Análisis de Neon Blood – Puro Cyberpunk pixelado

Unos cuantos pixels más que el Super Mario original y tenemos una futurista aventura Cyberpunk detectivesca. Un trabajo genial.

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Un futuro demasiado futurista, corporaciones dominando el globo, una clase media totalmente desaparecida y muchos neones. Estamos en un momento en el que es fácil diferenciar un juego que se mueve en una ambientación Cyberpunk de otro. Pero si para colmo su título contiene la palabra «Neon» y el protagonista lleva tremenda cazadora con los bordes iluminados en azul eléctrico, pues no hay ninguna duda. Y en este caso (pongo la mano en el pecho), viene de un estudio español, Chaotic Brain Studio, con muy buen gusto, por cierto.

Neon Blood es un título indie Cyberpunk que parece fundamentalmente un RPG pixelado, pero que parece acercarse más a lo que sería una aventura gráfica tradicional que al género de rol, del cual coge prestados elementos como un combate por turnos muy light, pero que no se avergüenza en ofrecer algún que otro espectacular Quick Time Event que te pillará totalmente desprevenido. De hecho, por momentos, parece que no termina de sacarse cosas de la chistera, como los fragmentos de cinemáticas hechas con animación, muy breves, pero de mucha calidad.

En este caso, el tipo de la tremenda cazadora se llama Axel McCoin, y es un detective de policía de la ciudad de Viridis, la cual, por supuesto, tiene su ración postapocalíptica, que es normalmente la causante al mismo tiempo de su grandeza tecnológica, de la decadencia de la misma, en la que las muertes, los aumentos cibernéticos y los excesos están a la orden del día. Unos asesinatos nos llevarán por un camino en el que el protagonista va descubriendo que tiene una relación más estrecha de lo que imaginaba, hasta el punto de ser totalmente revelador para su existencia… y hasta aquí podemos leer, porque, por suerte, la historia, aunque algo previsible, más por su corta duración que por otro motivo, es bastante interesante.

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Apartado técnico

No hace falta ser muy observador para ver que Neon Blood hace uso de un Pixel Art que baña todo el conjunto, combinándolo con escenarios en 3D de baja resolución que contrastan con los personajes y que al mismo tiempo se ve unificado gracias a una excelente iluminación. El resultado es muy llamativo y prácticamente el mejor motivo para aventurarnos en este Neon Blood, que cuenta con muchas virtudes y pocas sombras. 

Porque los personajes están construidos con una cantidad tan baja de píxeles que sorprenden por lo bien que representan lo que necesitan, demostrando un diseño exquisito en ese sentido, tanto, que cuando podemos ver los fragmentos de animación, nos alegra mucho ver el parecido que tienen.

En relación con el sonido, el estudio apuesta por melodías más cercanas a un videojuego clásico, con tonos muy estilo 16 bits, que si bien pegan en el conjunto, se me han antojado poco inspiradas, lo cual, junto a las pocas localizaciones con las que cuenta el título, pues tenemos uno de los problemas principales del mismo, la escasez. 

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Jugabilidad

Sabemos que cuando lo bueno es breve, dos veces mejor, pero en este caso, este tipo de aventura creo queríamos algo más extenso y que nos llevara por algún caso de asesinato más, un desarrollo mayor del propio lore del universo cyberpunk construido o incluso personajes con una personalidad más trabajada. No obstante, entrando algo más en materia, volvemos a señalar que Neon Blood es esencialmente una aventura gráfica con varios componentes extraídos sabiamente de otros géneros, cuyo conjunto funciona.

El agente McCoin podrá explorar los escenarios encontrando pistas para resolver los asesinatos, pero más allá de buscar probando, no hay ninguna mecánica que entrañe dificultad en este sentido, ni siquiera de manera lineal, como sucede con «Nobody Wants to Die», la historia sigue su curso y muchas transiciones se hacen sin mayor complicación, yendo en muchas ocasiones lo que se puede decir «al grano», aunque el guion está muy bien construido y junto a la ambientación te motivan para seguir averiguando más sobre la trama.

Con respecto a los combates, Neon Blood propone un estilo por turnos, muy JRPG, que es muy efectivo, pero al mismo tiempo sencillo y ninguno de ellos nos ha sido de gran dificultad o ha requerido más estrategias que no sean curarte antes de que te maten y hacer el mayor daño posible. Durante el propio desarrollo iremos incorporando mejoras automáticamente sobre los aumentos de nuestro personaje, pero no serán en la práctica muy relevantes, pues también los enemigos mejorarán sus stats.

Todo lo que busques más allá de esto, no lo encontrarás, pues el combate no deja de ser algo vistoso, pero también aparentemente anecdótico, de la misma manera que aparecen los QTE, muy espectaculares, evidentemente sencillos de ejecutar, pero también como un complemento más de la aventura que como algo esencial para el desarrollo de la misma.

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Duración

Si bien en otros títulos encuentro que tener una corta duración es una virtud, y, de hecho, agradezco igualmente que este lo sea por mi back log mayormente, sí que me hubiera gustado que se tomara más tiempo en general para todo. La estética de Neon Blood merece un combate más trabajado, con varios personajes, más variedad y, por supuesto, más tiempo para presentar su mundo, que siempre es de agradecer. Las aproximadamente 5 horas de duración se nos antojan escasas para desarrollar todo lo que les hubiera gustado y no les echo la culpa por tener una cierta ambición, pero si te vas a quedar corto, mejor céntrate en lo que sí puedes desarrollar a gusto.

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Conclusión

En definitiva, Neon Blood es un juego que sin duda es visual y artísticamente llamativo. La combinación de su estética pixel art con el 3D de los escenarios es sublime e incluso el argumento es interesante, pero todo se desarrolla demasiado rápido, casi como si lo anterior dejara de tener interés suficiente. Los combates son demasiado sencillos o simples, y no ofrecen motivación más allá de ser otro trámite en pos de la propia historia, lo cual podía haberse mejorado añadiendo acompañantes o incluyendo una cierta estrategia en los mismos.

Entiendo el objetivo de no entorpecer el desarrollo de la historia, pues precisamente por eso prefiero definirlo como una aventura cyberpunk detectivesca y al mismo tiempo, veo en esos elementos un más que posible y espero que futuro Neon Blood 2. Potencial hay de sobra, desde luego.

*Gracias a Meridiem Games por habernos proporcionado el material para la review.