasar, por tanto, no es solo una parte del aprendizaje del título que protagoniza estas líneas, sino que es una parte esencial del disfrute del juego. Un título cuya duración puede extenderse más allá de las 6 horas.
Conclusión
La infancia suele ser implacablemente imaginativa. Por ejemplo, a muchos de nosotros nos bastaba una tela oscura y rota para taparnos un ojo y creernos por un instante un pirata dueño de los siete mares. Soñábamos con esas historias de barcos fantasma, piratas y corsarios luchando con sus espadas e islas escondiendo un tesoro inalcanzable. Un sueño que se materializa en este Pirates Outlaws, un título que mezcla lo mejor de los juegos de cartas y roguelike en una fórmula aparentemente sencilla que esconde unas mecánicas más complejas de lo que puedan parecer en un principio.
Además, la curva de aprendizaje, siempre que tengamos claro que, como en Dark Souls u otros juegos, el final más probable de nuestra partida es el fracaso, es sencillamente sublime y nos permitirá ir aprendiendo, poco a poco y casi sin darnos cuenta, las mecánicas más complicadas del juego para acabar siendo unos expertos entre partida y partida, entre fracaso y fracaso.
Agradecemos a BlitWorks el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico70/100
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Jugabilidad80/100
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Duración70/100
Lo bueno
- Fácil de jugar, difícil de dominar.
- Personajes con habilidades muy diferenciadas entre sí.
Lo malo
- No aporta nada nuevo con respecto al resto de sus congéneres.