Analizamos para Xbox el nuevo Ninja Gaiden 4, la nueva entrega de la saga regresa a lo grande.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de Virtua Fighter R.E.V.O World Stage – El regreso de un pionero
- Análisis de Pacific Drive para Xbox Game Pass – Acelerando en otra dimensión
- Análisis de Bob Esponja: Titanes de las Mareas – El regreso a Fondo de Bikini se hace más épico que nunca
| No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Han pasado más de diez años desde la última vez que Ninja Gaiden nos dejó sin aliento, y tras jugar durante más de una semana a esta cuarta entrega, puedo decir sin titubeos que la espera ha merecido la pena. Ninja Gaiden 4 no solo devuelve a la saga su prestigio, sino que lo hace con una mezcla de elegancia y bestialidad que hacía mucho no veía en un título de acción, se juntan dos frentes opuestos para darnos un juego realmente bueno.
El contexto no podía ser más simbólico: el regreso de la saga coincide con el fallecimiento de Tomonobu Itagaki, su creador original. Y honestamente, este juego se siente como el mejor homenaje posible a su legado. Desde los primeros compases, se nota la mano de Platinum Games, que ha sabido respetar la esencia de Ninja Gaiden mientras la eleva a los estándares actuales. El resultado es un título que se juega, se ve y se siente como una carta de amor al género hack and slash, una carta firmada con sangre.
Ninja Gaiden 4 arranca con ritmo, con una puesta en escena espectacular y una dirección artística muy lograda que entra por los ojos. Se percibe una clara evolución respecto a la tercera entrega: los movimientos son más precisos, el control es más refinado y los enfrentamientos transmiten una sensación de peso y brutalidad que devuelve al juego su verdadera esencia.
Apartado técnico
La mano de PlatinumGames se nota desde el primer combate. El estudio japonés ha sabido imprimir su sello en la dirección de arte y el ritmo de la acción, sin renunciar a la identidad del Team Ninja. En Xbox Series X, el juego se mueve de forma impecable a 60 fotogramas por segundo en su modo de rendimiento, con una nitidez y estabilidad en pantalla que se agradecen cuando la acción se desata.
En el modo gráfico, alcanza resoluciones 4K con reescalado, mostrando un nivel de detalle sobresaliente en los escenarios urbanos de Tokio. Las animaciones de combate son limpias, los efectos de sangre y partículas están bien integrados, y los modelados de personajes, especialmente de Yakumo y Ryu Hayabusa, destacan por su expresividad y textura.
Además, he jugado parte del análisis en la ROG Xbox Ally X, y debo decir que se mueve de maravilla en la portátil. Es uno de esos juegos que demuestran el excelente trabajo de optimización de Platinum y Xbox, ofreciendo un rendimiento sólido incluso en hardware compacto. Ninja Gaiden 4 es, literalmente, uno de esos títulos que lucen perfectos en formato de bolsillo, ideal para quienes quieren disfrutar de acción pura en cualquier parte.
Gameplay en Rog Xbox Ally X
Jugabilidad
Si hay algo que distingue a Ninja Gaiden 4, es su jugabilidad refinada y exigente. PlatinumGames ha encontrado el punto exacto entre la velocidad y el control, ofreciendo uno de los sistemas de combate más precisos de los últimos años dentro del género.
El título mantiene la filosofía clásica de la saga: un juego difícil, que no perdona errores y que te obliga a mejorar de forma constante. Pero esta vez lo hace con una curva de aprendizaje más suave, lo que permite a los nuevos jugadores adaptarse antes sin renunciar a la exigencia. Los reflejos, la lectura del enemigo y la gestión del espacio son esenciales, y cualquier distracción puede costarte caro.
Entre las novedades más destacadas está el ninjutsu de vínculo de sangre, una mecánica que permite transformar tus armas en mitad del combate, otorgando un abanico táctico más amplio y visualmente espectacular. También regresan técnicas icónicas como el Salto de Izuna o la Golondrina voladora, que han sido reanimadas con animaciones mucho más fluidas y un peso de impacto superior.
Los enemigos son variados y desafiantes: ninjas cibernéticos, criaturas demoníacas, soldados con armaduras pesadas y jefes de gran escala que exigen precisión y paciencia. En ese sentido, el diseño de niveles se equilibra bien entre secciones cerradas de combate intenso y zonas algo más abiertas que invitan a explorar, buscar mejoras y perfeccionar tus habilidades.
El sistema de dificultad es otro gran acierto. Desde el modo Hero, pensado para principiantes, hasta el modo Master Ninja, cada nivel ofrece una experiencia adaptada al jugador. Puedes ajustar la dificultad sobre la marcha, algo que facilita experimentar sin penalizar el progreso. Y eso es clave, porque el juego no busca castigarte: busca que aprendas, que domines sus sistemas y que, cuando derrotes a un jefe tras varios intentos, lo sientas como un logro personal.
El único punto flaco sigue siendo la cámara, un viejo enemigo de la saga. En ciertos combates cerrados, especialmente con varios enemigos en pantalla, puede llegar a jugarte alguna mala pasada. No es un fallo grave, pero sí algo que rompe la fluidez en momentos puntuales. Aun así, el control responde con precisión quirúrgica, y la sensación general es de plena satisfacción jugable.
Ninja Gaiden 4 quizá no inventa la rueda, pero sí la pule hasta hacerla brillar. Combina los buenos que dejo el Team Ninja con el buen hacer de PlatinumGames para ofrecer una experiencia de acción que no solo respeta su pasado, sino que marca el camino a seguir para el género hack and slash en la actual generación.
Duración
En mi caso, la primera partida me duró 17 horas, un tiempo que habla por sí solo de la densidad del contenido y del ritmo tan medido que tiene la campaña. Ninja Gaiden 4 no sé dedica exclusivamente a ofrecer acción constante (casi siempre); también da espacio para dominar las mecánicas, descubrir secretos y perfeccionar cada técnica.
La curva de aprendizaje está bien medida. Empieza accesible, pero pronto exige dominar bloqueos, esquivas, contraataques y combos avanzados. Es un juego difícil, pero justo, y cada victoria se siente merecida. Además, como título Xbox Play Anywhere, permite guardar el progreso entre consola y PC usando el mismo perfil, un detalle excelente para quienes alternan entre diferentes máquinas o dispositivos.
Conclusión
Esta cuarta entrega es mucho más que el regreso de una saga mítica: es una declaración de intenciones. PlatinumGames y Xbox han conseguido devolver al ninja más famoso del videojuego al lugar que merece, con una entrega que equilibra brutalidad, técnica y respeto por su historia.
La combinación de combate directo y visceral, junto a la profundidad mecánica y un apartado técnico notable, convierte a esta cuarta parte en una de las mejores experiencias de acción de los últimos años. No hay nada casual en su diseño: cada enemigo, cada ataque y cada animación están pensados para ofrecer una sensación de control total, algo que muy pocos juegos consiguen transmitir.
Más allá de su fantástico rendimiento en Xbox Series X, lo realmente destacable es su versatilidad. Poder jugarlo en la ROG Xbox Ally X es una experiencia genial, que demuestra que Ninja Gaiden 4 ha sido concebido con una visión moderna, pensada para adaptarse a diferentes formas de juego sin perder calidad. Es un título que se disfruta tanto en pantalla grande como en formato portátil, y que no compromete ni un solo aspecto técnico.
Es un juego exigente, sí, pero también justo. Y, sobre todo, es una experiencia que te devuelve esa sensación de orgullo tras dominar un combate complicado, algo que define la verdadera esencia de Ninja Gaiden. Por todo ello, Ninja Gaiden 4 es una de las mejores sorpresas del año, un título que no solo revive una franquicia legendaria, sino que la eleva a un nuevo estándar dentro del género de acción. Si eres amante de los desafíos, del combate técnico y del estilo japonés más puro, este juego es imprescindible.
El ninja ha vuelto, y lo ha hecho mejor que nunca.
* Agradecemos a Xbox España el material ofrecido para realizar este análisis.
-
Apartado Técnico92/100
-
Jugabilidad94/100
-
Duración92/100
Lo bueno
- Un combate impecable
- Rendimiento excelente: en Xbox Series X se mantiene estable incluso en las batallas más intensas, y en la ROG Xbox Ally X
Lo malo
- La cámara sigue fallando: en algunos combates cerrados puede dejarte vendido
- Curva de aprendizaje dura: incluso en modo Hero, las primeras horas pueden ser duras si no estás familiarizado con la serie








