Un simulador de superhéroe. Ni más ni menos, eso es lo que pretende ser Megaton Rainfall. Porque hay veces que el tamaño es importante.
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Es posible que la condición de exclusivo de PS4 durante muchos meses, haya hecho que más de un jugador de Xbox One perdiera el interés por este Megaton Rainfall. Es posible que fuera porque se creó para funcionar con PSVR, que tampoco es una función accesible para todos. Sin embargo, deberíamos de agradecer el esfuerzo de Pentadimensional Games por traernos su juego a Xbox One, porque merece mucho la pena echar un vistazo al brutal trabajo que una sola persona -Alfonso del Cerro- ha llevado a nuestras pantallas tras 5 años de trabajo.
Llamar a Megaton Rainfall, simulador de superhéroe se queda un poco corto, ya que aunque en esencia sea absolutamente eso, nos ofrece sensaciones que distan mucho de lo que hemos visto en los videojuegos más habituales. La experiencia que hemos tenido a los mandos de nuestro protagonista, ha sido algo «especial». En las próximas líneas nos gustaría expresar lo mejor posible las sensaciones que transmite Megaton Rainfall, ya sean buenas o malas, para que sepáis si es para vosotros o no.
En Megaton Rainfall encarnamos a una especie de semidios creado prácticamente para salvar a los humanos de la extinción. Una raza alienígena está atacando la tierra y nuestro padre, una deidad suprema que dice ser el motivo y razón de la creación del universo, nos manda defender a la raza humana de este intento de quedarse como los únicos seres de la existencia. Porque sí, según nuestro creador, solo existen dos razas inteligentes en todo el universo, y una de ellas pretende eliminar a la otra.
Con esta premisa tan grandiosa como sencilla, nos convertiremos en la niñera del planeta tierra, teniendo que defenderlos constantemente de los ataques que sufran. Pero para ello contaremos con poderes sublimes y todopoderosos, que os contaremos a continuación.
Apartado técnico
Teniendo en cuenta el origen gráfico del propio videojuego, es de los que no dejan indiferente. Técnicamente hablando, es lo suficientemente resultón para que no parezca horrible, sin embargo, cuenta con algunas texturas cuya resolución dan grima. Pero se le puede perdonar. Porque nuestro protagonista tiene una habilidad muy especial: vuela muy rápido. Y con muy rápido nos referimos a que puede alcanzar una velocidad de un billón de veces superior a la del sonido. Lo que nos permitirá desde pisar el suelo terráqueo y ver a las personas y coches (con unos gráficotes horribles), hasta salir del mismo Sistema Solar, ver la Vía Láctea desde fuera e incluso visitar otras galaxias. Y todo SIN TRANSICIONES, SIN CARGAS, con una fluidez inusitada. Como os podéis imaginar, es una auténtica pasada.
Quizá el contraste de esa inmensidad con el hecho de que las misiones son siempre en ciudades atacadas por naves, podría dar un aspecto poco detallado, pero que se compensa y mucho con el sistema de físicas de Megaton Rainfall, en el que veremos como se destruyen edificios e incluso se modifica la orografía del terreno de una manera bastante realista. Por lo que sabemos, el propio creador del juego se jacta de haber creado un novedoso sistema de destrucción, que desde aquí alabamos, pues lo que se muestra en pantalla, termina siendo resultón y espectacular en el caso de algunas bombas.
El sonido acompañará en todo momento, ayudando a dar esa sensación de grandeza que transmite el personaje, con ruidos sordos, el aire silbando y creando un clímax perfecto. Y por si fuera poco, una banda sonora muy estilo Superman te acompañará en los momentos más épicos y transiciones, ambientando a la perfección tus paseos astrales. Para los momentos de acción contaremos con música techno, algo más movidita, para que te entren ganas de mover más rápido el culo de tu Superman Hacendado.
Jugabilidad
Con Megaton Rainfall hemos pasado por varias fases en relación a lo que nos ofrece para divertirnos. En los primeros compases, no conseguíamos ver más allá de una especie de Space Invaders modernizado, con navecitas por aquí y por allá que intentan destruir la tierra y tu, un superhéroe, detrás de ellos como si estuvieses jugando al escondite. No en vano, nuestro protagonista es supuestamente INMORTAL, así que los enemigos a nosotros, no nos harán ni caso -decimos supuestamente inmortal, porque encontramos una manera de suicidarnos, y da logro :) -.
Nuestros poderes los iremos ganando con cada oleada derrotada: con nuestros distintos ataques podremos ir derribando a las naves alienígenas, que normalmente cuentan con un punto débil donde deberemos de impactarles para destruirlas antes. Sin embargo, luego contaremos con un par de ataques más potentes que podremos usar cada cierto tiempo, e incluso podremos parar el tiempo o suspender en el aire edificios enteros. Pero todo ello no tiene comparación con el poder que más apreciaremos: la supervelocidad.
Pasar de Mach 8, que es la velocidad con la que comenzamos y ya podemos ver la curvatura de la tierra, a aumentarla un billón de veces, está representado -perdonadnos la expresión- de puta madre. No tenemos botón de acelerador y freno ni nada parecido, dependiendo de la altura y la situación, esa aceleración se producirá automáticamente según usemos nuestro stick analógico. En este momento que descubrimos el poder movernos entre planetas como si fuese un paseo, donde hemos experimentado esa segunda fase: parecía una especie de documental interactivo. Poder pisar Marte, la Luna, Mercurio es toda una experiencia. Pero lo es aún más salirte de la propia Galaxia en la que se encuentra nuestro sistema solar y visitar otra muy distinta, con otros sistemas y formaciones galácticas que te dejarán con la boca abierta hasta que sacudas la cabeza y vuelvas a tu realidad de salvar la Tierra. Que esos humanos no se salvan solos.
Desde ese momento, parece que te molesta un poco, como semidios que somos, que los humanos, esos seres tan insignificantes, te molesten con sus problemas, en plan: ¡Vamos a morir todos! y esas cosas que tienen los mortales. Lamentablemente, estamos atados a ellos, pues nuestra existencia está ligada a su destino, ni más ni menos. Si mueren más personas de lo permitido, fracasaremos en nuestra misión. Por suerte, hasta que no nos desplacemos al lugar de la misma, no se activará, dejándonos el juego explorar libremente el tiempo que queramos. Todo un acierto.
Duración
Si nos ceñimos a la campaña o las misiones habituales, Megaton Rainfall se hace corto. En pocas horas podremos terminar con el ataque de los alienígenas, que nuestro padre nos cuente el sentido de la existencia y la llegada del advenimiento. Sin embargo, la recolección del resto de cristales y más misterios que os contarán el verdadero sentido de nuestra existencia, están escondidos por ahí, en el espacio. Aunque también os decimos, no hemos conseguido encontrar muchos, ya que o el universo es muy grande, o hacen falta más carteles para nuestro clon del Doctor Manhattan.
Aumentar la dificultad de las misiones y marcarse una especie de New Game + es otra de las opciones, ya que con la destreza adquirida, puede divertir mucho más que al principio. Todo es cuestión de lo que te guste encarnar a Superman.
Conclusión
Pero vamos a lo que realmente importa. ¿Merece la pena Megaton Rainfall? ¿Está siempre desnudo nuestro protagonista? ¿Que comerá? ¿Atomos a la parrilla? Al resto no sabemos, pero a la primera si que os podemos contestar. Estamos seguros de que como juego indie y curiosidad, os va a interesar muchísimo. Es original, a ratos divertido y sobre todo, proporciona una experiencia que hasta ahora no hemos podido probar antes sin sentirte atado a una pantalla de carga o selectores que nos permitan cambiar instantáneamente de posición. Aquí, eres más rápido que las pantallas de carga. Literalmente hablando.
Y que queréis que os digamos. Eso mola. La sensación de superhéroe está ahí, la de poder ir donde queramos, hacer lo que queramos, pero siempre teniendo en cuenta que el juego gira en torno a la humanidad. Al fin y al cabo, por muchas vueltas que demos, esos seres insignificantes, según nuestro padre, son lo más importante del universo. Merece la pena llegar al final y descubrir porque hemos sido creados.
Eso sí, seguramente os de la risa perseguir a unos extraterrestres muy juguetones, que lo mismo se clonan para despistarte, se pegan a edificios de manera invisible para destruirlos o se conviertan edificios hechos de gelatina…bueno no seguimos, porque en este sentido, a excepción de un megaboss muy chulo, los enemigos son ridículos.
*Gracias a Pentadimensional Games por habernos proporcionado el material para la review.