Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm regresa a Xbox con un hermoso juego, que será del gusto de los apasionados a la exploración y las aventuras.
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El sector de los videojuegos siempre nos sorprende con muy buenas propuestas. Los desarrolladores suelen sacar a flote sus ideas y para plasmarlas en sus obras, adoptan características de otras sagas más populares. Aunque vulgarmente se llama copiar las bases de otros juegos, no es algo grave siempre que no sea muy evidente. Realmente, esta práctica se realiza no solo en esta industria, sino en muchas instancias.
Todo este preámbulo, que ya tenemos en mente, nos sirve para describir a Oceanhorn. En su primer juego, dejó clara su fuerte influencia de la saga The Legend of Zelda. Muchos lo criticaron como una copia descarada de la IP de Nintendo, y aunque no podemos refutar estos comentarios, es bastante obvio a simple vista. Sin embargo, podemos acotar que difiere lo suficiente para tener su propia identidad y ofrecernos algo fresco.
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En esta ocasión, vamos a contar con una continuación, Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm. Es el juego que sirve de precuela al primer juego. No es una sorpresa su llegada, ya que hace unos años estuvo de forma exclusiva en Apple Arcade y posteriormente llegó a Nintendo. Para nuestra alegría, esta secuela regresa para brindarnos la oportunidad de jugarlo en nuestra Xbox.
Apartado Técnico
Después del inicio del juego, nos encontramos con un gran paisaje que nos hace sentir relajados, con calma y con una vibra muy alegre y positiva. Lograr algo así en un primer contacto tiene su mérito. Estamos en un ambiente colorido, lleno de naturaleza, un radiante sol y rodeados del mar. La brisa se dibuja en las hojas de la playa, es un momento grandioso para disfrutar.
Uno de los detalles por los que el juego destaca es su apartado técnico. Es hermoso en todos los aspectos, aunque no debemos dejarnos llevar por esto. Aunque cuenta con un aspecto artístico y visual muy logrado, el juego nos deja una sensación un tanto agridulce. Esto puede deleitarnos en momentos o decepcionarnos en un giro inesperado de las cosas.
A medida que avanzamos, podemos darnos cuenta de que, pese a los momentos muy bonitos del juego, también tiene sus detalles. Por ejemplo, las texturas no están detalladas en algunos casos, y existen objetos que no tienen un tratamiento adecuado y desentonan con el escenario.
Los personajes, sin excepción, se sienten algo rígidos e inexpresivos. Esto pudo haberse mejorado para este port, pero quedó sin cambios con respecto a la versión inicial. Con respecto a las criaturas y enemigos, tienen un buen diseño que se ajusta a los escenarios que recorremos.
Lo anteriormente mencionado es comprensible. Debemos recordar que no estamos ante una superproducción, y si consideramos que el juego fue lanzado inicialmente en 2019 en Apple Arcade, queda evidente que conserva ciertos detalles que no han sido corregidos. Aunque esto es perdonable, ya que todo lo bueno que el juego ofrece supera lo negativo.
Es importante destacar que una de las ventajas de estar en Xbox Series X|S es que se aprovechan los recursos de estos sistemas. El juego se disfruta en su máximo esplendor, con 4k y 60 fps, de manera muy estable y sin ninguna caída o ralentización. En este aspecto, el juego es un completo deleite, ofreciéndonos mucha calidad y diversión.
Para finalizar, el sonido destaca por ser ambiental y los temas musicales tienen buena calidad. Se denotan en enfrentamientos o momentos clave de la partida, y se siente muy bien trabajado. Aunque quizás no guste que las voces sigan en inglés y que el texto en español sea a veces poco visible en momentos de mucha luz que llegan a ocultar las letras.
Jugabilidad
Uno de los atractivos más palpables de un juego es su jugabilidad, y para Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm, hay cambios muy visibles si lo comparamos con su primera entrega. Una de las primeras novedades es que este juego es una precuela del primer título y se sitúa mil años antes. Por lo tanto, en esta ocasión no controlaremos al héroe anterior.
Además, hay otros cambios en la jugabilidad. Uno de ellos es la nueva perspectiva del personaje, que abandona la vista desde arriba y adopta una vista en tercera persona detrás del héroe. Esto permite estar más cerca de nuestro protagonista y tener un mejor campo de visión de los entornos y enemigos que nos rodean.
Aunque hemos mencionado las influencias de esta serie, esta nueva secuela, a pesar de las novedades, sigue compartiendo similitudes con la franquicia de Nintendo y Zelda. Tenemos a un héroe con espada, escudo y una indumentaria distintiva, y su grito es muy similar al de cierto personaje icónico, nos referimos a Link.
Nuestro protagonista es un caballero que deberá enfrentarse a un temible villano llamado Mesmeroth. El juego nos presenta una historia en la que se revelan las intenciones del antagonista, cuyo objetivo es hacerse con el trono de Ciudad Blanca y controlar todo el reino.
El héroe buscará la aceptación y el reconocimiento como caballero, pero las cosas cambian cuando se descubren las intenciones del antagonista. Contamos con habilidades básicas como atacar con la espada, defendernos con el escudo y la opción de rodar o correr, con una barra de resistencia que se consume al utilizarla.
Además, iremos obteniendo nuevas habilidades. Desde el inicio, podremos usar un arma de fuego a la que podremos añadir diferentes municiones. Estas municiones son elementos mágicos que recolectamos en nuestro recorrido, y nos permitirán disparar descargas de hielo, fuego y electricidad. En un principio, estas servirán para resolver acertijos y luego para enfrentar amenazas, dependiendo de cómo las empleemos.
El juego también ofrece otros conjuntos de herramientas que complementan el arsenal disponible. Bombas y un gancho también nos ayudarán en nuestra travesía, brindándonos una buena variedad de elementos para avanzar. Además, no lucharemos solos, ya que tendremos aliados a los que podremos dar órdenes con comandos para resolver acertijos y luchar, lo que hace que el juego sea muy dinámico.
Podremos mejorar y aumentar las estadísticas de nuestro personaje. Los corazones se incrementan al obtener tres piezas de corazón distribuidas en el mundo. Las armas y municiones especiales pueden aumentar sus capacidades al incrementar nuestro rango de caballero a través de puntos de experiencia que dejan los enemigos u objetos.
Los enemigos, aunque variados, tienen una dificultad que deja mucho que desear. Son sencillos y fáciles de derrotar, lo que agrega una capa de accesibilidad para todos los jugadores, lo que percibo como algo positivo, ya que el juego es adecuado para un amplio público.
Además de lo mencionado, el juego es un mundo abierto que podemos explorar y obtener recompensas a través de cofres ocultos, incentivando la exploración. También encontraremos misiones secundarias que nos llevarán a rincones escondidos, lo que permite elegir entre la historia principal y los extras que vamos obteniendo.
Adicionalmente, hay minijuegos interesantes que nos harán pasar un buen rato, y tenemos la posibilidad de divertirnos con el tarot, un juego de cartas con el que podremos competir contra otros personajes y obtener nuevas cartas, lo que añade más variedad al aspecto jugable.
En resumen, Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm es una amalgama de elementos que nos proporcionarán muchas horas de diversión. Es accesible y lo suficientemente extenso como para mantenernos explorando sin aburrirnos ni decepcionarnos. El juego no rompe con las convenciones de este tipo de juegos, pero nos brinda lo más importante: diversión.
Duración
Otro de los puntos fuertes de Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm es su duración, que no es corta, siempre que quieras aprovechar al máximo cada momento que ofrece el juego y buscar los coleccionables en el camino.
Además, hay misiones secundarias y objetos que nos generarán curiosidad, extendiendo nuestro recorrido e invitándonos a explorar cada rincón posible. Un extenso mapa nos espera, tanto por tierra como por mar, en el que siempre habrá un lugar que llame nuestra atención.
Si solo quieres ver los créditos finales, el juego puede llevarte más de 14 horas en completarlo. Si intentas obtener todo lo posible y llegar al 100%, el tiempo puede ser considerablemente mayor, superando incluso las veinte horas o más. Esto es muy agradable considerando que la exploración es fundamental en este tipo de juegos para sentirnos inmersos en su mundo.
Conclusión
Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm no es Zelda, ni pretende serlo, aunque no lo parezca a simple vista. Es cierto que posee elementos que lo asemejan a la experiencia de Nintendo. Lejos de comparaciones que a veces pueden ser injustas, no podemos dejar de comentar que tenemos frente a nosotros un juego extenso que nos brindará mucha diversión.
El haber llegado varios años después de su lanzamiento puede ser una desventaja, ya que este año existen una gran cantidad de propuestas de una calidad increíble que pueden opacar lo que ofrece este título. Reiteramos que no es un mal juego, pero este año está repleto de grandes nombres espectaculares.
Si te gustan este tipo de juegos, cuyo enfoque es bastante accesible y familiar, estás en el lugar correcto. Con Oceanhorn 2: Knights of the Lost Realm disfrutarás de un buen rato explorando, viajando y disfrutando de buenos momentos.
*Gracias a Cornfox & Bros por proporcionarnos el material para llevar a cabo este análisis.
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Historia75/100
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Jugabilidad80/100
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Apartado Técnico80/100
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Sonido85/100
-
Duración85/100
Lo bueno
- Un mundo colorido y hermoso
- Nos invita a explorar
- Los aliados son un buen complemento
- Su banda sonora
Lo malo
- Los personajes pueden parecer inexpresivos
- No hay doblaje al español y los subtitulos nos harán sufrir
- El juego llega en un año plagado de juegazos