Analizamos One Hand Clapping, un juego de plataformas vocal en 2D que reivindica la importancia que tiene pararnos a escuchar nuestra voz.
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La voz es ese sonido del que sacamos el máximo partido cada día, ya que no es solo necesaria para comunicarse, es un gran instrumento para fines recreativos o artísticos, y una herramienta imprescindible para nuestro desarrollo cognitivo. Literalmente, es el sonido que sale de nuestra boca y, de alguna manera, es un vehículo de comunicación entre las personas, y con ella podemos expresar nuestro estado de ánimo aun sin utilizar palabras. De hecho, de todos los instrumentos que el ser humano ha podido fabricar, ninguno ha demostrado ser tan versátil y sublime como la voz humana.
Tanto es así que no hay dos exactamente iguales en ninguna parte del mundo que conocemos, porque en gran medida, depende de un sinfín de elementos físicos, de tal forma que la voz es la seña de identidad más particular de cada persona. A la postre, cuando escuchamos una voz, los oyentes siempre están listos para establecer juicios sobre la personalidad del emisor, porque juega un papel fundamental en las destrezas manuales y en los movimientos de la boca asociados con una correcta articulación del lenguaje. En resumen, desde un punto de vista conceptual, tiene una dimensión psicológica considerable.
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A tal efecto, One Hand Clapping nos propone una aventura que es más compleja de lo que parece a simple vista, dado que nos brinda la libertad de expresarnos a través de nuestra voz mientras recorremos un mundo lleno de paisajes vibrantes y personajes misteriosos.
Apartado técnico
Cuando se habla de minimalismo, se hace referencia a algo contenido, de formas simples, en lo que todo accesorio ha sido reducido al máximo. Se refiere a la obra que tiende a la búsqueda de una máxima tensión formal y conceptual utilizando, de forma restringida y racional, volúmenes puros, simples y aislados. Incluso se busca la transparencia, simulando la desmaterialización de los objetos.
Con este fin, One Hand Clapping hace gala de una apariencia que abraza el minimalismo como un modo de vida. Una apariencia que aporta una facilidad, una sencillez y una claridad que produce placer y sensación de comodidad a la vista. La propuesta antes nombrada crea un mundo de colores pastel muy agradable que consigue no sólo captar nuestra atención hacia su belleza, sino también centrarnos en las propias figuras para resolver sus rompecabezas con nuestra voz.
Jugabilidad
¿A quién no le ha dado un vuelco en el estómago cuando ha escuchado su voz por primera vez? Nuestra voz es una de nuestras señas de identidad. Pensamos que suena de una forma determinada y que tiene un torno concreto, pero al escuchar la realidad casi que nos venimos abajo sin saber por qué.
A este respecto, One Hand Clapping reivindica la importancia que tiene pararnos a escuchar nuestra propia voz y trabajarla, ya que es otro rasgo más de nuestra personalidad. En este caso, por medio de un juego de plataformas vocal en 2D y en apariencia muy tradicional. Un juego en el que, además, es necesario resolver diferentes y numerosos rompecabezas cantando o tarareando a través de nuestro micrófono, dado que estos constituyen un problema que se presenta durante toda la aventura y cuya solución, en otras obras, se basa comúnmente en la resolución de varias pruebas.
Sin embargo, en el juego que nos ocupa, estos rompecabezas están asociados a la duda como un aspecto que en un principio queremos evitar, dada la incertidumbre que lleva asociada. Después de todo, a lo largo de nuestra existencia nos vemos sometidos a la toma de decisiones de forma constante, y algunas se encuentran ancladas en el proceso de duda, algo que lleva asociado altos niveles de ansiedad y desesperanza, desde una baja autoestima y falta de confianza en uno mismo, hasta un alto nivel de exigencia.
Sin nada que perder y calentando con un puñado de ejercicios vocales, One Hand Clapping nos anima a afrontar estas dudas existenciales y la incertidumbre. Concretamente, nos ayuda a aceptar el sonido de nuestra propia voz, incluso si esta nos parece imperfecta. Y lo hace por medio de un desarrollo distendido y relajante en el que cantamos notas diferentes en todo nuestro rango vocal con el fin de mover determinados objetos o hacer subir una plataforma sobre la que queremos desplazarnos. Puede parecer sencillo, pero lo cierto es que este tipo de emisión requiere del control de la respiración y se han de hacer ejercicios que coordinen la respiración y la emisión.
Duración
La voz es un instrumento que hay que afinar a diario, pues implica mejorar el tono, la resonancia, la expresividad, el volumen, ritmo, pausas… Es una de las armas que debemos conocer y manejar muy bien, por ejemplo, cuando queremos desenvolvernos en cualquier escenario en pos de reflejar confianza, conseguir que nos escuchen y mantener la atención. En resumen, es algo que requiere tiempo. Y pese a que One Hand Clapping no nos pide en ningún momento contar con una voz virtuosa que encandile a los mejores cantantes del mundo, sí que es necesario usar una efectiva modulación de voz que nos permita sortear todos los obstáculos que se nos presenten.
Al dominar la modulación de voz, ejercitando los músculos encargados de la producción de la voz y aplicando diferentes técnicas, conseguimos que el juego que nos ocupa pueda ser superado en unas 4-5 horas. En caso contrario, dicha duración puede extenderse un poco más en el tiempo.
Conclusión
Todos interpretamos diferentes voces, pero al final, debemos encontrar la que nos es propia, aquella que nos permite expresarnos tal y como somos. Transmitiendo correctamente su mensaje, One Hand Clapping es una obra que juega un papel vital a la hora de establecer la confianza y sinceridad de lo que decimos. Da igual si nuestra voz no es tan poética, poderosa o sofisticada. Es la nuestra y se trata de comunicarnos a partir de ella, tomando las riendas de nuestra personalidad, expresándola sin ningún tipo de tapujos.
Por el camino, redescubriremos grandes cosas acerca de nosotros mismo, y esa persona que somos es muy interesante para el resto del mundo.
Agradecemos a HandyGames el material proporcionado para poder realizar este análisis.
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad70/100
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Duración75/100
Lo bueno
- Una propuesta agradable y minimalista.
- Su originalidad.
- Un desarrollo distendido y relajante que nos anima a vencer nuestras inseguridades.
Lo malo
- La necesidad de contar con un micrófono compatible.