Analizamos Loop8: Summer of Gods, una obra que nos invita, a la vieja usanza, a afrontar esa pieza en bucle que versa sobre la destrucción y la reconstrucción de las cosas.
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A la memoria vigilante del tiempo y a su aparente contraparte, el olvido, guardián esquivo de aquella, o al pasado que merece conservarse en el recuerdo y a la desmemoria que, aunque lo pretenda es incapaz de la destrucción total de las huellas sobre las que avanza. A los fines “diferentes” del destino de una y otro, en síntesis, a la lucha con lo remoto y elusivo que también es el tiempo, conduce el propósito de Loop8: Summer of Gods, una obra que hay que retribuir su reconocimiento, no necesariamente su condena, devolución que puede realizarse a partir de un recuerdo reparador.
Nada contraviene al olvido, pero si este acontece por efecto de la obligación, cuando de ocultar el mal se trata, se limitan sus alcances; más bien, podría ejercerse sin engaños ni retaliaciones y con un temperamento sosegado. A este respecto, dicha obra acaba situándonos en un mundo donde tenemos que tomar las riendas de la vida de Nini, un adolescente recién llegado a la Tierra que se muda al pintoresco pueblo de Ashihara en agosto de 1983. Un mundo en bucle donde que tendremos que usar la conexión especial del protagonista para restaurar el mundo de su destrucción, pues cada proceso que se repite indefinidamente, permite a Nini y sus aliados revivir el 8.º mes una y otra vez hasta encontrar la solución definitiva.
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Eso o hasta que los kegai los aplasten por completo.
Apartado técnico
El paisaje visual se divide en naturales y culturales: En los paisajes naturales la naturalidad se define como el grado de ocupación en un territorio, mientras que los pasajes culturales (es en donde) los elementos naturales son cambiado por la actividad humana, subdividiéndose en: paisajes culturales rurales, donde la matriz original de naturalidad ha sido reemplazada mayoritariamente por la actividad silvoagropecuaria o de infraestructura vial o energética. Esto incluye sobre todo paisajes que tienen en su haber emplazamientos industriales o de servicios.
En Loop8: Summer of Gods, los diferentes paisajes que recorremos están marcados por esta premisa, ofreciendo toda clase de experiencias y aspiraciones de sus habitantes, pues estos son paisajes con significados. De hecho, podemos entender el, paisaje como un sistema de signos y de símbolos, de modo que no solo refleja la cultura, sino que es parte de su constitución y es expresión de una ideología.
Una ideología con un marcado cel shading que hace gala de una estupenda localización al castellano.
Jugabilidad
Somos los encargados (y los únicos capaces) de reconstruir todo aquello de lo que no queda ni los átomos, exhibiendo un desarrollo que no está exento de cierta moraleja y que está amparado en el proceso de reconstruir todo desde adentro. Enfrentar una situación de tal magnitud requiere de una fuerza interior distinta a la habitual y el juego desarrollado por la gente de Marvelous reivindica la importancia de ponerse de pie cuando nos han dado fuerte o cuando creemos que ya no tenemos fuerzas para seguir.
Porque en Loop8: Summer of Gods, esta máxima es una característica importante a tener en cuenta en un diseño lleno de automatismos, porque proporciona un sistema de recompensa al jugador mientras aprende sobre la mecánica central del mismo. Si bien, el propio diseño del juego también brinda un espacio para la estrategia, dado que se las apaña para que el fracaso se convierta en una fuente de aprendizaje y superación personal.
Al fin y al cabo, más allá de todos esos elementos capaces de ejecutar una secuencia de operaciones sin necesidad de que el jugador intervenga, desde enemigos que se combaten en diferentes moldes en forma de escenarios donde no tenemos ningún poder de decisión hasta la recolección de elementos varios la reflexión se dispara hasta límites insospechados. Nos obliga a experimentar con las diferentes posibilidades que podemos llevar a cabo, a mejorar nuestro planteamiento para construir un mundo a nuestra medida al mismo tiempo que nos adaptamos a un desarrollo sumamente cambiante.
Un desarrollo en el que también imperan los combates por turnos clásicos y que giran en torno tanto a la gestión de los comandos como de los estados de ánimo, puesto que definen el estado interior en el que se encuentran los personajes desde un punto de vista emocional. Mientras que el sentimiento y la emoción son más cambiantes, más intensos y surgen en función del momento, por el contrario, el estado de ánimo es menos intenso, más duradero y prolongado. Como podéis comprobar, se trata de un sistema interesantísimo que nos permite jugar con los turnos y el número de acciones que podemos realizar cada vez, lo que se traduce en unas batallas con un toque táctico fresco y muy diferenciador.
Duración
Loop8: Summer of Gods tiene muy clara su misión y te la hace saber desde los primeros compases. Si bien, también dedica muchos de sus esfuerzos a que nos comportamos como una persona de bien. Es decir, que hagamos nuestra vida, que nos relacionemos y que pasemos nuestros días de la manera más productiva posible.
En esta obra, pasas más tiempo simulando una vida normal, más propia de géneros como las novelas visuales, a la parte más épica y tópica del género que consiste en subir niveles, derrotar monstruos y atravesar mazmorras. Lo más sorprendente es que todo eso está, pero Marvelous ha decidido desde un primer momento integrarlo como una parte más de la vida del protagonista (tú).
Haciendo un símil, la parte fantástica del juego que protagoniza estas líneas transcurre de la misma manera en la que nosotros dedicamos parte de nuestra vida a dormir y soñar. Esto último es extraordinario, pero no es lo más importante ya que la realidad siempre se impone. Y esto es justo lo que Loop8: Summer of Gods traslada tan bien en su propia historia y jugabilidad. Una historia que puede extenderse durante varias decenas de horas.
Conclusión
En un entorno rural, en el corazón del universo, reina la intrascendencia, la vaciedad existencial, la falta de valores, la profunda insatisfacción… Al borde del abismo más absoluto, sin ningún rumbo ni anclaje que nos aporte seguridad, Loop8: Summer of Gods nos invita, a la vieja usanza, a afrontar esa pieza en bucle que versa sobre la destrucción y la reconstrucción de las cosas. A este respecto, frenando su ejecución para salir de este, sin iteraciones adicionales.
En otras palabras, nos invita a hacer un llamamiento que nos remueve por dentro, a no apartar la mirada y a mover nuestros corazones para reconstruir un mundo totalmente nuevo.
*Agradecemos a Xseed Games el material proporcionado para poder realizar este análisis
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Apartado técnico75/100
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Jugabilidad80/100
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Duración80/100
Lo bueno
- Un JRPG con mucho encanto y repleto de contenidos.
- Un estilo y buen gusto inigualables.
- La parte social del juego.
Lo malo
- Abundantes tiempos de carga.
- A veces puede ser demasiado enrevesado.