A veces la muerte también puede ser protagonista de un videojuego, analizamos para Xbox Series el genial, Luto.
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“Esta es una historia sobre la muerte” reza la descripción oficial de Luto, un desarrollo orgullosamente made in España por la gente de Broken Bird Games y con Selecta Play y Astrolabe Games como encargados de la publicación, pero lo cierto es que la historia del juego abarca una gran gama de temas a cuál más interesante.
Luto es una historia que habla de la tristeza, de la pérdida, de secretos enterrados en el subconsciente, de la depresión. Pero todos estos temas los aborda de una forma muy interesante y para nada trillada, que ilustra sin miramientos la importancia de una narrativa bien pensada, porque en el fondo, esta historia es una suerte de aventura narrativa que lleva al jugador a lugares en donde nunca querría estar.
No voy a contar demasiado de la historia de Luto, porque considero que lo ideal es llegar al título con el mínimo conocimiento posible, porque toda información es un potencial spoiler que puede arruinar una experiencia memorable. Lo que sí puedo contarte es el marco general de esta producción que coloca al jugador en la piel de Samuel Hale, que despierta de una pesadilla para enfrentar los ambientes de su casa, una estructura extraña y desordenada que va dando pistas claras de lo que se puede esperar.
El problema es que el protagonista no puede abandonar la casa y cada intento hará avanzar los días y reorganizar los objetos de la casa, como las llaves que parecen moverse de ambiente en ambiente. El avance del título va acompañado de la voz omnipresente de un narrador que aclara ciertas cuestiones o propone nuevos interrogantes que suman a la atmósfera general de terror y misterio.
La historia, como en toda buena aventura de este estilo, se va contando a través de ciertas pistas que están por toda la casa, las anotaciones que se van encontrando y los acertados comentarios ya mencionados del narrador. A través de estos inusuales puntos, el juego logra construir personajes y sumergir al jugador constantemente en la atmósfera que el juego busca crear.
Acompáñame a resolver un misterio en los más oscuros confines de la mente humana, que, la mayoría de las veces, es más aterradora que cualquier entidad sobrenatural.
Apartado técnico
La atmósfera es uno de los puntos más importantes para un juego de estas características, muchos dirían que es la clave entre el fracaso y el éxito de estas producciones. Uno de los pilares de esta parte son los gráficos. El título incorpora gráficos realistas con un estilo propio que puede no deslumbrar a primera vista, pero que sí hace que el juego mantenga una tasa de 60 FPS de manera constante y alterna en claroscuros con una iluminación variable que le encaja perfecto a su diseño visual. En muchos puntos incluso se aprecia un difuminado de textura que además de lo lúgubre le suma un filtro irreal, como si todo se tratase de un sueño febril del protagonista que se lleva a través de sus ojos a la visión del jugador.
Los otros pilares de la atmósfera son los sonidos y la música. El sonido ambiente predomina por sus tonos claros, los cuales incluso son importantes para resolver ciertos puzles o ubicar objetos con este mismo objetivo. La casa en donde el protagonista pasa sus eternos días cruje, se destruye, en cierta forma, vive y vibra con cada acción, generando una agradable sensación de alerta a cada paso.
La música es semiconstante, pero es muy suave y tiene una suerte de melodía efímera que le sienta absolutamente bien al juego y coronan la experiencia de forma extremadamente positiva.
Al tratarse de un desarrollo español, el juego está localizado en nuestro idioma (aunque solo en la variante ibérica). Sorprende que el audio solo esté en inglés y no en español, aunque la buena noticia para otra parte de España es que el título también cuenta con subtítulos en catalán.
Jugabilidad
Desde su perspectiva en primera persona, casi desde el inicio y sin la mediación alguna de tutoriales, el jugador aprende que los detalles son la clave entre avanzar en la historia o quedar trabado en busca de una solución específica. Luto premia a los jugadores con una estupenda sensación de logro cuando se logra conectar una idea entre dos aspectos que parecen no tener conexión alguna.
El juego busca que quienes lo disfruten comprendan los padecimientos de la mente de una persona cuyas enfermedades lo acechan en cada oportunidad posible. A su vez, no abusa de recursos baratos como sonidos fuertes que salen para sobresaltar al jugador, ni tampoco arroja golpes bajos con imágenes terribles o sumamente sanguinarias, la belleza de la construcción del juego se basa en lo que el propio jugador se va imaginando, más de lo que se muestra.
A nivel de mecánicas, el título propone recorrer cada uno de los sectores de la casa que hace las veces de escenario principal, que, a su vez, se reconfigura constantemente como si fuese una maravilla de la arquitectura sobrenatural, y resolver varios puzles en plan aventura gráfica moderna.
Acceder al inventario para resolver pistas y revisar los ítems disponibles será moneda corriente durante cada instancia del título y es el único momento en donde no se está explorando.
El ritmo es correctamente lento durante la primera mitad, sin resultar aburrido en ningún momento; pero aumenta la velocidad de forma casi explosiva en la última parte, más concretamente en el último capítulo y cierra la historia con un broche de oro atando cada uno de los cabos sueltos de la narrativa, por increíble que pueda llegar a parecer en cierto punto.
Duración
Te llevará unas 6 horas culminar el título, por lo que estamos ante un juego de muy escasa duración, pero el transcurso de la historia tiene un muy buen ritmo, quizás con el último capítulo final siendo el más extraño. El problema de este apartado no es tanto la extensión del juego sino su casi inexistente rejugabilidad, lo cual es una lástima por la gran calidad del título.
Conclusión
Broken Bird Games consigue con Luto demostrar no solo su amor por las aventuras narrativas sino un enorme talento por la construcción de historias con elementos no obvios o tradicionales. El estudio podría dar una clase de creación de atmósferas en videojuegos con pocos elementos.
Puede que el juego sea, como su nombre lo indica, una historia sobre la muerte, pero es precioso por donde se lo mire; la única pega es que es tan bueno que su corta duración pesa muchísimo simplemente porque el que lo juega va a querer seguir descubriendo los misterios de aquella historia que cuenta los pesares de los que ya no están entre nosotros y de los que aún luchan con todas sus fuerzas para llevar las secuelas de una pérdida.
Tal vez el género no sea para todos, pero si las aventuras narrativas son lo tuyo o el terror te llama la atención, no puedes dejar pasar a Luto. Es sencillamente brillante.
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Apartado técnico85/100
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Jugabilidad80/100
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Duración70/100








