Analizamos para Xbox One el adictivo Nidhogg 2, una aventura para jugar solo o en compañía.
Echa un vistazo a estos otros análisis
- Análisis de STALKER 2: Heart of Chornobyl – Brutal, realista y único
- Análisis de Dragon Quest III HD-2D Remake – El regreso de un clásico atemporal
- Análisis de Death Stranding: Director’s Cut para Xbox Series – Un auténtico juego de culto
No te pierdas nada y ¡Síguenos en Google News! |
Nidhogg 2 es un alocado y despiadado juego de enfrentamientos con armas blancas 1 contra 1, en el que te harás valer de tus reflejos y tu estrategia para llegar a la meta. Los chicos de Messhof lanzaron la primera entrega de este juego allá por 2014. Rápidamente se fue convirtiendo en un fenómeno de masas del que todos hablaban, gracias sobre todo a sus divertidos enfrentamientos 1 contra 1. Quien más quien menos conocía a alguien que lo había jugado y que contaba entre risas, el buen rato que le había hecho pasar un juego tan sencillo como ese.
No fue de extrañar que en 2017, tras esa oleada de premios y buenas críticas, apareciese esta segunda parte. Pese a que Nidhogg 2 es el primero de los dos juegos que llega a consolas Xbox One, después de leer este análisis entenderás que salvo por melancolía o coleccionismo, tampoco hacía falta que llegase el primero a estas alturas del 2018.
Apartado Técnico
El aspecto gráfico del primer Nidhogg era simplemente dos siluetas en 2D de diferente color con sendos floretes, que se batían en duelo en varios niveles alargados con fondos coloridos pero muy sencillos. No había más gráficamente. Y es algo curioso, porque esa simpleza acabó siendo uno de las piezas angulares del inesperado éxito de Nidhogg. La gente no necesitaba más, y al ver esas siluetas de colores ya sabían que se trataba del alocado videojuego de esgrima de Messhof.
Pero el estudio tenía otra cosa en mente para su secuela. Para Nidhogg 2 apostaron, pese a las críticas de su legión de fans, por cambiar drásticamente el estilo artístico del título para tratar de hacerlo más vistoso. Eso sí, buscando en el proceso su propia personalidad. Para ello contrataron a Toby Dixon. Un reconocido artista Pixel Art por sus grotescos diseños que venía ni que pintado para la idea que tenían en mente los chicos de Messhof.
Pasaron de simples siluetas a tener formas voluptuosas, como hechas de barro o arcilla de colores. Sus caras y muecas cómicas, sus ojos saltones y pinta entrañable chocan bastante con esa ausencia de detalles que tenía el juego primigenio, pero le siguen ofreciendo mucho carisma a este juego, sin perder su clásico toque gore. Cortar cabezas de un espadazo, ensartar con el florete y llenar todo de sangre al patear a tu contrincante en el suelo está al orden del día en Nidhogg, entre otras muchas otras formas de abrirse camino hacia la victoria.
Las animaciones también son muy importantes en Nidhogg 2. Son muy, pero que muy sencillas, pero todas y cada una tienen una vital importancia en las mecánicas del juego. Por lo que tienen que ser animaciones ágiles y bien definidas. El juego de Messhof no defrauda y además el frame rate acompaña perfectamente tanto en local como en las partidas en línea que hemos jugado, utilizando para ellos una Xbox One X.
Los efectos sonoros no son nada del otro jueves, pero recrean bien todas las armas que se pueden usar y y no se hacen demasiado repetitivos como en otros títulos de carácter modesto. Mención especial a los temas de la banda sonora creada por nombres de la talla de Mux Mool, Daedelus o Doseone entre otros. Que le dan un toque de frenetismo extra a los enfrentamientos a vida o muerte de este Nidhogg 2.
Jugabilidad
La jugabilidad es el pilar más importante en Nidhogg 2. Es muy curioso ver cómo han conseguida que una cantidad tan ínfima de mecánicas consiga enganchar tanto al personal. Para ello trataron que cada pequeño detalle contase y tuviese una vital importancia en cada enfrentamiento. Como hemos dicho Nidhogg 2 es un juego que trata de recrear con muy poco, las mecánicas de la lucha con varios tipos de espadas, para hacer el juego ágil y rápido. Los que conozcáis un poco de esgrima, sabéis que es un deporte de estrategia, pero no choca para nada con ese factor de agilidad y rapidez que pretenden desde el estudio de Messhof. En el esgrima hay que puntuar muchas veces para ganar, pero aquí tendrás que ir abriéndote camino matando a tu rival una y otra vez hasta que consigas llegar a la meta.
Para matar a tu rival tienes que agudizar tus sentidos y ser de reflejos rápidos, aparte de ser muy astuto a la hora de elegir tu estrategia según las armas que tengáis tanto tú como tu rival. En el primer Nidhogg sólo se usaban floretes, pero para este nuevo título, las posibilidades crecen exponencialmente al poder elegir entre varias armas. Que van desde un cuchillo, una espada a dos manos o incluso una ballesta entre otras armas. No son muchas la verdad, pero han conseguido que sean tan diferentes de usar, que saber cómo tienes que solventar cada situación es un arte en sí mismo.
Puedes usar una ballesta desde lejos, para evitar un enfrentamiento a corta distancia con alguien que lleve una cuchillo, pero si se es previsible, pueden desviar la flecha con tan solo adivinar a qué altura dispararás. Si disparas agachado y el contrario se agacha con su cuchillo en posición, te devolverá la flecha con fatales consecuencias si no estás atento. Esto también es efectivo a la hora de luchar con diferentes tipos de espadas o cuerpo a cuerpo, por lo que es recomendable saber qué tipo de ataques tiene cada arma, para tratar de adivinar cómo va a atacar tu rival. Si vas a pegarle una patada voladora a alguien que tiene la guardia con su florete en alto, te ensartaste tú mismo con el filo del florete, muriendo dramática y patéticamente en el acto.
Todos los movimientos son muy rápidos y casi todos son mortales de necesidad, por lo que la mejor idea es jugar al despiste y tratar de no ser previsible. También puedes desarmar a tu rival, luchar con puñetazos y patadas, coger armas caídas en el suelo o incluso lanzar tu arma al rival, Todo vale con tal de ganar en Nidhogg 2.
Duración
En esta secuela, a diferencia de la primera parte, han añadido un modo arcade, donde podremos jugar 10 niveles diferentes. La IA enemiga entraña su dificultad, pero no te debe llevar más hora y media pasarte todos los niveles. Sólo decir que los Speed Runners se pasan este modo en menos de 10 minutos y alguien con experiencia en este tipo de juegos se lo puede pasar tranquilamente en media hora. Para ser realistas no dá la talla como modo arcade, así que hay que tomarse este modo como un simple tutorial, para ir viendo todos los niveles y practicar con todas las armas, más que como un modo arcade en sí.
En donde no defrauda es un sus enfrentamientos en local. Donde el número de horas que se puede jugar con amigos en la misma consola es infinito gracias a lo adictivo de la propuesta de las partidas 1 Vs 1 y los torneos de hasta 8 jugadores, con rondas de enfrentamientos entre 2 jugadores. Hay que decir que mientras probamos el juego, no conseguimos ninguna vez encontrar jugador buscando partida online. Suponemos que tan sólo fue por la dificultad de encontrar gente jugado antes de haber salido el juego al mercado, ya que no encontramos problemas usando la invitación a amigos a la partida. Siendo todas las partidas online que conseguimos jugar satisfactorias y sin lag evidente.
Las opciones para cambiar las reglas de los enfrentamientos no son extensas, pero sí que cumplen su cometido de dar algo más de variedad a la propuesta. Volviendo las partidas más rápidas o más estratégicas según quieras. Nidhogg 2 también te da la posibilidad de modificar tu apariencia y género del personaje que vas a utilizar, aparte de poder desbloquear más opciones de personalización según vayas jugando.
Conclusión
Nidhogg 2, pese a las críticas, es una evolución de la fórmula que mejora en todos los aspectos a su antecesor. Su estética bizarra y colorida le dan su propia personalidad, y su afinada jugabilidad y su frenética acción, te hacen tener ganas de jugar una y otra vez. Como juego para hacer torneos entre amigos no tiene muchos rivales y es compra obligada.
Pese a ello recomendamos su compra sólo si te gusta jugar en compañía de amigos, en local (que es como más se disfruta) o si tienes pensado jugar online. Ya que el modo arcade pese a ser divertido, no tiene mucho más que ofrecerte que varias partidas tratando de pasarlo más y más rápido. Algo que con práctica acabarás consiguiendo en menos de media hora y perderá su aliciente enseguida.