Análisis de Metaphor: ReFantazio – Hay un nuevo rey en los JRPG

Analizamos Metaphor: ReFantazio, la nueva IP de los creadores de los Persona modernos que da un salto adelante dentro de los JRPG y se corona como uno de los mejores juegos del género y del año.

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Hace casi veinte años entraba a formar parte del equipo de desarrollo de la saga Persona Katsuro Hashino, quién tomó el rol de director de una franquicia a la que le dio el empujón que necesitaba para pasar de ser algo alternativo a ser el referente del género. Alguien que dirigió los fantásticos Persona 3, 4 y 5 y que guio al ahora denominado P-Studio hacia su máximo potencial.

Pero en 2017 saltaba la noticia de que tras catorce años abandonaba el estudio para seguir su propio camino. Aprovechando su influencia dentro de Atlus y Sega, convención a ambas compañías de crear un nuevo estudio desde cero mientras que P-Studio se reformaba con nuevos dirigentes. Así nació Studio Zero, donde Hashino reunió a todos los miembros de su círculo cercano para crear una experiencia totalmente nueva: Metaphor: ReFantazio.

Un título que ha mantenido un perfil bajo durante los siete años de desarrollo, siendo mostrado solamente en los compases finales antes de su lanzamiento. Un juego para el que quisieron crear un RPG ambientado en un mundo fantástico, alejado de los ambientes escolares que caracterizaron sus juegos de Persona. Con ello en mente, han creado un juego que, aunque tiene elementos similares que nos recuerdan constantemente a la saga Persona o a Shin Megami Tensei, los máximos exponentes del género dentro de Sega, no sabríamos como encajarlo dentro de uno u otro.

Porque si algo consigue Metaphor: ReFantazio es labrarse su propio camino, crear una identidad única y propia que no nos resulta extraña. Un nuevo mundo que explorar a los mandos de un protagonista que busca su lugar y al que guiaremos con ayuda de Gallica, un hada acompañante que nos irá descubriendo las normas y leyes de un mundo cruel, donde el racismo impera. 

Porque el mundo fantástico de Ucronia es un mundo dividido en ocho razas o tribus, donde algunas son discriminadas solo por ser diferentes. Una racialización que centra parte de los conflictos del juego (nuestro protagonista pertenece a los Elda, una de las tribus más marcadas) que nos demuestra que estamos ante una historia madura, con temas políticos y raciales. Un tapiz muy interesante que nos presenta un mundo muy rico, lleno de detalles y matices. Un Worldbuilding impresionante que sirve para tejer una historia profunda y rica, con personajes muy marcados y bien desarrollados.

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Apartado técnico

Metaphor: ReFantazio cuenta con uno de los apartados artísticos más bonitos que recuerde. Una mezcla entre cel-shading y trazos de acuarelas que dan como resultado unos paisajes y entorno únicos, llenos de detalles. Esto incluye las grandes ciudades del juego que, aunque no son demasiadas, si cuentan con varias zonas y nos dejan la sensación de estar vivas. En línea con esto nos encontramos con los personajes, tanto principales como secundarios, que cuentan con diseños únicos y muy bien planteados. Además, cada tribu se sienta única y, aunque algunos modelos se repitan dentro de la misma, nos deja con una gran sensación de variedad.

También queremos destacar el diseño de los enemigos, especialmente de los Humanos, unas criaturas monstruosas a las que debemos hacer frente a lo largo de la historia. Estas son creaciones totalmente fascinantes, con un diseño claramente inspirado en las obras de El Bosco y, especialmente, en El Jardín de las Delicias. 

Ahora, el único punto negativo que contrasta con el magnífico apartado artístico es el propio apartado técnico, donde se nota que el motor usado cuenta ya con varios años a sus espaldas y no saca todo el rendimiento que podría a las nuevas consolas. Esto lo notamos sobre todo en aspectos como rostros inexpresivos, escenarios con animaciones robóticas o, en líneas generales, NPC con poco movimiento por los escenarios. 

Por lo demás, salvo alguna caída de FPS en momentos muy puntuales, el juego funciona perfectamente en Xbox Series X (consola en la que lo hemos analizado), con un rendimiento a 4K y con todo lo que esperamos de un juego de 2024: Quick Resume, tiempos de carga reducidos, etc.

Por otro lado, la BSO es algo sencillamente espectacular. Compuesta por el genio Shoji Meguro encontramos temas de corte épico con unos coros impresionantes que saben acompasar cada momento. Melodías únicas que nos quedan grabadas en la memoria y con las que nos podemos pasar horas en los menús (que cuentan con un diseño también a la altura).

Por último, quisiéramos mencionar que el juego llega totalmente traducido al castellano. Una localización perfecta en forma de textos, bien adaptados y que acompañan al doblaje en inglés o japonés a la perfección. Sin duda, una buena noticia que juegos de este calibre y duración cuenten con traducción de lanzamiento, algo que hace unos años era prácticamente impensable.

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Jugabilidad

Una de las influencias de Persona más evidente es su fórmula jugable. En Metaphor: ReFantazio encontramos dos apartados bien diferenciados. La primera de ellas es el aspecto social, donde deberemos gestionar el tiempo y decidir que hacemos cada día y noche. Seguimos teniendo un calendario y unas fechas concretas para completar objetivos de la historia principal, pero tenemos total libertad para avanzar por el calendario como queramos. Al estar en un mundo de fantasía, tenemos una aserie de actividades muy diferentes que nos permiten no solo conseguir nuevos vínculos sociales, sino también mejorar en los aspectos de virtudes reales.

Podremos contemplar la ciudad, escuchar historias de tiempos pasados y culturas, participar en debates políticos, apoyar causas benéficas… Un sin fin de opciones permitirán crecer a nuestro protagonista en las diferentes estadísticas sociales. 

Además, Metaphor: ReFantazio incluye un elemento novedoso: el surcador acorazado. Algo esencial para movernos por Ucronia y que nos permite llegar a nuevas ubicaciones. Un viaje que consumirá algunos días del calendario, por lo que hay que tenerlo en cuenta y planificarlo bien, pero que cuenta con sus propias actividades para que no «perdamos el tiempo». Este surcador funciona como las habitaciones de estudiantes de la saga Persona, donde podremos hablar con nuestros compañeros de equipo o realizar algunas actividades especiales que nos otorgarán más puntos para subir las virtudes reales.

Por último, encontramos uno de los cambios más significativos dentro de la fórmula del estudio y es que en las conversaciones ya no hay respuestas que afecten a la relación con los personajes, sino que en su lugar dar las respuestas indicadas nos otorgará MAG (una de las monedas del juego). Esto nos ahorra mucho tiempo, ya que nos permite subir por igual cualquier relación social, sin buscar una guía o con la fórmula del ensayo y error hasta que descubríamos la respuesta indicada para cada conversación. 

Una serie de mejoras en la parte más social que, una vez más, es fundamental y afecta a la faceta RPG del juego, que nos llevará a explorar diferentes mazmorras de Ucronia, derrotar enemigos y luchar en combates por turnos. El diseño de mazmorras está muy bien conseguido, siendo las principales una auténtica gozada con variaciones únicas entre sí. Porque en su mayoría no será solo recorrer salas y derrotar enemigos, sino que en varias de ellas tendremos alguna mecánica única, como fases con tiempo límite, niveles de sigilo, persecuciones o resolución de puzzles.

En cuanto a las secundarias están tienen un tamaño mucho más reducido, aunque también son únicas y desarrolladas por completo de manera individual. Es decir, no encontramos una generación procedural de la Tórre Tártaro de Persona 3 Reload, por ejemplo.

En nuestro recorrido por cualquier mazmorra nos encontraremos con diferentes enemigos en el mapa a los que podremos atacar en tiempo real con el arma de nuestro protagonista. Esta es, sin duda, la gran novedad en el gameplay de Metaphor, por que agiliza mucho los combates y da opciones muy amplías a nuestra estrategia. Este sistema tiene dos puntos: si el enemigo es más débil que nosotros y tiene menor nivel lo derrotaremos al momento y obtenemos los beneficios asociados a derrotarlo (exp., dinero, MAG, etc). Si por el contrario tiene igual o mayor nivel a nosotros, le vaciaremos la barra de aguante y podremos atudirle, entrando entonces al combate por turnos con una importanje ventaja: atacar primero y el enemigo aturdido sin poder atacar en su primer turno.

Eso sí, los enemigos no se quedarán quietos esperando a ver como les atacamos, sino que irán a por nosotros y si nos golpean, empezará el combate a su favor. Y este es el momento en el que entra en juego el botón de esquivar, con el que rodaremos por el suelo evitando el ataque enemigo. Esto no quiere decir que el juego se convierta en un ARPG, nada más lejos de la realidad. Más bien es un añadido que complemente a los combates por tunos, la esencia de Metaphor: ReFantazio, que tambien sirve para mostrarnos como nos vamos volviendo más fuertes a medida que avance el juego.

Hablando del sistema de combare por turnos, encontremos elementos que nos resultan muy reconocibles. Por ejemplo, el sistema de debilidades, que en este título nos otorgará acciones extra, por lo que será fundamental atacarlas. El sistema se sigue basando en el Press Turn visto en la saga Shin Megami Tensei, pero con elementos propios, como los ataque síntesis, una unión de dos personajes que combinan sus fuerzas y acciones para desatar una auténtica oleada de daños a los enemigos.

El resultado no podría ser más satisfactorio, siendo uno de los mejores creados nunca. Intuitivo y con el nivel de complejidad indicado para que sea necesario calcular cada movimiento. Pasar turno, defenderse, curar o atacar en el momento indica es más vital que nunca, consiguiendo con todo un ritmo frenético en los combates.

Dentro de todo este sistema lo que más destaca son los Arquetipos. Para entendernos, estos funcionan como las Personas o los trabajos en Final Fantasy: permiten que los personajes puedan utilizar diferentes magias y habilidades en combates. Pero su funcionamiento va mucho más allá y es más complejo a la vez que completo.

Primero debemos entender su funcionamiento. Como decíamos, debemos pensar en estos arquetipos como los trabajos de un Final Fantasy clásico, de modo que si equipamos a nuestro protagonista con el arquetipo de mago, usará una vara como arma y lanzará hechizos ofensivos. Si lo hacemos con el arquetipo de sanador, se convertirá en el healer del grupo con hechizos enfocadas en la sanación y recuperación de puntos de vida, además de lanzar conjuros de luz. E igual con arquetipos como el Luchador, Guerrero, Pistolero… cada uno enfocado en un aspecto (fuerza bruta, ataque a distancia, efectos negativos,…) y centrados en un arma de ataque. 

Esto estará disponible para todos los personaje de nuestro grupo, lo que nos da una gran libertada la hora de formar nuestras formaciones. Obviamente hay personajes que por sus estadísticas (que aumentan cada vez que subimos) están más centrados en un rol que en otro, pero tenemos total libertad para usar el arquetipo que queramos. Algo esencial, ya que no solo nos darán habilidades y magias para atacar las debilidades de los enemigos, sino que también nos ofrecerán sus fortalezas y debilidades propias. Por si fuera poco, también contamos con la posibilidad de heredar habilidades de un arquetipo a otro, lo que nos permite crear configuraciones únicas.

Con todo ello, tenemos un sistema que ofrece muchas posibilidades y un grado muy alto de personalización. En total, tenemos más de veinte arquetipos que podemos desbloquear y mejorar hasta el nivel 20 cada uno. Según los vayamos subiendo, iremos aprendiendo nuevas habilidades y efectos pasivos que aumentan su potencial. Muchos de los arquetipos son mejoras de los anteriores, pero todos ofrecen detalles y opciones únicas que nos permiten configurar nuestra estrategia como nunca.

Así, vamos a pasar muchas horas probando arquetipos y combinaciones, subiendo niveles y buscando como encajar las piezas para cada reto y desafío que nos presente el juego. De este modo, Metaphor: ReFantazio se siente como un RPG auténtico, con decenas de posibilidades a nuestro alcance.

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Duración

Y llegamos al punto que seguro te estabas preguntando desde el principio: ¿Cuánto dura Metaphor: ReFantazio? Y, como también te imaginarás, la duración está a la altura de cualquier juego de la saga Persona. Solo completar la historia principal, yendo directo y sin dar rodeos o completar contenido secundario, tenemos un juego que fácilmente se sitúa por encima de las 70 horas.

Sin embargo, si eres de los que explora cada rincón, consigue todo lo que se puede conseguir y cumples todas las misiones, hablamos de un título que puede durar alrededor de 120 horas. Una cifra nada desdeñable y que puede aumentar aún más, ya que al completar la historia por primera vez se desbloquea la dificultad Regicidio y la posibilidad de empezar una nueva partida plus conservando parte del progreso.

Una nueva opción que, además de permitirnos disfrutar de nuevo del viaje, agrega nuevos jefes opcionales y sus correspondientes trofeos, ampliando así las horas de duración por encima de las doscientas con mucha facilidad. 

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Conclusión

Estamos ante uno de los candidatos más claros al GOTY de 2024. Así de claro y conciso, Metaphor: ReFantazio es por méritos propios uno de los juegos que debería estar en cualquier discusión acerca del cual es el mejor juego de este 2024. El nuevo título de Studio Zero, que supone su «debut» (con comillas, porque es un nuevo estudio dentro del propio equipo de Persona), es una carta de amor a los JRPG.

Especialmente porque nos permite vivir un viaje inolvidable a través de un mundo único, con personajes carismáticos y una historia para recuerdo. Un título que sabe como engancharnos al mando con un sistema de combate muy pulido y novedoso dentro del género, con un nuevo sistema de arquetipos que permite dar un gran salto adelante a la hora de personalizar y preparar nuestro grupo para el combate. Un juego que claramente coge y copia elementos de Persona, principalmente, pero no se limita solo a ello, sino que lo mejora y lleva la fórmula un paso más allá.

Como resultado de todo ello tenemos un juego sobresaliente que enamorará a cualquier fan de los JRPG. Quizás los más acérrimos a la saga Persona puedan sentir que no es lo que esperaban, pero no estamos ante un nuevo juego de la franquicia (habrá que esperar a Persona 6), sino ante el nuevo rey de los JRPG.

*Gracias a Plaion por habernos proporcionado el material para la review.