Necromunda: Hired Gun usa el universo Warhammer 40.000 para ofrecernos un trepidante FPS de acción con interesantes toques de personalización.
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Muchos ya lo sabíais, pero de nuevo toca confesar que soy un fanático de los shooters. Es cierto que ahora que mi tiempo es limitado, ni me da para pasarme todos los shooters que salen, ni tampoco quiero perderme otro tipo de juegos de más calidad. Pero hubo una época oscura donde mi antiguo PC se tragaba todos y cada uno de los FPS que salían. Eso me llevó a disfrutar de muchas joyas y casi puedo afirmar que era muy complicado encontrar juegos mediocres en este género. Todos y cada uno de ellos acababa brillando de manera particular, pero Necromunda Hired Gun engrosará este listado de una manera discreta.
Y es que a pesar de mi opinión, el título de Streum On Studio en asociación con Focus Interactive, se ha presentado con una capa de título AA de alta calidad. Unos buenos trailers, una mejores capturas y la seguridad de tener la bendición de Games Workshop y el sello de Warhammer 40.000, que título a título se ha labrado la reputación de ser una de las franquicias capaces de darnos suficientes garantías en casi cualquier tipo de juego.
Necromunda Hired Gun utiliza inteligentemente el universo en el que se basa y la localización para ofrecernos una experiencia bien elaborada a nivel artístico, que nos lleva a encarnar a un Cazarecompensas y a realizar su trabajo en Necromunda, una de las “ciudades nido” que concentran grandes recursos y por tanto, cientos de miles de almas viven allí para sacar tajada de ello. Al comienzo, nuestro protagonista perderá a su equipo y un misterioso personaje le pondrá en apuros, lo que le lleva a… pensar en el siguiente encargo. La trama es prácticamente irrelevante y aunque el título se esfuerza en que la sigamos, vuelca todo su esfuerzo en su jugabilidad y en el concepto de ganar más dinero para seguir mejorando nuestro personaje para poder enfrentarnos con garantías a la siguiente misión.
Aunque tiene algunas particularidades que comentaremos, es evidente que el tono general que estoy usando es de decepción. Porque, con el permiso de Cyberpunk 2077, en 2021 parece que seguimos viendo títulos rotos desde un inicio y que después de una semana de lanzamiento no tienen un arreglo rápido. Necromunda Hired Gun es divertido, dinámico, visualmente atractivo e interesante con su precio reducido, pero una capa de problemas técnicos nos alejan rápidamente de esa experiencia hasta el punto de derribarla por completo.
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Apartado técnico
Solo con ver las capturas lo deduciréis rápidamente: Necromunda Hired Gun es el típico caso de juego bonito siendo feo. Es decir, los escenarios son opresivos, llenos de metal oxidado, sangre, etc… pero curiosamente todo parece hacer clic con su lograda estética. La impresión general es de buena calidad gráfica y no podemos negar que tiene algunas capturas espectaculares a nivel de iluminación o la propia geometría de los diseños.
El título, a pesar de estar optimizado para Xbox Series X|S, no termina de funcionar bien en ellas, así que no digamos de Xbox One, donde sufre incluso más. En Series X, donde lo hemos analizado, el título cuenta con una resolución 4K y 60 fps, pero ni parece llegar a esa resolución ni mantiene bien la tasa de imágenes por segundo, que además de resentirse, cuenta con varios problemas que podrían solucionarse – o al menos así lo entiendo yo- rápidamente con un parche.
El primero de ellos, el más importante y no salvable, afecta directamente al apuntado, pues al moverse, el juego hace un efecto de ghosting extraño muy incómodo a la vista, lo que no sólo afecta a nuestro apuntado o la jugabilidad del título, si no que también nos cansa en demasía haciendo que hagamos un sobreesfuerzo físico. El segundo es que conforme iniciemos el juego, los valores de sensibilidad de apuntado del mando son altísimos y hacen el juego casi incontrolable. Es cierto que mejora mucho cuando los bajamos y no tengáis miedo de hacerlo, pero igualmente se notan problemas en el manejo con el mando y al autoapuntado, que es demasiado agresivo, pero sin el cual, es complicado también jugar.
Esos son los más importantes, que si bien no dejan de ser dos problemas fácilmente solucionables, afectan gravemente a la jugabilidad. Pilar donde precisamente se sustenta Necromunda Hired Gun. De poco sirve tener un sistema de recompensas, mejoras, etc.. si resulta algo tortuoso terminar cada una de las misiones, única manera de obtener créditos.
Teniendo en cuenta el claro origen indie del título a pesar de ser un título de Warhammer 40.000, la verdad es que artísticamente es muy acertado e incluso algunos escenarios tienen un nivel de detalle brutal, casi con un aspecto muy next-gen, pero todo queda empañado por estos problemas técnicos que nos impiden ver más allá de ellos y admirar este pequeño gran caos que es Necromunda y el caótico diseño de sus mapeados, que si bien nos ha sorprendido lo poco tradicionales que son algunos, la repetición de las secundarias sobre los mismos, harán que nos aprendamos cada uno de los rincones.
En mas de un enfrentamiento disfrutaremos de música de la buena para este tipo de acción frenética. Un poco de guitarreo extremo para no perder el hilo de la batalla y darle un punto que muchos han normalizado durante estos últimos años y DOOM ha perfeccionado en sus últimos dos títulos. En ese sentido, Hired Gun sabe lo que se hace, y lo hace bien. El título está traducido al castellano, pero con voces en inglés.
Jugabilidad
De nuevo, sale DOOM a la palestra, pues la fórmula magistral de su versión de 2016 perfeccionada por Eternal, ha servido sin duda de inspiración para el gameplay de Necromunda Hired Gun que a su vez aporta sus propias reglas personalizadas. Y es que si bien tenemos que poner muchas MUCHAS comillas a una posible comparación entre la obra maestra del shooter que es DOOM y este, si que podemos afirmar tranquilamente que tanto la dificultad, la necesidad de estar en constante movimiento y la sensación general de su gunplay está claramente inspirada en este y cualquiera de vosotros la puede tener de referencia.
Sin embargo, como hemos comentado, Necromunda Hired Gun pone también sus propias normas que creo que de manera errónea aplica en los primeros instantes de la aventura. Y es que el sistema de juego del título sin llegar a volcar un sistema de niveles sobre el jugador, si que depende directamente del farmeo de armas, la búsqueda continua de nuevas que hagan más daño y en definitiva sean mejores y de unas mejoras biónicas que proporcionaran una buena gama de habilidades adicionales, como poder lanzar misiles dirigidos desde nuestras manos (al más puro estilo The Mandalorian), poder atacar con nuestro cuchillo en modo Berserker haciendo un daño extremo o pudiendo ralentizar a nuestros enemigos con sentidos agudizados.
Es solo un ejemplo de las habilidades que podremos obtener y mejorar, además de nuestra armadura, visión, apuntado, temblor, etc… que digamos en un momento más avanzado de la aventura el propio manejo de nuestro cazarecompensas será muy diferente, convirtiéndose en un cabrón duro de matar y muy versátil que si lo acompañamos de un buen armamento causará el caos en cualquier misión. Por si fuera poco, tendremos la ayuda de nuestro Mastín, que con un par de mejoras se convertirá rápidamente en nuestro Cybermastín. Y curiosamente le pasa lo mismo que a nuestro personaje, al principio casi no tendrá sentido su uso más allá de detectar rápidamente a todos los enemigos de mapa, pero después será capaz de derribar a casi cualquier enemigo.
Si os pensabais que nuestro arsenal se quedaba ahí, estáis equivocados. También podremos correr por las paredes, hacer un impresionante doble salto para poder subir por cualquier sitio (con animación de subir bordillo incluida, lo cual es muy útil) y la joya de la corona, un gancho que no solo nos permitirá engancharnos de casi cualquier lado y movernos rápidamente, si no también quitarle el escudo a los enemigos. Por supuesto, para mejorar, conseguir, comprar, adaptar y lo que se nos ocurra, tendremos que tener pasta. Los créditos mandan y son los que nos permiten poder avanzar. Si no inviertes bien, es posible que lo pases mal en tu próxima misión, aunque siempre tendremos la oportunidad de cumplir alguna que otra misión secundaria en el hub de Martyr’s End, la base de los Cazarecompensas, donde podremos hablar con los mercaderes, adquirir mejoras y seleccionar nuestro próximo objetivo.
Lo que no hemos terminado de entender es porque no tenemos acceso a un inventario “on the fly” para poder elegir con más exactitud nuestro armamento, ya que la gestión del mismo, y los múltiples accesorios que podemos conseguir para multiplicar recompensas, aguantar más daño – o hacer más daño en el caso de armas – solamente se podrán gestionar al principio y al final de cada una de las misiones, algo que aún no me explico o he podido justificar con una coherencia por parte de los creadores. Para terminar y de la misma manera, nuestras armas también serán personalizables, con mejoras para boquilla, miras, cargador, etc.. que podremos de nuevo comprar a placer por un módico precio. Sin embargo, la calidad de las armas o como las iremos encontrando si que depende de nuestro progreso en las misiones principales, por lo que recomendamos que mínimo hagamos hasta la tercera para poder tener más variedad de armamento, que al principio será muy parco pero pronto se nos abrirá un enorme abanico de opciones.
Duración
Son unas 12 horas lo que nos ha durado las misiones principales y algunas secundarias que hemos probado (sufrido, gracias a los problemas técnicos antes mencionados), y lo cierto es que ójala pudiera haberlo estirado más. Los cofres que puedes encontrar en cada fase son interesantes de encontrar por el loot que ofrecen, que te dan un boost importante de cara a la próxima misión, por lo que conviene si tenemos dinero, comprar los «mapas del tesoro» que nos señalarán los cofres para abrirlos.
También se puede alargar estas horas si optamos por subir el nivel de dificultad, ya que a mayor dificultad, mayor la recompensa y ojo, porque Hired Gun se puede complicar bastante. Las misiones secundarias quedan divididas por su dificultad, pero son extremadamente repetitivas y parecen que generan casi aleatoriamente a los enemigos de forma continua hasta que no resolvamos los objetivos, lo cual las hace ridículamente difíciles para la recompensa que ofrecen. A lo que la horrible IA de los enemigos tampoco ayuda, precisamente.
Conclusión
La conclusión más evidente de Necromunda Hired Gun es que es una pena. Las dificultades técnicas son fácilmente solucionables, pero que desaniman a cualquier jugador a empezar una partida, siendo lo más recomendable esperar a un primer parche que arregle el apuntado y el extraño ghosting. Ya que la jugabilidad queda afectada directamente y el título basa su diversión en ella, los motivos para recomendarlo decrecen hasta niveles insalvables.
No obstante, son palabras que escribo con pena, porque Hired Gun podría haber sido (en consolas, al menos) un divertidísimo título de media tabla de los que no se olvidan y exprimimos al máximo. Gráficamente es impactante, su jugabilidad muy dinámica con la tremenda movilidad de nuestro personaje y trata el universo Warhammer 40.000 con gran maestría, pero su condición indie frena mayores posibilidades y los insalvables problemas técnicos defenestran su lanzamiento. Esperemos que al menos se pueda acabando jugar bien en consola, os aseguro que si es así, un artículo futuro estará enlazado aquí con las bondades y sensaciones «after-patch».